La construcción de nosotros y la realidad: el acto de educar

La construcción de nosotros y la realidad: el acto de educar

Pensando un poco, uno se pregunta como aquello que vemos, como nuestra realidad, llegó a ser lo que es, pero cada uno y cada sociedad es lo que hace con lo que la educación hizo de ellos.

A veces usamos la frase “soy así” o “somos así que se la va a hacer” algo que refleja la idea de que uno siempre ha sido como es, que uno es algo dado, sin origen, sin saber que uno y nuestra sociedad es la construcción de un proceso. Este proceso es la educación y para ver como ella nos ha construido podemos utilizar varias ideas o conceptos que describiremos ejemplificando a continuación.

Empezaré por mencionar la biografía escolar, esta nos permite conocer la historia escolar de cada uno, los modos de ser, saber, hacer, sentir y enseñar en los cuales hemos sido formados y al conocerlos es posible ver en nosotros sus efectos, como persona, como alumnos y como futuros docentes. Tenderemos por seguridad o inconsciencia a reproducir esos modos de constitución sobre otros, alumnos o hijos, que serán huellas, marcas, estructuras que estructurarán su vida escolar, laboral, vincular y social en sí.

Las huellas se ven en nosotros, en nuestros modos de pensar, hacer y sentir, en cada decisión que tomamos en nosotros o sobre otros, son parte de nuestro inconsciente y de nuestro ser en sí, más aún como padre o docentes.

Los modos o estrategias con las que se han construido esas huellas a nivel pedagógico o político-social han cambiado históricamente, en base a los objetivos propuestos de los grupos políticos-económicos dirigentes sobre la sociedad que desean tener y las capacidades y disposiciones que necesitan los ciudadanos para insertarse en el sistema económico y político.

El desarrollo económico, específicamente en el sector industrial en el siglo XIX, tiene una estrecha relación con el desarrollo del sistema educativo, este tenía un fin claro, el educar para disciplinar, para crear un ciudadano dócil, un estudiante disciplinado, obediente. Por lo tanto, se pretendió masificar la educación, se crearon leyes para que sea obligatoria y gratuita, el Estado avaló su universalización y se construyeron escuelas para disciplinar a la sociedad. Por un lado, para seamos buenos obreros aptos para respetar reglas y ser competentes para el oficio asignado. Por otro lado, debemos ser unos “buenos” ciudadanos que respeten las leyes y las normas sociales y aceptemos el orden político-económico actual sin crear conflictos.

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