Viena
Enviado por Acedillo • 13 de Octubre de 2012 • Informe • 628 Palabras (3 Páginas) • 312 Visitas
Viena • El deportista austríaco de alto riesgo Felix Baumgartner está acostumbrado a romper los récords más audaces, pero mañana puede convertirse en una leyenda si consigue ser el primer hombre supersónico sin ayuda mecánica.
Este antiguo instructor de paracaidismo en los comandos de élite del Ejército austríaco y esporádico doble de películas de acción de 43 años pretende romper cuatro récords mundiales de un plumazo.
De lograr su objetivo se convertirá en el primero en superar la velocidad del sonido (más de mil 100 kilómetros por hora) sin ayuda mecánica, en arrojarse en paracaídas desde el lugar más alto -más de 36 kilómetros-, protagonizar la caída libre más larga (en total 15 unos minutos incluida la bajada en paracaídas) y subir en globo al punto más alejado de la tierra.
Sus récords anteriores, como el salto desde el edificio más alto del planeta, el rascacielos Taipei 101 (Taiwán), de 509 metros de altura, y de otros lugares emblemáticos como la estatua de Cristo en Río de Janeiro, resultan en comparación casi inocentes aventuras sin riesgo.
También ha sido el primero en cruzar el Canal de la Mancha en caída libre, desde Dover (Reino Unido) hasta Calais (Francia), y se ha tirado desde la mayor construcción de América Latina, la Torre Mayor de México.
Algunos de estos saltos eran además ilegales, lo que al desafío de aterrizar sano y salvo, se añadía en algunos casos una carrera desenfrenada para escapar de la policía y no acabar en un calabozo.
Su filosofía de vida se puede resumir en una frase que dijo tras completar el salto en Río de Janeiro: "No merece la pena morir en un salto. Pero al menos matarse saltando desde la estatua de Jesús tiene algo de gloria".
Con estos antecedentes no es necesario explicar su alias: Felix "sin miedo". "El miedo se ha convertido en un amigo cercano", ha contado recientemente.
Los riesgos del paracaidismo estratosférico, en los que cualquier error le puede costar la vida, no parecen atemorizarlo tampoco.
Ya en el Ejército dio muestras de su inconformismo, abandonó las fuerzas armadas porque no se sentía a gusto al estar sometido a la disciplina militar y tener que acatar algunas órdenes "estúpidas", según explicó una vez.
Desde 1988 ha colaborado con Red Bull, el actual patrocinador de la denominada "misión estratos", y que ha financiado la mayor parte de sus aventuras.
Un equipo médico y de expertos en ingeniería aeronáutica han desarrollado durante cinco años el proyecto estratos con Baumgartner, y la cápsula y el traje presurizado funcionaron el pasado julio cuando se lanzó desde más de 29 kilómetros de altura.
En caso de que todo vaya según lo previsto mañana sobre el desierto de
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