Evidencia de aprendizaje, etapa III

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Jorge y Kevin son compañeros desde el cuarto semestre. Siempre habían sido buenos amigos, jugaban juntos al fútbol y se la pasaban muy bien. Jorge es un excelente deportista; sin embargo, Kevin era bastante torpe en el futbol, aunque le daba lo mismo, y por eso siempre juega con Jorge, aunque perdiera siempre.

A Jorge esto de ganar siempre le gustó. Así que se la pasaba jugando en las horas libres de la prepa para que nadie le ganara. Pero empezó a tomarse los partidos muy en serio y cambio mucho; tanto que, cuando jugaban en equipo, jugaba sucio haciendo muchas faltas y trampas para ganar siempre. A Jorge ya no le gustó jugar con Kevin.

- ¿Puedo jugar en tu equipo Jorge?

- No Kevin, eres demasiado malo. Mejor sigue jugando con tu reta, así es más fácil ganar.

A Kevin le dolían las palabras de su amigo, pero por eso él seguía jugando y esforzándose para tratar de ser mejor.

Un día en la prepa publicaron que empezaría un torneo. Pero solo podían jugar ciertas personas. Al final, como en el grupo había buenos jugadores decidieron unirse para el campeonato. Jorge fue elegido capitán y enseñó a los demás todas sus estrategias y sus trampas para ganar. Y así, jugando sucio, es como ganaron un partido hasta que llegaron los demás partidos.

Como era de esperar, Kevin se la pasó en los partidos a los que llegaron a ir en la banca. Pero lo que no esperaban los demás compañeros (Alan, Santiago y Emilio) es que el equipo contra el que iban a jugar el siguiente partido hiciera más trampas y jugara más sucio que el Jorge. Nada más empezaron y se lanzaron sobre el tobillo del Jorge para lesionarlo y que no pudiera jugar más.

- ¡Qué vamos a hacer! -se lamentaban todos.

- Sin Jorge no somos nada, perderemos seguro -decía Emilio.

- Mejor será que nos rindamos ahora, antes de que nos lesionen a todos -decía Santiago.

- ¡Ni hablar! -Kevin se levantó con la intención de no permitir que se retiraran.

- ¿Qué haces? -le dijo Jorge con desprecio-. ¿No has visto lo que me han hecho? ¡Son unos tramposos!

- Pero no más que tú -dijo Kevin -. Tal vez sean más tramposos y despiadados, pero tengo una idea.

Kevin les explicó lo que el hacia para evitar los golpes y las trampas cuando jugaba contra Jorge y los animó a jugar para demostrarles que nadie podía asustarlos.

- Está bien, juega -dijo Jorge -. Pero si Kevin es tan listo, que sea el capitán -dijo con burla.

Santiago, Alan y Emilio aceptaron y jugaron el partido mientras Jorge se reía del fracaso de sus compañeros, que no metían gol ni en su propia portería.

Cuando el equipo contrario vio el esfuerzo que estaban haciendo por jugar limpio decidieron hacer lo mismo ellos también.

Fue un partido alucinante. Y cuando terminó el partido todos se sintieron muy orgullosos, incluso el equipo de Kevin, que perdió por goleada.

- ¿Por qué están tan contentos? -preguntó Jorge -. ¡Perdieron! ¡Son la burla de todos los demás equipos!

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