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Trasnplante De Organos


Enviado por   •  24 de Julio de 2012  •  2.967 Palabras (12 Páginas)  •  469 Visitas

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Transplante de órganos vitales y la “muerte cerebral”

Entrevista sobre algunos aspectos importantes del transplante de órganos vitales con el distinguido médico y defensor pro-vida, Dr. Paul Byrne

Transplante de órganos vitales y la “muerte cerebral”

Dr. Byrne, ¿cómo describiría Usted el cuerpo de un ser humano?

Dr. Byrne: Una persona humana esta compuesta de cuerpo y alma. Dios creó a la persona. Biológicamente hablando, el cuerpo se compone de células, tejidos, órganos y once sistemas, incluyendo tres sistemas principales e importantes. Ni un solo órgano o sistema controla todos los demás órganos y sistemas. El funcionamiento interdependiente de órganos y sistemas mantiene la unidad, homeostasis, defensa del sistema inmunológico, crecimiento, saneamiento e intercambio con el ambiente, como por ejemplo el oxígeno y el dióxido de carbono. La vida es una continuidad desde la concepción hasta su final natural. Este final natural (muerte real) ocurre cuando el alma se separa del cuerpo.

La mayoría de los adultos y niños, aun y cuando no sean médicos, ¿reconocen los signos de vida, cierto o no?

Dr. Byrne: Si, por supuesto. Los signos vitales de un ser vivo incluyen temperatura, pulso, presión arterial y respiración. Los médicos, enfermeras y paramédicos escuchan los latidos del corazón con un estetoscopio. Los pacientes en las unidades de cuidado intensivo tienen monitores para demostrar el latido de sus corazones, la presión arterial, respiración y el oxígeno en la sangre.

¿Y que sucede con los signos en la muerte?

Dr. Byrne: A través de todas las épocas, la muerte ha sido y es algo negativo, una ausencia – el estado del cuerpo sin vida. El alma ha dejado al cuerpo y ha comenzado a descomponerse. Después de la muerte, lo que queda en la Tierra es un cadáver. Los restos están vacíos, fríos, rígidos y no responden a ningún estímulo. No hay latidos en el corazón, pulso o presión arterial. El paciente ha dejado de respirar. Hay un color pobre en la piel, las uñas y las membranas mucosas. La ventilación no restaurará la respiración en el cuerpo. Un marcapasos puede enviar una señal, pero no puede iniciar un latido en el cuerpo. Una sanación no ocurre en el paciente que está realmente muerto.

¿Cuándo hablamos de órganos vitales, de qué órganos estamos hablando?

Dr. Byrne: los órganos vitales (del Latín vita, que significa vida) incluyen el corazón, el hígado, los pulmones, los riñones y el páncreas. A fin de poder ser un receptor de transplantes, éstos deben ser removidos del donador antes de que la respiración y la circulación cesen. De otra forma, éstos órganos no serán adecuados, ya que un daño a los órganos ocurren en un breve período de tiempo después de que la circulación con sangre oxigenada se detenga. El remover los órganos vitales de una persona con vida antes de que la circulación y respiración cesen, llevarán a la muerte del donador.

¿Existen órganos vitales que pueden ser removidos del donador sin causar su muerte?

Dr. Byrne: Si. Por ejemplo, uno de los dos riñones, un lóbulo del hígado o un lóbulo de un pulmón. Los donadores deben ser informados que al ser removido uno de estos órganos, se reduce la función del donador. Los órganos que no trabajan en pares, como el corazón o el hígado como un todo, no pueden ser removidos sin matar al donador.

Puesto que los órganos vitales que se extraen de una persona muerta no tienen utilidad, y tomar el corazón de una persona viva lo mataría, ¿cómo es posible la donación de órganos vitales ahora?

Dr. Byrne: Aquí es donde la “muerte cerebral” funciona. Antes de 1968, una persona era declarada muerta cuando su corazón y respiración se detenían por un período largo de tiempo. Al declarar la “muerte cerebral” hace posible que el corazón y otros órganos vitales sean aptos para ser transplantados. Los órganos vitales deben extraerse de un cuerpo viviente; el remover éstos resultará en la muerte.

Aun recuerdo el anuncio de primer transplante oficial de corazón por el Dr. Christian Barnard en Cape Town, Sudáfrica en 1967. ¿Cómo fue posible para los cirujanos sobrepasar los obvios obstáculos legales, morales y éticos de obtener órganos vitales para ser transplantados en un ser humanos viviente?

Dr. Byrne: Al declarar “muerte cerebral” como la causa de muerte.

¿Usted dice al reemplazar los criterios tradicionales de muerte con un Nuevo criterio conocido como “muerte cerebral”?

Dr. Byrne: Si. En 1968, un comité ad hoc se formó en la Universidad de Harvard en Boston con el propósito de redefinir la muerte, de forma que los órganos vitales pudieran ser extraídos de personas declaradas con “muerte cerebral”, pero que de hecho, no estaban muertos. Hay que notar que la “muerte cerebral” no se originó o desarrolló de la aplicación del método científico. El Comité de Harvard no determinó si un coma irreversible es un criterio apropiado de muerte. Más bien, su misión fue la de que fuera establecido como un Nuevo criterio de muerte. En síntesis, el reporte fue hecho de forma que se ajustara a las conclusiones a las que se había llegado.

¿Significa ésto que se encuentra en coma cerebral o requiere de un ventilador puede ser declarada con “muerte cerebral”?

Dr. Byrne: Si.

¿Aun y cuando su corazón esta bombeando y sus pulmones están oxigenando la sangre?

Dr. Byrne: Si. Vea Usted, los órganos vitales necesitan estar frescos y sin daño para poder ser transplantados. Por ejemplo, una vez que la respiración y la circulación cesan, en unos cinco minutos o menos, el corazón se encontrará tan dañado que no es adecuado para transplantarlo. El sentido de urgencia es real. Después de todo, ¿quién quiere recibir un corazón dañado?

El criterio de “muerte cerebral” de Harvard, ¿llevó a cambios en las leyes federales y estatales?

Dr. Byrne: De hecho. Entre 1968 y 1978, más de 30 diferentes grupos de criterios de “muerte cerebral” se adoptaron en los Estados Unidos y en otros lugares. Muchos otros han sido publicados desde entonces. Esto significa que una persona puede ser declarada con “muerte cerebral” por un grupo de criterios, pero vivo por otro o bien por todos los demás. Todos los grupos incluyen la prueba de apnea. Éste implica quitar el ventilador hasta por diez minutos para observador si el paciente puede respirar por su propia cuenta. El paciente siempre empeora con esta prueba. En raras ocasiones, al paciente o a los parientes se les informa con

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