Tumores Hipoficiarios
Enviado por DECOMARTYNEZ • 3 de Octubre de 2011 • 1.561 Palabras (7 Páginas) • 750 Visitas
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TUMORES HIPOFISARIOS: NUEVA CLASIFICACIÓN OMS 2004
Dr. F. Ignacio Aranda López
Hospital General Universitario de Alicante
Los tumores hipofisarios se definen como neoplasias localizadas en la silla
turca. La gran mayoría corresponden a adenomas (AH) y sólo una pequeña
proporción representan carcinomas. También se han descrito en la silla turca
neoplasias de origen mesenquimal, neural, tumores epiteliales o metástasis.
Aportaciones de la nueva clasificación de la OMS1.
Los AH constituyen un 10-15 % de las neoplasias intracraneales. Como
hallazgo incidental se observan hasta en un 27 % de las autopsias. La
clasificación de los AH se basa en criterios histológicos, inmunohistoquímicos y
ultraestructurales, teniendo en cuenta los hallazgos bioquímicos, de las
técnicas de imagen y quirúrgicos. Las primeras clasificaciones de los AH se
basaban en las propiedades tintoriales celulares distinguiendo tres grupos:
acidófilo, basófilo y cromófobo, con escasa correlación clínica. La
generalización de las técnicas inmunohistoquímicas en los años 80 permitió el
desarrollo de clasificaciones más funcionales y la identificación de subtipos
morfológicos con criterios bien definidos. Otras técnicas auxiliares como el
estudio de proliferación celular con Ki67 también aportan información útil en un
contexto morfológico. La nueva clasificación OMS1 define tres tipos principales
de tumor hipofisario: adenoma hipofisario típico, adenoma hipofisario
atípico y carcinoma hipofisario. Sin embargo las diferencias entre adenomas
“típicos” y “atípicos” no quedan claramente establecidas. Los adenomas
atípicos presentarían algunos rasgos morfológicos “atípicos” (pleomorfismo
nuclear, necrosis, mayor número de mitosis), comportamiento localmente
agresivo, y Ki67 mayor del 3-5%. Los adenomas sin estas características
serían clasificados como típicos. Estos criterios no están pormenorizados en la
nueva edición1 por lo que son previsibles problemas de concordancia. Los
carcinomas hipofisarios constituyen el 0,2% de los tumores hipofisarios y se
definen, como ya ocurría en clasificaciones previas2, por la presencia de
diseminación cerebro-medular y/o metástasis sistémicas.
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Los adenomas hipofisarios pueden ser subclasificados (tabla 1) en diferentes
grupos teniendo en cuenta aspectos morfológicos convencionales,
inmunohistoquímicos y ultraestructurales, integrados con la forma de
presentación clínica.
Aportación de la morfología convencional
La clasificación tintorial no se correlaciona con el estado funcional, lo
que no quiere decir que la H&E no aporte información útil. Además de permitir
el diagnóstico de adenoma vs. otra patología (craniofaringioma, meningioma,
hipofisitis, metástasis, etc.), aporta la evaluación de los aspectos citoarquitecturales,
atipia, nucleolos, actividad mitótica, presencia de cuerpos
hialinos paranucleares (adenoma somatotropo), cambio hialino de Crooke
(adenoma corticotropo), cambio oncocítico (adenoma oncocítico), arquitectura
pseudorrosetoide (adenoma gonadotropo), necrosis, fibrosis, calcificaciones, o
presencia de amiloide (prolactinoma).
Aportación de la inmunohistoquímica
Se requiere el estudio de las 6 principales hormonas hipofisarias (GH,
prolactina, ACTH, TSH, FSH y LH), y es conveniente añadir alfa- subunidad.
Los AH no producen hormonas no hipofisarias. No es inhabitual que el AH
exprese más de una hormona, por lo que su clasificación requiere de la
integración de otros factores morfológicos y clínicos. La distribución de la
inmunotinción puede ser orientativa. Así, la positividad para prolactina en los
prolactinomas suele adoptar un patrón paranuclear tipo Golgi; sin embargo en
los adenomas de célula madre acidófila suele ser más difusa. Además de la
inmunohistoquímica hormonal resulta muy útil la aplicación de citoqueratinas,
que permiten identificar el patrón paranuclear en gota característico de los
adenomas somatotropos pobremente granulados o la tinción perinuclear del
cambio hialino de Crooke en los corticotropinomas. La estimación de la
actividad proliferativa con Ki67 también es útil y nos ayuda a separar los
adenomas atípicos. Otros marcadores como Ac frente a proteínas
mitocondriales, o el estudio de factores de crecimiento y sus receptores o de
proteínas tumor-supresoras como p53 también pueden aportar información.
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Aportación de la microscopía electrónica
Muchos de los aspectos descritos inicialmente con técnicas ultraestructurales
pueden ser ahora identificados con inmunohistoquímica como es el caso de los
cuerpos fibrosos de los adenomas somatotropos, que corresponde a ovillos de
filamentos de citoqueratina o del cambio oncocítico que puede ser evaluado
con anticuerpos específicos. Siguen existiendo, por otra parte algunas
peculiaridades que sólo pueden ser evaluadas con microscopía electrónica
como la exocitosis de situación anormal (prolactinomas), las megamitocondrias
(adenoma de célula madre acidófila), los megagránulos de hasta 1500 nm
(mamosomatotropo), o la escasez de gránulos de 150-300 nm y ausencia de
filamentos (adenoma corticotropo silente tipo 2)
Información clínica relevante
El estudio y clasificación de un AH requiere conocer si es funcionante o no, es
decir, si presenta alteración hormonal sérica que puede acompañarse o no de
expresión clínica. En la actualidad sabemos que la mayor parte de los
adenomas no funcionantes corresponde a adenomas gonadotropos silentes,
oncocítomas y adenomas nulos, aunque también hay adenomas corticotropos
silentes (tipo 1 y 2) y con inmunoreactividad para otras hormonas. Además es
importante conocer la forma de presentación clínica (acromegalia, síndrome de
amenorrea-galactorrea, hipertiroidismo, enfermedad de Cushing, o efecto
masa). Las técnicas de imagen permiten definir el tamaño tumoral,
identificando lesiones menores de 10 mm, el grado de afectación selar y la
evaluación de la extensión extraselar. Los cortes coronales con RMN con y sin
contraste con gadolinio permiten una adecuada evaluación del hueso y las
partes blandas con mayor sensibilidad que la TAC.
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