Trastorno dismorfico Corporal
Enviado por andreschiko • 25 de Julio de 2021 • Informe • 2.936 Palabras (12 Páginas) • 77 Visitas
Introducción
Concepto acuñado desde la medicina griega clásica en que se establecía una íntima conexión entre “la belleza y la bondad”. En 1891, Enrique Morselli la define como “monomanía abortada” (síntoma obsesivo que predomina por sobre otros) y “temor a la fealdad”. El miedo que también se encuentra en los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) fue asociado con posterioridad a una psicosis de la fealdad e hipocondría de la belleza, y por eso ha sido inscrito en los trastornos somatomorfos como paranoia hipocondríaca o locura de introspección (1).
Ha sido difícil clasificar este trastorno, pero se ha integrado al espectro obsesivo compulsivo y se ha descrito como una obsesión por la imagen corporal, por la belleza, por alcanzar estándares de perfección según los cánones sociales de la época en curso.
Kraepelin, en 1961, lo insertó dentro del espectro fóbico, por la ansiedad y miedo que genera. Sin embargo, también ha sido catalogado como pródromo de esquizofrenia, en donde a veces el diagnóstico diferencial resulta prácticamente imposible; incluso existen reportes de casos clínicos de pacientes diagnosticados y tratados como tal, no obstante una vez que reciben antidepresivos (clomipramina) muestran una mejoría significativa.
En 1977 se acuña el término dismorfofobia, que no es adecuado, porque lo categoriza como una fobia, pero en realidad representa un elemento fóbico en algunos pacientes. Tras dicho periodo, se hace referencia a la psicosis hipocondríaca monosintomática; y ya en el año 1994 se establece el concepto de trastorno dismórfico corporal (DSM).
Generalidades
El trastorno dismórfico corporal se incluye en los trastornos somatomorfos, cuyo elemento característico es la distorsión de la imagen corporal, de la cual derivan los TCA (anorexia y bulimia), vigorexia y ortorexia (trastorno alimenticio cuya obsesión es comer sólo alimentos considerados saludables por la persona), que son cuadros donde la imagen corporal es el eje central psicopatológico. En general, existe una preocupación excesiva por la apariencia física, y aquellos que padecen la patología, se consideran feos o deformados.
El cuadro se caracteriza por una dismorfia en esencia facial y/o algún subtipo de dismorfia generalizada, aunque existen pacientes con dismorfias localizadas partes del cuerpo que son los menos frecuentes. Se asocia a comportamientos repetitivos como el mirar su cuerpo en forma reiterada al espejo; arreglo excesivo para disimular el defecto, lo cual muchas veces es mínimo o inexistente (pacientes que acuden en primer lugar a un dermatólogo o al cirujano plástico, los cuales establecen demandas al no quedar conformes); realizan preguntas excesivas, son policonsultantes de profesionales que se dedican a la salud cosmética y tienden a medir y comparar su cuerpo.
La enfermedad produce un daño psicosocial intenso y grave, con una pésima calidad de vida, y es una de las patologías con mayor asociación a suicidio (80% presenta ideación y 25 a 30% intento o suicidio consumado) (2, 3).
El concepto
Se le denomina trastorno dismórfico corporal (TDC) o “trastorno de la fealdad imaginaria”, lo cual es una enfermedad psiquiátrica que debe ser manejada por sus especialistas. De existir un ligero defecto, éste no explica la ansiedad exagerada y discapacitante que produce.
En general se describen dos fases: la percepción del defecto y la preocupación posterior por el defecto. Los casos extremos se someten a múltiples cirugías y a deformidades intensas del cuerpo (4).
Es un cuadro que interfiere con el normal desarrollo de la identidad en la adolescencia, pues la imagen corporal resulta fundamental para configurar la identidad que, cuando esa imagen se distorsiona, puede producir dificultades para desarrollar una adecuada autoestima. Además se presenta un desarrollo alterado de la autoimagen que se acompaña del miedo a la evaluación por sus pares de este defecto, se asocia con aislamiento social y se origina una marcada tendencia a la dicotomía. Lo anterior influye en el desarrollo de la personalidad, con constitución de personalidades de la línea limítrofe, con visiones parcializadas del todo o nada de la belleza, pues no logran visualizar los estadios intermedios (5).
La imagen corporal esta directamente ligada a la cultura, y la actual época es una cultura exitista en donde los ideales de belleza son los que aparecen en los medios de comunicación (televisión) los cuales son irreales e inalcanzables para las personas normales.
Adolescencia: imagen - identidad
En la pubertad, los cambios físicos y de la apariencia se convierten en objeto de sufrimiento, pues a veces estos cambios no están acorde al de los otros miembros del grupo, lo que genera un sentimiento de no pertenecía al mismo (pubertades tempranas o tardías), así la imagen pasa a tener importancia máxima entre el grupo de pares.
Durante la adolescencia la imagen está ligada al desarrollo psicosexual (relaciones de pareja e interpersonales), por lo tanto se altera un elemento central de la configuración de la identidad global, lo que deriva en una disfunción de la identidad y la orientación sexual. La imagen y la identidad son retroalimentadas por la cultura y la globalización.
La meta del desarrollo psicológico del adolescente es que el individuo alcance una identidad personal, autónoma y solidaria, para lo cual debe atravesar esa montaña rusa que muchas veces es la adolescencia, caracterizada por sus cambios hormonales, culturales, físicos y sociales.
El análisis de la adolescencia implica conocer el cómo fue la infancia, cómo están constituidos los vínculos, cómo se establecieron las relaciones, sus características biológicas y temperamentales, etc.
Imagen corporal
Al hablar de imagen corporal es necesario enfrentar el concepto desde una perspectiva más amplia y crítica debido a los cambios de la sociedad actual, por tener de alguna manera cierta responsabilidad respecto a la salud mental que no se puede desconocer.
Los cambios económicos, que tienen relación con el exitismo, la autoexigencia y el exceso laboral de los padres; produce alteraciones a nivel familiar, lo que se manifiesta por un menor número de hijos y aumento en los divorcios, hecho que cambia la configuración de la sociedad. Si se enfoca en los trastornos de los adolescentes, se aprecia un mayor acceso a cirugías cosméticas influenciado por los cambios globales y no por una necesidad médica real.
La tecnología muestra modelos que cada día influencian el desarrollo de los adolescentes, ya sea a través de páginas de internet como Fotolog® o programas de chat, en donde se exponen representantes idealizados de belleza que en su gran mayoría corresponden a individuos frágiles que quieren alcanzar y que no pueden. Es así que el adolescente famoso de hoy expone imágenes con mayor erotismo y contenido sexual para atraer a su grupo de pares hacia éstas páginas, lo que lo expone a riesgos. Entonces existe un cambio en los prototipos del exitismo, la perfección y los ideales de belleza.
Los medios de comunicación juegan un rol importante a través de la publicidad engañosa, ya que proyecta la búsqueda del éxito y la felicidad a través del cuerpo perfecto, que muchas veces resulta poco saludable. Se suma a lo anterior, el hecho de que la imagen corporal se va gestando desde la niñez y, por lo tanto, los padres ejercen una influencia transgeneracional, puesto que la madre o padre que fue sometido a cirugía plástica cosmética expone a su hijo a padecer el mismo trastorno. Además, la imagen toma gran importancia en la adolescencia, donde resulta fundamental para el desarrollo psicosocial de los jóvenes (Figura 1).
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