Brechas en la educación

“Brechas en la educación”

Atziry J. Otero

Escuela Normal Superior Pública del Estado de Hidalgo

Xochitl Hernández Leyva

09 de enero del 2023

“Brechas en la educación”

¿Por Qué Hablamos De Las Brechas En Educación?

En México, el sistema educativo no es un maestro imparcial, porque no le es posible eliminar por completo el peso de las circunstancias de las que viene cada estudiante sobre sus logros en el trayecto escolar. Las circunstancias de origen de los estudiantes mexicanos definen, en buena medida, sus perspectivas a futuro.  Es necesario plantear estrategias proactivas para contrarrestar los efectos que la desigualdad socioeconómica impone sobre los logros de los niños y jóvenes.

Para contribuir a disrumpir el ciclo que transmite la desigualdad de una generación a la siguiente, los esfuerzos del sistema educativo deben dar prioridad a lograr que todos los alumnos alcancen, por lo menos, un nivel de aprendizajes básicos. La educación no puede cooperar en la disminución de la desigualdad si no les brinda a todos los mexicanos las habilidades necesarias para participar en la economía y la sociedad modernas.

Para lograrlo, los sistemas educativos deben contar con docentes capaces, motivados y apoyados; administradores competentes y eficaces; escuelas con todos los recursos necesarios, entre muchos otros aspectos. La inversión en el desarrollo infantil temprano es una estrategia adicional que es fundamental resaltar, tanto por su impacto sobre los más desaventajados, como por los rezagos de México y otros países en el tema. Intervenir en esta etapa de la vida de los mexicanos, que va de los 0 a los 5 años, es decisivo para contener las brechas de desigualdad entre los alumnos antes de que sean demasiado anchas.

Entonces es importante mencionar que la educación es un derecho fundamental que todas las personas deben tener acceso, como lo menciona el artículo tercero de la constitución, sin embargo, a pesar de los avances en el acceso a la educación, aún existen diversas brechas que impiden a ciertos grupos de personas alcanzar un nivel de educación adecuado. Estas brechas pueden ser de género, raza, origen socioeconómico, geográfico y discapacidad, entre otras y es por eso por lo que, en este breve ensayo, se explorarán las brechas más comunes y su impacto en la educación, así como posibles soluciones para minimizar o eliminar estas barreras. (CPEUM, Art. 3°).

Brecha de la infraestructura educativa.

Una de las brechas más evidentes es la de infraestructura educativa. En muchas regiones de México, especialmente en áreas rurales, las escuelas carecen de las condiciones mínimas para garantizar una educación de calidad. Falta de aulas, de materiales educativos, de profesores cualificados o de servicios básicos como el agua o la luz eléctrica son algunos de los obstáculos que enfrentan los estudiantes y que dificultan su aprendizaje, pero de acuerdo con la normatividad en educación que se encuentra contenida específicamente en la Ley General de Educación (2021) haciendo referencia al artículo 3° Constitucional, establece que el Estado debe garantizar la calidad en la educación obligatoria mediante “…los materiales y métodos educativos, la organización escolar, la infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y los directivos…” (CPEUM, Art. 3°). Esto significa que la noción de calidad en la educación obligatoria incluye, como uno de sus componentes centrales, la mejora de la infraestructura educativa; el derecho a una educación de calidad, por lo tanto, pasa también por el derecho a una infraestructura digna, pertinente y suficiente para cubrir las necesidades de los educandos.

Brecha de género.

Otra brecha significativa es la de género, esta se refiere a las desigualdades entre niños y niñas en términos de educación, oportunidades y resultados académicos. Aunque la educación debe ser un derecho universal, la realidad es que los niños no tienen acceso a la misma educación de calidad debido a factores sociales, culturales y económicos, comprobado con el II Conteo de Población y Vivienda 2005 (INEGI, 2008), el cual dice que de cada 100 mujeres 10 no tienen escolaridad; mientras que de cada 100 hombres 7 no tienen grados aprobados. El porcentaje de población alfabeta ascendió a 93 en el caso de los hombres de 15 años y más y a 90 en el caso de las mujeres y para la población indígena este indicador fue considerablemente más bajo: 76.7 para el caso masculino y 60.2 para el femenino.

Una de las principales causas de la brecha de género escolar es la discriminación y la desigualdad de oportunidades. A menudo, las niñas son discriminadas en el hogar, en la escuela y en la comunidad. Esto puede ser debido a estereotipos culturales y sociales que consideran a las niñas menos capaces o dignas de educación que los niños. Además, las niñas a menudo son marginadas de oportunidades educativas debido a la falta de recursos financieros o la necesidad de trabajar para contribuir a la economía del hogar.

La brecha de género escolar también se refleja en los resultados académicos. A menudo, las niñas obtienen peores resultados académicos que los niños. Esto puede deberse a la falta de acceso a la educación de calidad, a la discriminación en el aula, o a la falta de apoyo y motivación.

Para abordar esta brecha de género escolar, es necesario adoptar un enfoque multifacético. Por un lado, es importante garantizar que las niñas tengan acceso a la misma educación de calidad que los niños. Esto puede lograrse mediante políticas y programas que promuevan la igualdad de género y la eliminación de la discriminación. También es necesario asegurar que las niñas tengan acceso a recursos educativos, como libros y materiales, y que se promueva el desarrollo de habilidades y competencias en ellas.

Además, es importante fomentar la motivación y el apoyo para las niñas en el aula. Esto puede incluir programas de mentoring, proyectos de investigación y programas de enriquecimiento académico. También es esencial involucrar a las familias y a la comunidad en el proceso de mejorar la educación de las niñas.

Brecha digital.

El origen del concepto de brecha digital surgido en la época en que se inicia el proyecto Minitel en Francia a finales de la década de los 70 y principios de los 80. Este proyecto contempló la sustitución de la distribución de directorios telefónicos impresos por unos equipos de cómputo a manera de terminales muy simples que permitían búsquedas de números telefónicos de una base de datos electrónica (Boletín de Política Informática, 2003). No toda la población se favoreció de este sistema.

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