VICERECTORADO ACADEMICO FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS

UNIVERSIDAD FERMIN TORO [pic 1]

VICERECTORADO ACADEMICO FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS

ESCUELA DE DERECHO

Seminario Motivacional

 (Informe Crítico)

ALUMNO: Richard Prinsime

                                                     C.I.: 27.896.758

                                                             SECCION: 2017/B

SAIA A

Barquisimeto, 2017

Partiendo de la lectura del material facilitado, la ética y los valores son parte fundamental tanto del abogado como del hombre mismo, ya que la ética según su traducción del griego y el latín es la ciencia de las costumbres, esta ciencia estudia la moral y sus sistemas como también los problemas relativos a la conducta humana.

La filosofía forma parte fundamental en la ética, nos permite analizar y definir los problemas que enfrenta el hombre buscándole un sentido más amplio, la filosofía puede definirse como una disciplina encargada de estudiar los problemas fundamentales de la actividad humana, la filosofía como toda disciplina tiene sus ramas, como lo son la gnoseología, que estudia el conocimiento y las clases de conocimiento; la epistemología, que estudia la esencia del conocimiento; la lógica que estudia los procesos deductivos o demostrativo; la axiología que estudia los valores como lo bueno, lo malo y lo justo; la ontología que estudia el ser de las cosas y de la realidad; la metafísica que es la ciencia del conocimiento de los principios primero y de las causas de las cosas; la estética que estudia el valor del arte y la belleza, y la antropología filosófica que estudia la ciencia humana correcta.

La ética y los valores en el abogado, recurriendo a los principios generales del derecho que estos aluden a la base del sistema jurídico en su totalidad, como lo son la equidad, la buena fe, la solidaridad y el respeto a los derechos humanos, entre otros, así mismo como el derecho puede definirse como el agente garantizador de la paz entre los hombres, del orden social, de la libertad de las personas, y el defensor de sus posesiones y su trabajo; un abogado sin ética no puede ser un abogado completo, ya que está garantiza que el mismo ejerza sus funciones de la manera correcta.

Los valores éticos del abogado constituyen su ser, debido a que de manera semejante con la ética estos dan al abogado el poder de escoger el rol que desempeña en la sociedad; la verdad, la honestidad, la lealtad y la responsabilidad pueden hacer del abogado un profesional apegado a sus principios.

La dignidad del abogado es parte de la ética del mismo, ya que está le permite actuar al margen de la ley y no faltar a sus principios morales, la dignidad del abogado siempre puede estar en tela de juicio, debido a que la misma está expuesta permanentemente a tentaciones y flaquezas, que pueden venir en forma de sobornos, engaños, hasta de deslealtad. Citando a Campillo Sainz en dignidad del abogado “El honor y la libertad del abogado están íntimamente ligados con su independencia. Su independencia frente al cliente, frente al magistrado o funcionario. Frente a amenazas y coacciones. Su independencia es señal de una conciencia recta. “en otras palabras, cuando un abogado logra independizarse de todos los factores que puedan poner en duda su dignidad, el mismo puede ser un profesional correcto.

El compromiso social y laboral de un abogado son parte fundamental de su trabajo ya que podría decirse que el abogado se debe a la justicia y eso significa tomar un compromiso social, debido a que muchas veces la justicia no va de la mano del pudiente, así mismo, el compromiso laboral obliga al abogado a casarse con el derecho, es decir, el abogado debe aceptar ser un profesional correcto, respetándose a sí mismo mediante la ética y a su entorno mediante los valores.

Citando a Carlos F. Cuadros en Ética de la abogacía y de ontología forense “no sólo es conducta inmoral la del abogado desleal, que tuerce la decisión de la justicia, armado de ardid es y engaños, lo es también la del abogado leal que sin embargo de su lealtad por temor al poder o conciliación, con el temor del cliente que no se enfrente a reconquistar el derecho, el derecho a la defensa, que es garantía e ínsita a la dignidad humana.” Refiriéndose con esto a que en ocasiones no importa la lealtad del abogado, si el miedo no lo deja cumplir con sus compromisos sociales y laborales.

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