Tratamiento del dolor.

Tratamiento del dolor:

La elección del tratamiento va a depender del tipo particular de dolor, de su intensidad, etc… dentro de los posibles tratamientos se encuentra:

1. La medicación.
2. Estimulación eléctrica (neuroestimulación)
3. Fisioterapia.
4. Apoyo psicológico.
5. Cirugía: cirugía reparadora.
6. Tratamientos alternativos.

La medicación: corresponde a fármacos analgésicos los cuales se pueden administrar por viaa oral, rectal, transdérmica o inyectable. Dentro de estos encontramos los fármacos antiinflamatorios (comprimidos), los opiáceos y las inyecciones.

• Fármacos antiinflamatorios: los más comunes son el ibuprofeno, el paracetamol. Algunos de estos pueden adquirirse en las farmacias sin recetas médicas, mientras que otros solo se dispensan con receta de un médico. Cabe mencionar que estos medicamentos pueden ser muy eficaces, pero pueden tener efectos secundarios.
• Opiáceos: son considerados medicamentos más potentes. Entre estos se encuentran la codeína o la morfina, se administran en forma de comprimidos, parches transdérmicos y otras prestaciones.
• Inyecciones: los analgésicos potentes también pueden administrarse en forma de inyección para incrementar su eficacia.

Estimulación eléctrica (neuroestimulación): se utiliza la estimulación eléctrica para reducir la sensación de dolor en ciertas zonas del cuerpo. Algunos dispositivos funcionan aplicándolos sobre la piel, mientras que otros ejercen su efecto cuando se aplican directamente sobre el sistema nervioso, por ejemplo más cerca de la medula espinal o directamente sobre el cerebro. Este procedimiento se utiliza siempre y cuando otros métodos más sencillos no han conseguido aliviar el dolor.

Fisioterapia: se utiliza el movimiento y la realización de ejercicios para ayudar a restaurar la función de articulaciones y músculos anquilosados, aliviando así el dolor.

Apoyo psicológico: el dolor puede llegar a afectar la comunicación y las relaciones sociales, lo cual se debe al efecto psicológico que tiene el dolor sobre la persona; por ende, es recomendable ofrecer este tipo de apoyo como complemento del tratamiento médico. La relajación o la biorretroalimentación son dos de los métodos que usan los psicólogos para ayudar a sobrellevar el dolor.

Cirugía: la cirugía reparadora puede aliviar el dolor corrigiendo un trastorno subyacente, como podría ser una alteración estructural a la espalda o una hernia. Sin embargo, esto no asegura el alivio permanente o total del dolor y puede llevar consigo el riesgo a infecciones u otras complicaciones.

Tratamientos alternativos: 
Además de los tratamientos médicos aceptados, hay muchos otros tipos de tratamientos cuyo objetivo es aliviar el dolor crónico y que son eficaces para algunas personas. Por ejemplo, los quiroprácticos y los osteópatas manipulan las articulaciones, y en casos concretos esto ayuda a los pacientes. Lo mismo ocurre con los métodos curativos tradicionales chinos, como la acupuntura, así como también se puede lograr el alivio del dolor con cannabis.

• Cannabis: eficacia especial como crema o bálsamo para multitud de dolencias.

• Debido a la naturaleza de la inflamación en las articulaciones, los tópicos infundidos con cannabis o con un cannabinoide (o sintético), son muchas veces eficaces en el tratamiento de dolencias de la piel y las articulaciones, incluyendo eczema, psoriasis y artritis. (Marihuana Medicinal, 2016)
• Al aplicarlo de manera tópica, es decir, aplicándolo externamente a la zona afectada, tenemos la ventaja de que no se producen efectos psicoactivos y es posible aplicarlo en todo tipo de pacientes, incluyendo a los niños, sin temor alguno.
• Se puede utilizar para: artritis, dolor de las articulaciones, espasmos musculares, enfermedades de la piel (psoriasis o granos), lesiones, cortes o quemaduras en la piel, varices, entre otros.
• Sus beneficios: hidratante, reafirmante y regenerativo para la piel, antiinflamatorio, antibacteriano, analgésico.

Tratamientos del dolor y cuidados paliativos:

Según Cicely Saunders, los "cuidados paliativos se han iniciado desde el supuesto que cada paciente tiene su propia historia, relaciones y cultura y de que merece respeto, como un ser único y original. Esto incluye proporcionar el mejor cuidado médico posible y poner a su disposición las conquistas de las últimas décadas, de forma que todos tengan la mejor posibilidad de vivir bien su tiempo". Los cuidados paliativos fueron definidos, entonces, teniendo en cuenta no un órgano, edad, tipo de enfermedad o de patología, sino, ante todo, la evaluación de una diagnosis probable y de posibles necesidades especiales de la persona enferma y de su familia. (Pessini & Bertachini, 2006)

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