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En cada época de la vida existen unos alimentos idóneos, que deben ser capaces de satisfacer las necesidades de nutrientes de cada edad. Por ejemplo:

En la juventud (18–40), se necesitan más alimentos energéticos que suministren las calorías necesarias para desarrollar un mayor trabajo físico.

Nutrientes energéticos :hidratos de carbono y grasas. Liberan energía con la que el organismo logra mantener sus funciones vitales (bombeo de sangre, respiración, regulación y mantenimiento de la temperatura corporal…) y además permite el desarrollo de la actividad.

• Hidratos de carbono: Constituyen la principal fuente de energía rápida para nuestro organismo. El organismo ha de transformar los hidratos de carbono en sus unidades básicas para que las células los puedan utilizar (glucosa).

Un aporte adecuado de este nutriente implica el mantenimiento del peso y la composición corporal, al impedir que se utilicen las proteínas como fuente de energía. Azúcar, almíbar, caramelo, jalea, dulces, miel, melaza, chocolate y derivados, repostería, pastelería, bollería, galletería, bebidas refrescantes azucaradas, fruta y su zumo, fruta seca, mermeladas.

Grasas: Constituyen la energía de reserva para nuestro organismo. Están formadas por carbono, hidrógeno y oxígeno, aísla el cuerpo e impide pérdidas excesivas de calor, envuelve órganos vitales como el corazón y riñones

Las grasas se clasifican según su composición y sus propiedades en: grasa saturada (origen animal principalmente, abundante en la carne, los huevos y los lácteos y de origen vegetal, en el aceite de coco y de palma), grasa monoinsaturada (origen vegetal, abundante en el aceite de oliva y aguacate) y grasa poliinsaturada (origen vegetal principalmente, abundante en los aceites de semillas, los frutos secos y origen animal, en los pescados azules).

Proteínas: Son el material fundamental para la construcción de nuestros tejidos

y necesarias para el crecimiento. Contribuyen al equilibrio orgánico al transportar grasas y oxígeno. Están contenidas en productos como la leche, carnes rojas, huevos y pescados. NO ESTAN FORMADAS POR ELEMENTOS

Minerales: son elementos químicos simples cuya presencia e intervención es imprescindible para la actividad de las células. Su contribución a la conservación de la salud es esencial. Se conocen más de veinte minerales necesarios para controlar el metabolismo o que conservan las funciones de los diversos tejidos. Hay algunos que se necesitan en mayor proporción y son los macrominerales (calcio, fósforo, sodio, cloro, magnesio, hierro y azufre). Los microminerales o elementos traza son también esenciales pero se necesitan en menor cantidad (zinc, cobre, yodo, cromo, selenio,

cobalto, molibdeno, manganeso y flúor, entre otros).

Al desgaste físico diario, se une el gran desgaste psíquico

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