VIDEO ELECTRONICS COMPANY
Enviado por rcarrascoabad • 22 de Julio de 2013 • 1.963 Palabras (8 Páginas) • 1.816 Visitas
Frank Simpson, presidente y accionista mayoritario de Video Electronics Company, empresa que está en su
decimo año de operaciones, enfrentaba el problema de adaptar su planta para satisfacer un aumento de la
demanda de producción como resultado de la expansión de la industria de aparatos electrónicos y de la
competencia creciente de otros fabricantes de la misma línea de productos. Aunque se triplicó el número de
empleados de la fábrica durante el último año, la producción por obrero disminuyó casi un 20%, mientras que
los costos aumentaron casi hasta el punto de equilibrio. En el trimestre precedente, las utilidades sobre ventas
fueron inferiores a 1%, y la utilidad sobre el capital invertido, menor al 3%. Estas tasas fueron la cuarta parte de
lo que Simpson consideraba normal.
La compañía contrataba principalmente mano de obra no capacitada, a la cual brindaba capacitación. Los
obreros no tenían sindicato. Todos recibían pago por hora, en vez de salarios con incentivos.
Simpson y unos cuantos amigos inversionistas fundaron la compañía para producir una línea restringida de
pequeñas partes electrónicas que vendían a otras empresas manufactureras. La empresa creció lentamente, de
modo que tenía apenas 105 trabajadores a comienzos del último año. Su reputación de calidad era excelente.
De hecho, fue la principal razón de una avalancha de pedidos de nuevos clientes durante la primavera del año
pasado, lo cual requirió que la empresa triplicara su fuerza laboral para julio. Simpson comentó: “No busco esos
pedidos”, Ellos llegan a nosotros. Aunque no quería que nos expandiéramos tan rápidamente, ¿qué puedo
hacer? Si se quiere estar en el negocio, es imposible decirle a los clientes que estamos demasiado ocupados
para venderles lo que quieren”.
La compañía tenía sus instalaciones en una localidad manufacturera de 15000 habitantes de una zona rural de
Nueva York, a unos 90 kilómetros de poblaciones más grandes. Se contaba localmente con suficientes
personas no capacitadas que podían ser contratadas por la expansión, la cual requería operar dos turnos en
vez de uno. Los pronósticos de los administradores indicaban que la expansión sería permanente, con la
posibilidad adicional de crecimiento moderado durante los siguientes cinco años o más.
Simpson de acuerdo con el consejo de administración, llegó a la conclusión de que era necesario crear el
puesto de gerente general de la planta, de modo que él (Simpson) pudiera dedicar más tiempo en tareas de alto
nivel, no ha corregir los problemas de producción. También sacó en conclusión que en las condiciones actuales
requería personal de ingeniería industrial, que pudiera hacer frente a los problemas actuales de producción y
brindar a la empresa el trabajo de desarrollo necesario para mantenerse delante de sus competidores.
Casi todo el personal de supervisión actual había estado con la compañía desde su fundación. Se trataba de
personas hábiles en su fase específica de las operaciones; pero Simpson sentía que ninguna de ellas tenía la
capacitación o los conocimientos globales de los problemas de la compañía para hacerse cargo de la gerencia
general de la planta.
Después de mucho pensar, Simpson decidió contratar a un gerente que no fuera empleado de la compañía.
Esa persona reportaría directamente ante él y tendría toda la responsabilidad de la producción y el desarrollo
del departamento de ingeniería industrial de alto nivel. Simpson convocó a una junta de todo el personal de
supervisión y explicó con detalles su decisión. Describió la necesidad de este plan de acción y resaltó que precisaba toda su cooperación. Los supervisores de mayor edad no parecían complacidos con la decisión. Pero
prometieron cooperar plenamente con el nuevo gerente general.
Unos cuatro meses después de la junta con los supervisores, Simpson encontró a una persona adecuada para
el puesto de gerente general, John Rider. Éste, de 36 años de edad, era un ingeniero mecánico que había
trabajado como supervisor general en una fábrica de productos electrónicos de Filadelfia. Una de sus primeras
tareas como director general era encontrar a alguien capacitado para desarrollar la función de ingeniería
industrial. Se contrató a Paul Green, ingeniero industrial de 31 años de edad que a la sazón trabajaba en el
departamento de ingeniería industrial de una gran compañía acerera de Pittsburgh. Tenía maestría en
administración de empresas, un buen expediente académico, baja con honores del ejército y dos años de
experiencia en el área.
Green y Rider consideraron que la compañía presentaba una mala situación en la utilización de
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