Inclusión, discapacidad y autorealización

INCLUSIÓN, DISCAPACIDAD Y AUTOREALIZACION

En la actualidad, dentro de los diferentes ámbitos de la sociedad, la inclusión social es uno de los retos más prometedores para las personas con discapacidad. Sin embargo, los intentos por romper con los procesos excluyentes, desarrollados por entidades gubernamentales y no gubernamentales, tropiezan con múltiples barreras que impiden la participación ciudadana de las personas con discapacidad intelectual y sus familias; ya que la exclusión social por diferentes razones, domina el panorama de la discapacidad en el mundo.

Así, y de manera antagónica, para Mancebo (2018) “La inclusión es el

proceso de preparación para las instituciones educativas que busca incluir todos los miembros en la comunidad educativa, sin importar sus discapacidades o dificultades” (p.22). La educación inclusiva hace referencia a todo el proceso para mejorar las instituciones, aprovechando todos los recursos que las conforman y en especial fomentando la participación de las personas en esta comunidad.

En concordancia a lo expuesto, es importante señalar que el principal pilar de la inclusión es el reconocimiento de que todas las personas tienen habilidades y potencialidades propias, distintas a las de los demás, por lo que las distintas necesidades exigen respuestas diversas o diferentes. La inclusión busca que se fomente y garantice que toda persona sea “parte de” y que no permanezca “separado de”. Inclusión, por lo tanto, significa que los sistemas establecidos proveerán acceso y participación reciproca; y que el individuo con discapacidad y su familia tengan la posibilidad de participar en igualdad de condiciones.

De igual manera, expone sobre el reto que se les presenta a las escuelas inclusivas, al tener que proveer a todos los miembros de los derechos y servicios sociales y de educación para los jóvenes y adultos, así como de fuentes de empleos que le permita a las personas discapacitadas proveerse del sustento necesario para tener una buena calidad de vida.

A este respecto, Amartya Sen (2015) reconocida por haber puesto en

el centro del debate el problema de las personas discapacitadas señala que: “una persona discapacitada no encuentra su realización en el simple hecho de poseer derechos en algún código o constitución, sino en los modos en que esos derechos logran hacerse efectivos según los intereses que ellas mismas tienen” (p.25).

En ese mismo orden de ideas hace referencia que la perdida de la libertad, ya que el tener un margen mayor de decisión autónoma, va a depender de las condiciones sociales, políticas, económicas, físicas y mentales. Es por esto que resulta sensato pensar que una persona

discapacitada necesita de mayores ingresos para poder cumplir sus metas,

pero también de una adecuación en los espacios, las comunicaciones, los

cuidados, las

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