Las diferentes formas de la actuación administrativa

TEMA 1. LAS DIFERENTES FORMAS DE LA ACTUACIÓN ADMINISTRATIVA.

Las administraciones públicas cumplen funciones muy heterogéneas y desarrollan competencias que van desde el urbanismo a la educación, pasando por la energía o la protección del medio ambiente. Este conjunto de funciones y actividades se clasifican en una serie de categorías que determinan el régimen jurídico aplicable; son las conocidas como modalidades de actuación administrativa, a las que dedicamos este tema.

Policía: Por policía se entiende la actividad dirigida al control del cumplimiento por los ciudadanos de la  legalidad que disciplina su concreta actividad privada, es decir el ejercicio de sus derechos y libertades. (Ordenación, limitación , condicionamiento y control de la actividad privada. Carnet de conducir.)

Fomento:  La actividad de fomento implica la concesión de ayudas, normalmente de carácter económico, a los  particulares para apoyar una determinada actividad privada que se considera redunda en beneficio de  los intereses públicos, sin que la misma sea asumida por la Administración Pública. Estímula en definitiva las acciones de los particulares hacia fines de interés público, por ejemplo subvenciones para la contratación de personal indefinido.

Servicio público: El servicio público supone la existencia de una organización directamente dispuesta para la prestación por la Administración , de forma directa o indirecta de servicios indispensables para la colectividad o regular y continua de una utilidad uti singulis los particulares.

Gestión económica o empresa pública: Por último, la actividad de gestión económica industrial o comercial, consiste en una actividad  desarrollada a través de empresas u operadores que son propiedad de una Administración. Actualmente, si bien existen otras fórmulas, este modelo de clasificación sigue siendo válido aunque  con ciertas matizaciones o modulaciones.  (p.e correos)

Otras formas de actividad: Comentar, por último, que existen asimismo otros modos de actuación, como la información, la  planificación y el arbitraje que completan el esquema clásico, y que también tienen características  propias de identificación, función y finalidad.

También hay principios de intercambiabilidad e interpretabilidad.

- PRINCIPIO DE INTERCAMBIABILIDAD: hace referencia a que los fines que puede perseguir un determinado tipo de actividad administrativa, pueden conseguirse también por otro tipo distinto de actividad, o lo que es lo mismo, que un determinado fin puede conseguirse por más de una forma de actividad, siendo , en definitiva el criterio político el que decide el empleo de uno u otro tipo.  Así, por ejemplo, si el fin perseguido es eliminar una determinada actividad privada, lo que  institucionalmente debería conseguirse mediante una prohibición, es decir una actividad de limitación  o de policía, puede también conseguirse mediante el llamado fomento negativo, por ejemplo  imponiendo impuestos o recargos sobre dicha actividad que no la hagan rentable. Y el mismo fin,  puede conseguirse mediante medidas de fomento positivo, por ejemplo, subvencionando el coste de  reemplazar la actividad que se quiere prohibir por otra que se considera más adecuada.

- PRINCIPIO DE INTERPRETABILIDAD: De la misma forma, una determinada actividad puede estar penetrada  por potestades que corresponden institucionalmente a otro tipo de actividad distinto. Por ejemplo, lo  esencial de la actividad de fomento, caso de la subvención, es la ayuda a la actividad subvencionada,  pero en el régimen jurídico de las subvenciones se dan también prohibiciones, que parecen ser propias  de otro tipo de actividad, la de policía en concreto. Es el caso de la prohibición de recibir más de una  subvención para la misma actividad. Y por otra parte, las técnicas de servicio público y fomento  aparecen filtradas por potestades de la Administración Pública que surgieron históricamente en la  actividad de policía, por ejemplo la potestad de inspección, o la potestad para establecer infracciones y  sanciones administrativas.

Las modalidades de actuación administrativa son intercambiables. Eso significa que la administración puede elegir cuál es la idónea para lograr sus objetivos y ejercer sus competencias. Por ejemplo, la atención sanitaria se podría prestar tanto en modalidad de servicio público como a través de empresa pública.

Incluso se pueden escoger varias modalidades de forma simultánea.

Las administraciones públicas deciden a través de que modalidad de actuación pretenden conseguir sus fines.

1. LA ACTIVIDAD DE ORDENACIÓN O POLICÍA Y SUS TÉCNICAS. EN ESPECIAL, LA AUTORIZACIÓN ADMINISTRATIVA

En sentido amplio, la "policía administrativa", como la llamamos comúnmente, abarca todas las disposiciones legales que otorgan a las administraciones públicas la capacidad de supervisar las acciones de los ciudadanos y los agentes económicos. Este control se lleva a cabo mediante diversas técnicas de evaluación o verificación de las actividades de estos actores, permitiendo así habilitar, condicionar o incluso prohibir el ejercicio de sus derechos. Es decir, se trata de un conjunto de normativas legales que facultan a la Administración Pública para intervenir en la vida de los ciudadanos y los agentes económicos, controlando sus acciones a través de autorizaciones que les permiten realizar ciertas actividades, o condicionando su comportamiento, e incluso llegando a prohibirlo. En resumen, la policía administrativa de alguna manera regula la vida de los ciudadanos, supervisando y limitando las actividades que pueden o no llevar a cabo.

En sentido estricto, la policía administrativa se identifica con la estructura de la administración que se encarga de preservar el orden y la seguridad ciudadana, mediante la actuación de agentes de la autoridad integrados en los distintos cuerpos policiales. Sin embargo, la noción de policía administrativa no se limita a este significado, sino que alcanza otras muchas técnicas de intervención.

Autorizaciones y otros títulos habilitantes

Mediante la autorización administrativa (licencias y permisos), también conocida como "título habilitante", las administraciones regulan diversas actividades ciudadanas, como la apertura de negocios, la realización de obras, la caza, la conducción, entre otras, estableciendo condiciones para su ejercicio. Estas autorizaciones son actos administrativos favorables que permiten a la administración verificar la legalidad, adecuación e idoneidad de los derechos y actividades de los ciudadanos antes de su ejercicio. Si el particular cumple con los requisitos, la administración otorga la autorización correspondiente, actuando así como un control previo sobre la actividad. Es decir, los particulares no pueden ejercer su derecho hasta que obtengan el título habilitante correspondiente. Estos títulos habilitantes, como licencias, permisos o autorizaciones, son herramientas que permiten a las administraciones verificar de antemano que un derecho se ejerza de acuerdo con las leyes vigentes, reduciendo así el riesgo de daño para otros derechos o intereses. En resumen, los títulos habilitantes son mecanismos utilizados por las administraciones para controlar y regular las actividades ciudadanas antes de su ejecución.

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