Treinta de Octubre de dos mil veintiuno
Enviado por jhorlan_Chalarca • 30 de Enero de 2022 • Ensayo • 869 Palabras (4 Páginas) • 74 Visitas
Treinta de Octubre de dos mil veintiuno
Jhorlan Chalarca Cardona
La mayoría de las veces la vida se basa en la repetición de ciertas actividades, es de esta manera que comenzamos a formar lo que llamamos una rutina, esta rutina es el seguimiento de todo aquellos que hacemos, durante semanas, meses y hasta años. Normalmente este tipo de actividades no les prestamos mayor atención porque dentro de nosotros es algo que ya esta automatizado a un nivel muy alto. Sin embargo, si nos fijamos de forma minuciosa en alguna de estas actividades, podemos notar que alrededor de la misma ocurren un sinfín de hechos que, aunque sean mínimos, son estos los que permiten que la actividad se pueda completar con normalidad. Un ejemplo de ello dentro de mi vida fue el sábado 30 de octubre de 2021, día en el que tuve que trabajar.
El día comenzó temprano en la mañana, aunque no tan temprano, alrededor de las 8:00 am, si no me despierta la alarma de mi celular, lo hace mi mamá, pero no precisamente con algún tipo de llamado, más bien lo hace con el sonido de las ollas retumbando en la cocina o con el sonido de la licuadora, esto porque su rutina la mayoría de los días es levantarse más temprano que todos en la casa. Y en cierta medida es una ventaja porque gracias a esto ese día no llegué tarde al trabajo, cosa que normalmente no pasa por lo anterior explicado. A continuación, procedí a levantarme de la cama, el día amaneció bastante nubado, el clima estaba en unos 18°C aproximadamente y mientras las nubes seguían su curso, yo me encargaba de organizar la habitación, en ese preciso momento ya se escuchaban las conversaciones de mis vecinas hablando acerca de que el día estaba muy frio para poner a lavar la ropa en la lavadora pues luego para secarla iba a ser un problema, según mi vecina porque si salía el sol, era puro “sol de lluvia”.
Yo sin prestarle mayor atención al famoso “sol de lluvia” organicé la habitación, busqué mi uniforme, limpié mis tenis y me dispuse a bajar las escalas para ir la cocina, al llegar a la cocina, me encuentro con mi mamá y mi abuelo, les di los buenos días mientras abría la nevera para buscar algo de comer rápido, mientras mi mamá me comentaba que teníamos arepas de chócolo con quesito para el desayuno, a lo que respondí afirmativamente, eso sí, quería Milo para acompañar la arepa. Luego de mi solicitud me dispuse a bañarme, pero primero tuve que pedirle a mi abuelo que me encendiera la ducha, pues antes de mí, se había bañado mi papá y a el en la mañana solo le gusta bañarse con agua fría. Una vez que la ducha estaba funcionando, por fin entré y me empecé a bañar hasta que mi mamá me dijo: “¿Usted se piensa quedar a dormir allá o qué?” la cual es la señal para salir, salgo, me secó y subo de nuevo a la habitación para organizarme y colocarme el uniforme, mientras que me organizo coloco a reproducir un par de canciones mientras estoy listo.
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