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Caso práctico. La contratación de un profesor


Enviado por   •  1 de Julio de 2024  •  Documentos de Investigación  •  1.926 Palabras (8 Páginas)  •  24 Visitas

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Asignatura

Datos del alumno

Fecha

El Liderazgo Educativo para la Dirección

Apellidos:

Nombre:

Caso práctico. La contratación de un profesor

Objetivos

  • Analizar la información que proporciona la lectura de la situación, conectándola con los conceptos vistos en la asignatura.
  • Reflexionar en relación a los principales elementos clave que la dirección tendría que manejar para preparar la negociación con los candidatos, identificando la mejor estrategia negociadora posible.
  • Proponer alternativas posibles en base a argumentos objetivos y teniendo en cuenta los contenidos vistos en la asignatura.
  • Reconocer el marco normativo que soporta la gestión del talento humano en una institución educativa privada.

Pautas de elaboración

Las instituciones educativas viven situaciones de conflicto de manera permanente. Parece, pues, indispensable desarrollar herramientas para la negociación, de modo que esas situaciones se conviertan en oportunidad de crecimiento y mejora. Para ello, la dirección debe aprovechar y potenciar sus habilidades innatas reforzando, al mismo tiempo, conocimientos que le permitan desarrollar estrategias de negociación para tomar decisiones adecuadas.

La actividad que se plantea a continuación describe una situación en la que la dirección debe diseñar una estrategia de negociación que le permita tomar una decisión lo más acertada posible basándose en argumentos objetivos y de acuerdo con sus necesidades.

Situación

Nos encontramos en el departamento de Cundinamarca, específicamente en la ciudad de Zipaquirá. El rector del colegio privado (calendario B) «Gimnasio Campestre El Horizonte», que llevaba poco más de un año en el cargo, propuso en el último Consejo Directivo la necesidad posicionar mejor al instituto en la ciudad. Entre otras cosas, planteó la posibilidad de incorporar algún profesor con carisma y reputación, para que diese mayor visibilidad a la institución educativa. La idea prosperó, no sin la oposición de algunos miembros del Consejo Directivo con gran influencia en las decisiones financieras de la Institución educativa. Poco más de la mayoría de los asistentes aprobó el proyecto de contratar a algún profesor estrella. Al rector se le recordó que el margen de maniobra económico era muy escaso y que de lo que se trataba no era de generar agravios comparativos entre los profesores de la institución educativa, sino conseguir que fuese un aglutinador, un referente, que pudiese arrastrar a más profesores y atraer a familias y alumnos al colegio.

La ciudad de Zipaquirá estaba atrayendo cada vez más a familias de toda la región andina que se establecían en la ciudad. La media de edad de la ciudad, ya de por sí baja, bajó más en los últimos años. Era una ciudad joven y los centros educativos se disputaban por atraer a niños y jóvenes.

El colegio en cuestión fue durante muchos años un centro de referencia de la ciudad. Gestionado en sus inicios por religiosos cristianos, con el tiempo se distanció de cualquier confesión religiosa, aunque mantenía, estratégicamente, sólido lazos con la comunidad católica, mayoritaria en el país. Por este centro pasaron las familias más acomodadas y las clases sociales emergentes. El actual alcalde de la ciudad fue alumno del centro.

El colegio siempre tuvo un gran prestigio por su enfoque pedagógico y cultural. Durante décadas, fue considerado de vanguardia por el posicionamiento librepensador y comprometido el desarrollo social de la ciudad. En los últimos tiempos perdió visibilidad, fundamentalmente, por tres motivos:

  • Aparecieron nuevos centros educativos.
  • La movilidad de la población aumentó.
  • Los estudiantes de familias acomodadas se iban de Zipaquirá para formarse, muchos incluso iban a otros países.

Aun así, haber sido alumno o profesor de él —o seguir siéndolo— confería prestigio y era garantía de seriedad y buena formación.

El instituto en cuestión goza de unas cuentas saneadas, tiene una deuda financiera asumible, pero con el compromiso de no ampliarla en los próximos cinco años. Los diferentes edificios con que cuenta la institución son propios, están en buen estado y catalogados de interés cultural y patrimonio arquitectónico por la Unesco. De tanto en tanto, se reciben visitas concertadas para admirarlos, sobre todo de turistas extranjeros. Aun así, el colegio viene perdiendo estudiantes desde los últimos años. La crisis económica que atraviesa el país también está dejando su huella. Hay poco trabajo y menos recursos.

El rector tenía en mente un par de profesores oriundos de la región que habían destacado por diversas razones. Ambos estuvieron años en el extranjero. Una, en Francia, y otro en Túnez, y volvían a la ciudad para establecerse con sus familias. Su experiencia y prestigio estaba fuera de duda. Eran conocidos por haber aparecido en diversas ocasiones en la televisión del país. Ambos eran renombrados profesores, doctores y con publicaciones en su haber.

La profesora que venía de Francia era experta en filosofía y se había posicionado claramente en el campo de los estudios culturales latinoamericanos. Entre la clase dirigente de la región era respetada y aceptada. Se le consideraba una buena cristiana. El que provenía de Túnez era especialista en teoría cuántica y había publicado diversos libros de divulgación científica. Tras años de residir en Túnez, y de ser el director del colegio francés en Túnez, cobró popularidad por interceder en la liberación de dos italianos secuestrados. Era un hombre de corte conservador y muy respetado por su ponderación y humanismo, aunque laico. Los dos profesores eran de la región, de familias de clase media emergente, y volvían con sus familias para establecerse en Zipaquirá.

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