Un avance para el desarrollo de Latinoamérica

Un avance para el desarrollo de Latinoamérica

Prebisch ha dado un giro a su concepción del subdesarrollo enfrentándose a la batalla ideológica de la política Latinoamericana, intentando ofrecer también un marco de solución para la profunda crisis en que está sumido el capitalismo periférico.

El análisis de la situación del capitalismo periférico arranca del concepto de excedente, al que define como la parte del fruto de la mayor productividad que, debido a la gran diferenciación de una estructura socioeconómica, no se difunde entre la masa de la fuerza de trabajo y queda en manos de los propietarios de los medios de producción.

En este proceso la expansión monetaria tiene un papel clave ya que, en una economía en crecimiento, el exceso de ingresos se financia con la expansión monetaria, gracias a la cual se financia el capital circulante, representado por los bienes en elaboración mediante el proceso productivo. El excedente abarca las ganancias de las empresas, el interés del capital que ellas pagan y la amortización del capital fijo.

El excedente es fundamental en un análisis dinámico del crecimiento y de la acumulación, en los países periféricos hay partes muy grandes de él que no van al proceso productivo como debe ser, el crecimiento exagerado de los gastos del Estado, especialmente en empleos superfluos o poco productivos. Para las escasas porciones de la población que pueden participar del consumo capitalista, la dinámica del sistema es amplia, aunque la mayoría se ve excluida como consecuencia de las relaciones de poder.

Sufre pues la acumulación y el surgimiento de nuevos excedentes y al ocurrir estas consecuencias se debilita la capacidad del sistema para absorber el crecimiento de la fuerza de trabajo, en este punto, los estratos superiores vuelven a hacer uso de su poder y sobreviene el empleo de la fuerza, que permite romper el poder sindical y político de los estratos desfavorecidos, a fin de lograr el restablecimiento de la dinámica del excedente.

Prebisch critica la solución liberal de defender el libre juego de las fuerzas del mercado. Esta solución es una falacia, primero, porque olvida los condicionantes estructurales, el poder y el reparto del excedente y, además, porque su aplicación operativa exige caer en una contradicción grave, liberalismo en lo económico a costa de la falta de libertades políticas.

La diferencia con el socialismo viene dada por la creencia de que el mercado podría ofrecer posibilidades eficaces de asignación de recursos, cuando se combatan las consecuencias estructurales del reparto del poder. Complementariamente, se admite la propiedad privada de los medios productivos, aunque se impongan a las grandes empresas responsabilidades distributivas frente al uso social del excedente.

La teoría de la transformación pretende superar las visiones parciales del desarrollo, incluyendo las nuevas

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