Zoonosis (Ébola)

El virus del Ébola como una zoonosis

Introducción:

El término zoonosis, se refiere a cualquier enfermedad transmitida de los animales hacía el hombre1

El campo interdisciplinario que emerge de la medicina y de la conservación que integra la medicina veterinaria y ciencias ambientales, se refiere en gran parte a zoonosis.

Estas enfermedades pueden ser transmitidas por diversos factores, que pueden ser por contacto directo con el animal enfermo por medio de fluidos corporales como sangre, saliva, orina, entre otros, o de otra forma, por la presencia de insectos que desempeñan el papel de intermediarios como lo pueden ser los mosquitos, las arañas, pulgas garrapatas etc. Cabe destacar que uno de los principales objetivos del médico veterinario zootecnista, es la inocuidad de los sistemas de producción así como el bienestar de los animales para evitar contagios infecciosos por medio del consumo de alimentos de origen animal, un ejemplo muy conocido podría ser la brucelosis también conocida como “fiebre de malta” causada por el virus Brucellaabortus.

Por otro lado, enfocándonos más al tema principal, otro ejemplo sería el virus del Ébola, que es un virus de la familia filoviridae, con forma lineal y filamentosa para el que hasta el momento no existe una cura que esté totalmente comprobada y los tratamientos son solo para hacer más leves los síntomas y así reducir de alguna forma la posibilidad de muerte de las personas infectada.

“Según los datos hasta ahora conocidos, la enfermedad por el virus del Ébola es considerado como una zoonosis, es decir, una infección de origen animal que por algunas razones en proceso de esclarecimiento ha pasado al ser humano. También fue una zoonosis la llamada gripe o influenza española, fiebre que a principio del siglo XX se llevó a la tumba al menos a 50 millones de personas, sobre todo en Europa. Se trató de una gripe de las aves, una gripe aviar”2

Desarrollo:

Dicha infección que ha impactado al mundo entero, y que hasta la fecha sigue causando psicosis y miedo a nivel global, proviene de la coexistencia humana con ciertos animales, como monos, murciélagos e incluso cerdos, y como ya se ha mencionado anteriormente, por el consumo de productos de origen animal de estas especies, siendo en este caso, el consumo de carne por parte de las personas que habitan en países como la República democrática del Congo, Liberia, Nigeria y Sierra Leona, por todo lo anterior, las autoridades sanitarias (incluyendo médicos veterinarios y humanos) recomiendan evitar dichas situaciones, pero debido a la deplorable condición de aquellos países en el occidente africano, es muy difícil concientizar a los habitantes para que dejen de consumir estos animales (que sin saberlo podrían estar infectados de Ébola), cuando no tienen otra forma de alimentarse más que de la caza de estos.

Los animales infectados que se consumen, solo se les puede ser detectado el virus mediante exámenes de laboratorio, ya que estos solo son reservorios del virus y no presentan síntomas, a este tipo de sujetos se les conoce, como portadores asintomáticos, ya que pueden ser considerados como los aspersores del virus sin que afecte la vida de estos.

Aún y cuando las similitudes del Ébola con otras zoonosis son muy notorias, se sabe que afortunadamente la enfermedad no es muy contagiosa, pues para la infección hace falta que la persona esté en contacto directo con un animal u otra persona que ya ha sido infectada, y como ya se dijo, que tenga contacto con fluidos corporales como pueden ser la saliva, heces fecales, orina, sangre e incluso semen, como ha sucedido con el personal y los médicos involucrados en atender a estas personas.

El riesgo de infección se acentúa aún más cuando no se siguen las medidas sanitarias necesarias ya que cuando los síntomas de la enfermedad empiezan, solo se observan el aumento de temperatura corporal, cefaleas, hiporexia, debilidad y dolores musculares y

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