El Nombre O El Sonido De Las Letras.
Enviado por benyipg • 23 de Febrero de 2015 • 462 Palabras (2 Páginas) • 306 Visitas
El nombre o el sonido de las letras.
No hay duda que sin el conocimiento del nombre de las letras, la lectura y la escritura no podrían llevarse a cabo. Desde la antigüedad la enseñanza de las mismas se ha basado en el reconocimiento de sus nombres, es por ello que la mayoría de los maestros pasan por la gran tentación de comenzar alfabetizar con el nombre de las letras. Esta situación ha generado múltiples polémicas entre los lingüistas de la actualidad, pues, ellos promueven que se debe iniciar el proceso de alfabetización con el sonido de las letras no con su nombre.
Según Teberoski y Martínez, el aprendizaje del nombre de las letras es algo práctico que el niño va aprendiendo en el diario vivir con las personas que le rodean, por lo que entendemos que no es necesario empezar la enseñanza de lectura y escritura con el nombre de las letras. El maestro debe despertar en el alumno, a través de la práctica, la utilidad de las mismas para la adquisición de la lengua oral y escrita.
Años tras años el maestro experimenta diferentes propuestas con el propósito de alfabetizar de una forma más fácil y placentera, sin embargo, al final de la misma descubre que no es la más apropiada por lo que decide dejar esa y comenzar una nueva.
Es por ello que Salgado demuestra con ejemplos claros, la disfuncionalidad de las diversas estrategias que se han llevado a cabo con el pasar de los tiempos con el fin de alfabetizar a niños y niñas.
Algunas de esas estrategias han sido, el enseñar las letras a través de su nombre, recortar de los diarios, revistas o folletos las letras enseñadas, el desarrollo de la lateralidad, ofrecer una serie de dibujos para identificar con que letra inicia y con qué letra termina la palabra, pero sin lograr alcanzar la alfabetización. Él mismo afirma que esos métodos solo se deben usar para enseñar español a extranjeros y que ya ni para ellos son efectivos. A consecuencia de esto, los autores ya mencionados proponen que el proceso de enseñar a leer y escribir se debe comenzar por el valor sonoro de las letras y no por su nombre.
Estamos totalmente de acuerdo con los autores, ya que los niños traen consigo un conjunto de conocimientos previos que han adquirido por ser hablantes de la lengua, entre ellos la articulación oral de las palabras, los significados de las palabras que transmiten, entre otras. Por esta razón los maestros debemos iniciar la alfabetización partiendo de diálogos con los niños sobre situaciones que se le presenta en su entorno, a través de textos funcionales propios de su edad e interés y partiendo de palabras del contexto no de la fragmentación.
...