El sonido de las letras según el constructivismo

Sobre el sonido de las letras

El sonido de las letras

En nuestra lengua poseemos grafemas que le corresponden varios fonemas, como es el caso de la “C” que se corresponde con los fonemas /K/ /S/. Se utilizan para dos grafemas un solo fonema como en el caso de “B”; “V”, para /B/. Algunos fonemas, se corresponden con más de un grafema, como es el caso de “S”, “C”, “Z”. Contamos con dígrafos, o 2 grafemas que se corresponden juntos con un solo fonema. Grafemas que son morfemas, fragmentos mínimos capaces de expresar significado, y/o determinar género y número o quizás coincide con un lexema, unido a uno modifica su sentido. Sabemos que no todas las letras “suenan” (como la “hache” o la “u” en las sílabas “que”- “qui”) ni tampoco pueden aislarse siempre mientras hablamos: “sólo las vocales y algunos fonemas consonánticos son aislables al nivel de la emisión: podemos prolongar un sonido como /s/ o /f/, pero no podemos ni prolongar ni pronunciar aisladamente un sonido como /p/, /k/, ni mucho menos grupos consonánticos como tales)” (Ferreiro, 2004, p.10).  Pero aunque la “S” pueda prolongarse en algunos casos, siempre es válido el ejemplo de aislar su sonido en las palabras SAPO, MOSCA y ESTO, o esta misma letra en las frases: “VAMOS A VISITAR”, “VAMOS JUNTOS”, “VAMOS TARDE”. Es evidente que forzamos un sonido que no es el que las y los niños escuchan en la emisión oral.

Profundizando sobre qué es escribir

Podemos asegurar que nuestra escritura alfabética no es un código de transcripción del habla sino un sistema más complejo, que si bien abarca lo perceptivo, motriz, fonético va más allá de una mera práctica vocal u oral. Desde la perspectiva que estamos sosteniendo, escribir implica mucho más que transcribir unidades aislables en el habla (fonemas) en marcas trazadas (grafemas). Escribir por sí mismos es resolver problemas. Es decidir cuántas letras, cuáles y en qué orden escribirlas. Desde esta perspectiva, podemos afirmar que las y los niños están escribiendo desde sus primeros acercamientos al sistema de escritura, cuando piensan en producir enunciados diferentes y utilizan cadenas de letras distintas, ni tantas como para llenar el renglón ni tan pocas como para que no diga nada (mínimo tres letras) en una escritura presilábica. Quizás al guiarse por la pauta sonora del habla, representan sílabas con una sola letra trazando escrituras silábicas. O tal vez escriban de manera alfabética, aunque no coloquen todas las letras necesarias, acercándose a la escritura convencional.

En síntesis

Los niños empiezan a escribir cuando trazan marcas en un papel para que diga algo. Es decir, desde antes de aprender las letras y sus posibles sonidos ya están escribiendo. Los niños irán avanzando inmersos en la cultura escrita, las intervenciones docentes, su propio interés, el resto del repertorio de letras y los resultados de las combinaciones posibles.

Intervenciones posibles en escrituras cuasi alfabéticas

Para promover avances en su conceptualización de la escritura podríamos:

• Pedir la lectura de sus escrituras con señalamiento detenido y ajustado.
• Realizar tapado de partes preguntando “qué dice acá”
• Escribir palabras que empiecen o terminen con el sonido a escribir y comparar su escritura.
• Acercarle las letras de esas palabras y decirle que no puede sobrar ninguna. También se podría ofrecer varias sílabas posibles y que pruebe con la lectura de cada una (por ejemplo, para REGLA: RE- GA/GLA/GAL).
• Otra posibilidad de intervención podría ser acercarle la M (en SOMBRILLA) y decirle: “esta letra va en esta palabra. Pensá dónde debería ir y corregila”.

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