Etapas de la escritura

Etapas de la escritura

Para que un niño pueda desarrollar la habilidad de escribir, es decir, plasmar trazos en un papel, es necesario que atraviese una serie de etapas de aprendizaje relacionadas con su crecimiento y madurez. Estas etapas comienzan antes de la escolarización y continúan a lo largo de su experiencia educativa.

Etapa primitivo o indiferenciado

En esta etapa, la escritura para los niños implica imitar los trazos característicos del estilo de escritura que reconocen como la forma básica de escribir. Es decir, si está familiarizados con la escritura en letra imprenta o cursiva, intentarán replicar letras, números separados o trazar líneas onduladas con curvas similares a letras cursivas. En este periodo, algunos infantes pueden tener dificultades para distinguir entre escribir y dibujar, por lo que podrían realizar garabatos y afirmar que están escribiendo algo específico. Además, es interesante notar que los niños suelen ajustar el tamaño de las letras de acuerdo al tamaño real de los objetos a los que se refieren. Por ejemplo, podrían escribir la palabra “hormiga” con letras pequeñas y “oso” con letras grandes, a pesar de que la palabra “oso” sea más corta (Galbarani, p.9, 2022).

Etapa presilábica o diferenciada

En esta etapa, los infantes comienzan a desarrollar la habilidad de distinguir entre sus dibujos y escritos, siendo crucial que haya una diferencia evidente entre las dos para que puedan leer cosas diversas. Durante esta fase, los trazos se asemejan más a las letras convencionales, aunque todavía se asemejan a "pseudoletras". Se exploran dos hipótesis: la de tener un número mínimo de formas gráficas y la de variar los trazos. Además, se nota que los niños aprenden a escribir una letra y luego la aplican en todas las palabras que se les pide escribir, incluso si esa letra no aparece en la palabra. Además, repiten las letras en la misma palabra. En este contexto, surgen dos tipos de respuestas opuestas por parte de los niños. Por un lado, algunos experimentan un "bloqueo" al intentar escribir, argumentando que no saben cómo hacerlo porque aún no les han enseñado. Por otro lado, otros utilizan los modelos que han aprendido para anticipar nuevas escrituras. Aunque este modelo sigue las mismas características del anterior, las letras se identifican con mayor facilidad y hay una mayor disponibilidad de formas gráficas para utilizar (Angeles Alva, p.11, 2022).

Etapa silábica

En esta fase, los niños intentan asignar un sonido a cada letra que forma una palabra escrita. En otras palabras, asocian cada letra con una sílaba específica. Este período se divide en dos subfases: una en la que escriben letras que tienen un valor sonoro convencional y otra en la que las letras no tienen ese valor. En la escritura sin valor sonoro convencional, las letras que escriben no tienen correspondencia a las sílabas de las palabras. Por otro lado, en la escritura silábica de valor sonoro convencional, utilizan letras que se relacionan con las sílabas de la palabra. Algunos estudiantes empiezan a escribir las vocales de las palabras, por ejemplo, en la palabra "pato" podrían escribir "ao", mientras que otros también incorporan algunas consonantes, por ejemplo, "po" (Perero Guale, p.12, 2022).

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