Tumores cerebrales
Enviado por MP11 • 15 de Octubre de 2014 • Tesis • 3.160 Palabras (13 Páginas) • 439 Visitas
Introducción
Un porcentaje muy notorio de la población del planeta padecen de una dura enfermedad, una enfermedad que afecta de una manera fatal, destruyendo el tejido cerebral cuando aumenta la presión en el cerebro, esta enfermedad es denominada tumores cerebrales o tumores intracraneales la cual se da cuando en zonas como los nervios craneales, vasos sanguíneos, meninges, huesos, glándulas, el parénquima encefálico y restos embrionarios aparece una más anormal que va creciendo.
Tumores cerebrales
En Londres en el año 1884 Bennett y Godle imprimieron el primer informe sobre una cirugía de tumor intracerebral sobre un glioma y en la misma época Chipault publico intervenciones sobre estas intervenciones en Francia, Durante en Italia, Keen en Estados Unidos, Krause en Alemania y Oppenheim. Siete años después en México Rafael Lavista realiza la primera cirugía sobre una neoplasia intracerebral y fue publicada un año después. (Ponce de León, 2009)
El cerebro está rodeado por el cráneo, el cual es una estructura ósea rígida y tiene como función proteger a este y contenerlo, por la misma razón de sus funciones cuando aparece un tumor en la zona cerebral al este crecer, los síntomas suelen hacer presencia de una manera muy rápida y agresiva para el paciente. Estos tumores en el adulto están en el 7° u 8° lugar dentro de la patología neoplásica, en los niños se presenta como la segunda patología neoplásica más frecuente.
Anteriormente se hacían “trepanaciones” las cuales eran unas prácticas médicas que consistían en agujerar el cráneo con el fin de eliminar enfermedades que se consideraban de origen cerebral, como por ejemplo en México en la tribu de los aztecas, los mixtecas y zapotecas hay evidencia de trepanaciones al igual que en los cráneos europeos de la prehistoria o los incas; más tarde en el siglo XIX se inicia un tipo de cirugía en México la primera referencia existente fue publicada en México, de un tumor cerebral, es la de Fernando Zárraga en la revista de La Escuela de Medicina, en 1891, “Un caso de tumor cerebral”, esto en 1891.
Se empieza a evidenciar también en Bernardo Mortera y Franyuti, en colaboración con José Uribe y Troncoso, en su tesis para obtener el título de médico, fechada en 1892 la cual trata sobre “algunas consideraciones sobre la intervención quirúrgica en el tratamiento de los tumores intracraneanos”, México 1892.
La primera cirugía de tumor cerebral fue en 1891, Lavista catalogo el tumor cerebral como “gliosarcoma” cerebral, el caso se trató de un menor de 15 años, proveniente de Celaya, Guanajuato, los antecedentes del tumor fueron su padre que era epiléptico y un hermano que falleció de meningitis y otro por “congestión cerebral”. Fue intervenido en cuatro veces, siendo la primera una punción, recidivando después de cada exéresis, e ingresando en el Hospital para la cicatrización de una gran pérdida de substancia en la piel escapular derecha, por las repetidas operaciones. Hacia el día 10 de abril, en el transcurso de la cura y dentro de un contexto caquéctico, presentó monoparesia inferior izquierda, que avanzó hasta no poder sostenerlo, posteriormente hemiparesia, con crisis convulsivas hemicorporales izquierdas, con generalización posterior y hemiplejia derecha, estado de coma profundo y midriasis paralítica derecha. Había también una anemia consignada a 50% de la hemoglobina y una hipertermia de 40º C.
El diagnóstico presuncional contempló una lesión cerebral que podría ser de varios tipos: infección con absceso, hemorragia, hematoma y por supuesto una lesión neoplásica, que fue la opción retenida. Se preparó al paciente con el empleo de antiflogísticos, hielo sobre la cabeza, un purgante drástico y evacuación de la vejiga mediante cateterismo.
Se decidió realizar una craneotomía, el día 13 de abril, con el objetivo de extirpar el tumor y mejorar la epilepsia. Se realiza una incisión sobre la región central, en su parte posterior, de 14 cm de largo. Se aplicó sobre el hueso una trefina inglesa, sacando una róndela de hueso de cinco cm de diámetro, a dos cm de la sutura sagital. Se presentó, al retirar el hueso, una herniación del cerebro, aún con la dura madre íntegra. Esta última se cortó en cruz, encontrándose las circunvoluciones deformadas, haciendo pensar en la existencia de una masa o una colección por debajo. Se puncionó obteniendo un poco de sangre. Posteriormente se logró hacer salir por el agujero de la punción una cierta cantidad de "(...) pus y material caseoso (...)". Se lavó y esterilizó la cavidad con agua a 40º C. Se realizó inspección digital con el dedo índice de la mano izquierda, que se hundió en toda su longitud. Se pudo apreciar por esta palpación una estructura de paredes lisas, pulidas y como substancia cerebral condensada. La lesión era de forma ovoide, gruesa y voluminosa. Se practicó una exéresis digital, con los dedos índices y medio izquierdos del doctor Rafael Lavista. Una ablación completa de la lesión fue posible, sin pérdida de sangre. Después de lavado de la cavidad y canalización al exterior, se cerró por planos. Los resultados postoperatorios tempranos fueron excepcionalmente buenos, con el despertar tranquilo del enfermo, la regresión de la hemiplejia izquierda, la desaparición de las crisis convulsivas y la normalización del diámetro pupilar derecho y sus reflejos. La temperatura bajó hasta 37.5º C. El Paciente falleció el día primero de julio del mismo año, sobreviviendo a la operación poco más de un mes y medio, sin datos de infección quirúrgica pero, a decir de los autores, por la progresión de su problema neoplásico, que ocasionó hernia cerebral por la región de la craneotomía, que era evidente en el curso de las curaciones. (Ponce de León, 2009)
Hoy por hoy hay diferentes tipos de tratamientos los cuales pueden disminuir el tamaño del tumor prolongando la vida del paciente o en el mejor de los casos eliminarlo completamente y así conseguir que no sea mortal, pero al elegir el tratamiento a llevar a cabo se debe tener en cuenta las secuelas que pueden tener y los efectos secundarios, entre estos tratamientos se encuentran:
Cirugía: La cantidad que se logre eliminar del tumor en ese tratamiento depende de en qué lugar se encuentre ubicado, los riesgos en este procedimiento pueden ser la infección y el sangrado.
Radiación: Se utilizan rayos de alta energía (rayos X) para destruir las células tumorales, sus efectos secundarios pueden ser fatiga, irritación o dolores de cabeza.
Quimioterapia: Se utilizan medicamentos
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