Trabajo Sobre La Teoria Relativista De J.L.Hertws
Enviado por Turaza89 • 15 de Julio de 2014 • 4.498 Palabras (18 Páginas) • 220 Visitas
La Enseñanza de los doce apóstoles1 o Enseñanza del Señor a las naciones por medio de los doce apóstoles,2 conocida comúnmente como Didaché,3 4 es una obra de la literatura cristiana primitiva que pudo ser compuesta en la segunda mitad del siglo I,5 acaso antes de la destrucción del Templo de Jerusalén (70 d. C.),6 por uno o varios autores, los «didaquistas»,7 8 a partir de materiales literarios judíos y cristianos preexistentes.9 Desde que fuera encontrada en 1873 y publicada en 1883, la Didaché ha sido fuente inagotable de estudios y objeto de diversas controversias.10 La principal de ellas atañe a la fecha de su composición. De ser cierta la datación más temprana que se ha propuesto, la Didaché podría ser la regla u ordenanza religiosa utilizada por algunas comunidades cristianas, más bien judeocristianas, unas pocas décadas después de la muerte de Jesús de Nazaret. Según esta interpretación, la Didaché proveería11 el retrato de unos cristianos primitivos, arcaicos en su liturgia y su eclesiología, que vivieron un tiempo de transición donde la forma de judeocristianismo que ellos profesaban fue desplazada por el cristianismo gentil o paganocristianismo iniciado en Antioquía. Si, por el contrario, esa datación se retrasase uno o dos siglos, como también se ha propuesto, la Didaché no sería más que un fraude tardío, urdido con fines particularistas12 para dar una imagen tendenciosa13 de la Iglesia primitiva. De cualquier modo, la posibilidad de que sea más antigua14 que algunos libros del Nuevo Testamento ha hecho de ella un texto fundamental para comprender la evolución literaria y teológica del cristianismo de la primera centuria.
Las cuestiones que suscita la Didaché son variadas. Además de su datación, se ha estudiado su relación con otros escritos cristianos como el Evangelio de Mateo o la Epístola de Bernabé. También con oraciones judías como el Kidush, la Amidá15 o el manual de disciplina de la comunidad esenia de Qumrán. El interés que despierta no es sólo literario sino también litúrgico pues la Didaché contiene las primeras instrucciones conocidas para la celebración del Bautismo y la Eucaristía, así como una de las tres redacciones que han pervivido de la oración del Padre Nuestro.16 Si se consideran las diversas traducciones de la obra, la dispersión geográfica de los fragmentos encontrados17 y la lista de obras posteriores que dependen de ella, la Didaché debió ser muy conocida en los primeros siglos.18 Al igual que otras obras de la literatura cristiana, estuvo mucho tiempo cerca del canon bíblico, antes de ser finalmente descartada.19 Actualmente se la incluye dentro del heterogéneo grupo de los llamados Padres apostólicos,20 de los cuales puede ser el escrito más antiguo21 y, sin lugar a dudas, el más importante.
Índice [ocultar]
1 Historia de un descubrimiento
2 Contexto, autoría, localización y datación de la obra
3 Estructura y contenido de la obra
3.1 Los dos títulos
3.2 La sección moral
3.3 La sección litúrgica
3.3.1 El bautismo
3.3.2 Oración y ayuno
3.3.3 Eucaristía
3.4 Sección disciplinar
3.5 El epílogo escatológico
4 La Didaché en los Padres de la Iglesia
4.1 La Epístola de Bernabé
4.2 El Pastor de Hermas
4.3 Didascalia y Constituciones apostólicas
4.4 Clemente de Alejandría
5 La Didaché en la Patrología
5.1 1884: Adolf von Harnack y las primeras investigaciones
5.2 1912: Joseph Armitage Robinson y las primeras dudas
5.3 1948: Los rollos de Qumrán. Nueva luz
6 Notas
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Historia de un descubrimiento[editar]
Filoteo Bryennios, retrato de 1885.
Dibujo del edificio de la biblioteca frente al río. Al fondo, la silueta del Castillo rojo.
Última página de la obra, con la noticia de su composición.
El Fanar, vista desde el Cuerno de Oro, con el Colegio ortodoxo al fondo.
Águila bizantina, sita en la entrada del Patriarcado ortodoxo griego de Constantinopla.
El Seminario Ortodoxo de la Isla de Chalce.
En el año 187522 se difundió en Occidente la noticia de un hallazgo fortuito. Dos años antes, en 1873,23 se había encontrado un códice griego antiguo con obras del cristianismo primitivo. La novedad llegaba con retraso, pero acompañada por la publicación de dos epístolas muy especiales incluidas en el códice. La primicia, editada en Constantinopla, decía:
Las dos epístolas de nuestro Santo Padre Clemente, obispo de Roma, a los corintios, extraídas de un manuscrito de la biblioteca del monasterio fanariota del Santísimo Sepulcro de Constantinopla y publicadas por primera vez de forma completa. Prolegómeno y notas por Filoteo Bryennios, metropolitano de Serres (Macedonia).24
Los investigadores de Occidente recibieron la noticia con sorpresa y satisfacción.25 Hasta ese momento, las epístolas de Clemente de Roma se conocían únicamente a través del texto proporcionado por el Codex Alexandrinus al que, desgraciadamente, le faltaban unas hojas.26 El texto publicado por Bryennios completaba ambos escritos.27 Era la segunda vez en pocos años que los cimientos de la erudición cristiana moderna se veían sacudidos por un gran descubrimiento.28 En la década anterior, Konstantin von Tischendorf había encontrado en el Monasterio de Santa Catalina el Codex Sinaiticus, gracias al cual se había recuperado una versión griega de la Biblia y la Epístola de Bernabé. El descubrimiento de Tischendorf estaba todavía presente en la memoria de los eruditos. Tanto es así que, en algún momento, Filoteo Bryennios fue llamado, por la relevancia de su hallazgo, «el Tischendorf de la Iglesia griega».29
Filoteo Bryennios había nacido en Constantinopla en 1833 en el seno de una familia humilde. Apoyado por el metropolitano de Cízico30 ingresó en el seminario patriarcal de la Isla de Chalce. Al terminar su formación, fue ordenado diácono y se trasladó a Alemania (1856) donde asistió a clases de teología y filosofía en las universidades de Leipzig, Berlín y Múnich. Allí entró en contacto con la moderna investigación occidental. En 1861 regresó a Constantinopla como profesor de historia eclesiástica y exégesis en la misma escuela donde había estudiado. Dos años después, fue ordenado presbítero y honrado con el título de «Archimandrita del trono ecuménico de Constantinopla». En 1867, se hizo cargo de la dirección del prestigioso Colegio ortodoxo griego,31 una institución varias veces centenaria donde estudiaban tradicionalmente los hijos de las familias
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