Proyecto mindfulness (Atención plena)

PROYECTO MINDFULNESS (ATENCIÓN PLENA)

1.- INTRODUCCIÓN

Los problemas que enfrenta la educación actual son complejos, a menudo provocan que estudiantes y educadores se desorienten, es hora de asumir responsabilidades y de cultivar otras habilidades como el autoconocimiento, la regulación de las propias emociones, habilidades interpersonales, la tolerancia, el respeto y el amor hacia uno mismo y hacia los demás, e incluso, ciertas habilidades cognitivas, entre las que destaca la atención.

El foco de la práctica educacional basada en Mindfulness se sustenta en investigaciones neurocientíficas sobre las prácticas contemplativas.

El cerebro es el órgano clave en el cuerpo y está diseñado para cambiar en respuesta a las experiencias de entrenamiento, a este fenómeno se le conoce hoy en día como neuroplasticidad. Podemos entrenar la mete y cambiar nuestros cerebros y cuerpos en dirección a una mayor capacidad atencional, calma emocional, consciencia y cuidado de los otros con la práctica de Mindfulness.

Gracias a la cooperación en actividades de mindfulness entre familias y docentes será más fácil potenciar estas habilidades y mejorar algunas de las carencias o dificultades de los alumnos. Ellen Langer1 propone el “aprendizaje consciente” para que sea más efectivo, placentero y estimulante, promoviendo la participación activa del aprendiz en el proceso. El objetivo del aprendizaje es dejarnos en un estado de incertidumbre saludable que nos ayudará a detectar proactivamente los elementos nuevos, nos invita a buscar soluciones. Es necesario cultivar un estado mental flexible que nos permita percibir activamente cosas nuevas.

Para D.Siegel (2007) un buen educador actúa como un córtex auxiliar externo, prestando atención a la narrativa verbal y no verbal del alumno en el momento presente. Ante una situación poco agradable, el educador actuará con actitud mindfulness, sin ideas preconcebidas, indagando sobre aquellos aspectos que aparecen en adecuada sintonía con el alumno, facilitando la relación entre ambos y la relación del alumno consigo mismo, creando un ambiente de confianza en el que el alumno estará abierto a nuevas experiencias y a los retos propuestos por el profesor.

Mindfulness es un proceso de entrenamiento atencional que nos hace más conscientes y nos permite sintonizar con el entorno y las personas que nos rodean, y con lo que está ocurriendo dentro de nuestro cuerpo y de nuestra mente, momento a momento. Es una clase de consciencia centrada en el presente, no condenatoria, en la que cada pensamiento, sentimiento o sensación que surge en el campo atencional es reconocido y aceptado tal y como es.

La Compasión es el aspecto nuclear afectivo de Mindfulness. Se define como la capacidad de todo ser humano de abordar los momentos de dolor, fracaso, frustración e inadecuación propios y ajenos con una actitud profunda de ternura, amabilidad y solidaridad que se une a una intención espontánea de aliviar el sufrimiento.

2.-JUSTIFICACIÓN

Mindfulness se aplica a la educación para cultivar un estado mental flexible que nos permite percibir activamente cosas nuevas, ser sensibles al contexto e implicarnos en el presente.

Es importante el compromiso personal con la práctica del mindfulness para poder llegar a comprender realmente en qué consiste, así como experimentar lo que ocurre cuando se practica. El docente, la madre o el padre ha de ocuparse de sí mismo para poder ocuparse de su alumno o hijo. Podemos y debemos desarrollar habilidades para lograr tranquilizarnos, reducir el estres y pacificarnos para mejorar nuestra calidad de vida y para educar mejor. La consciencia es imprescindible, ser conscientes supone percatarnos o advertir lo que ocurre dentro y fuera de nosotros, darnos cuenta, atender, observar nuestros propios pensamientos, emociones y sensaciones corporales, implica la consciencia del mundo que nos rodea. Se trata del cultivo de una consciencia no reactiva, contemplativa y llena de sabiduría, nos enseña a relacionarnos con nosotros mismos de una forma más saludable.

El desarrollo de la consciencia nos permite trascender nuestros pensamientos, emociones y sensaciones (no soy mi pensamiento, ni mi emoción, ni mi sensación). Nuestra consciencia nos permite dejar de reaccionar compulsiva y agresivamente ante lo que ocurre dentro y fuera de mi.. Ser conscientes también nos brinda la oportunidad de desarrollar cierta sabiduría y sentimientos de amor y respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás.

MINDFULNESS

Ya hemos definido anteriormente lo que es mindfulness, ahora hablaremos de cómo se practica.

El mindfulness no se explica , se vive y se hace a través de la meditación desde una perspectiva completamente laica, científica.

La meditación, corazón del mindfulness, es una técnica cuyos componentes principales son la concentración y la atención consciente de la mente. Su práctica regular nos permite alcanzar un estado en el que el cuerpo está relajado, la mente se encuentra tranquila y concentrada de manera que podemos percibir las sensaciones del momento presente. Debemos centrar o focalizar nuestra atención en un estímulo (respiración, imagen, sonido…) y hacer de éste nuestro objeto de meditación y así distanciarnos de nuestros pensamientos, obsesiones y preocupaciones.

El estado meditativo es diferente del estado de relajación o sueño, durante su práctica se produce un incremento del nivel de alerta en lugar de una reducción.

Durante la meditación la mente, a la vez que está relajada, está también atenta. La tensión y la ansiedad se reducen, nuestro ritmo cardiaco y metabólico disminuyen y se produce un incremento de la atención y de la capacidad de concentración.

En lugar de explicar cómo hacerlo se les enseña, a profesores, alumnos y familias, a través de la experiencia directa. Se trabaja con la práctica, no con la teoría. Esto permite tomar decisiones más precisas, incluso en momentos de estrés.

Existen estudios (Jha, Krompinger y Baime,2007; Valentine y Sweet, 1999) en los que se constató que la práctica de la meditación consigue nuevas conexiones neuronales que cambiarán la actividad y los procesos mentales, potenciando todas las capacidades cognitivas al adquirir la habilidad de ejercitar de forma metódica la atención y la concentración mental, muy útil para el aprendizaje de alumnos con TDHA.

La meditación mindfulness no se centra en un objeto, observa qué predomina en la conciencia en cada momento, nos ayuda a ver con claridad, a conocernos a nosotros mismos y lo que nos rodea. Para llegar a este estado empezamos con una meditación concentración, centrando nuestra atención en un objeto y educando a la mente para alcanzar el nivel de calma necesario.

Kabat-Zinn (2003) señala siete elementos primordiales relacionados con la actitud hacia la práctica de la atención plena (mindfulness)

• No juzgar: limitarse a observar el flujo de pensamientos y juicios y dejarlos ir.
• Paciencia: permitir que las cosas sucedan a su debido tiempo.
• Mente de principiante: para ver el momento presente, ver las cosas como si fuera la primera vez y estar abierto a todo.
• Confianza: en uno ismo y en sus sentimientos.
• No esforzarse: meditar es el no-hacer.
• Aceptación: ver las cosas como son en el presente.
• Ceder, dejar ir o soltar: dejar la experiencia tal y como es, no elevarla ni rechazarla.

OBJETIVOS GENERALES

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