La evaluación desde mi contexto
Enviado por trajano2788 • 5 de Junio de 2023 • Ensayo • 3.825 Palabras (16 Páginas) • 89 Visitas
Introducción
El presente trabajo tiene la finalidad de dar a conocer mi postura con respecto a mi contexto laboral, para que el lector tenga una idea clara del por qué la mantengo me ayudo de tres aspectos importantes desde mi punto de vista. Número uno, el docente como evaluador sujeto a las indicaciones de la institución en que labora, número dos la institución que ya tiene una forma preestablecida de evaluar a la cual el docente se tiene que sujetar y por último, las instituciones evaluadoras externas.
Dentro de la práctica docente y la aplicación, la evaluación se encuentra retrasada por diferentes factores que influyen de manera significativa para el buen desempeño de los maestros, tenemos 5 dificultades que influyen de gran manera: escases de tiempo, falta de motivación, individualismo profesional, rutinización institucional y por último la carencia de ayuda. Estos factores son planteados de manera más específica para que el lector tenga una idea general del por qué el sistema evaluativo en México es muy deficiente.
A su vez se hace mención de manera general de las evaluaciones externas entre esa se maneja PLANEA, examen evaluador y medidor que clasifica a los estudiantes según su grado de conocimientos, es un examen que está diseñado para evaluar las habilidades de los estudiantes pero a su vez permite saber cuáles son las deficiencias de las instituciones y qué se puede trabajar en ellas, a su vez, se utiliza para clasificar el nivel educativo de la institución, docente y alumno lo cual va en contra de las mismas normas del INNE.
Cabe mencionar que este trabajo no tiene la finalidad de hacer una investigación minuciosa de lo que es la evaluación en México, si no de que el lector comprenda del por qué el autor mantiene una postura referente a la evaluación la cual le perjudica en su centro de trabajo y que a su vez también está perjudicando a sus alumnos. Hay que buscar la preparación constante para que nuestros alumnos desarrollen las habilidades metacognitivas.
La evaluación desde mi contexto
En la actualidad el aprendizaje del alumno es valorado en el proceso y en el producto que se logra con base a los objetivos que se plantean en la evaluación que realiza el docente, si a esto le agregamos los incidentes que ocasiona el mismo docente por no tener la capacidad para realizar una evaluación donde incluya al alumno y le haga saber el rol tan importante que tiene tomar conciencia del proceso de aprendizaje que se le ha transmitido por medio de unas directrices marcadas en una planeación, será muy difícil lograr una evaluación óptima.
Por otra parte tenemos entidades externas a la institución educativa, su función es evaluar al centro educativo. La inspección educativa, órganos de evaluación educativa autónomos y del estado, realizan evaluaciones para detectar los niveles de aprendizaje de los alumnos, los cuales son evaluados al mismo tiempo por los docentes y estos últimos evalúan conforme a los lineamientos que le plantea el centro educativo, lo cual limita al docente al momento de la evaluación ya que debe de considerar aspectos que probablemente para el no sean importantes o incluso en su asignatura no sea necesario.
Hoy el aprendizaje y la evaluación deben tomar en consideración el desarrollo del propio estudiante, es decir, sus expectativas, su nivel inicial, sus estilos de aprendizaje, sus ritmos e intereses...., sus necesidades y proyección futura. Desde esta perspectiva, el reto de la evaluación es cómo debe plantearse para ser congruente con las teorías que se propugnan para un aprendizaje significativo y respetuoso con las peculiaridades individuales y culturales del alumnado y sus necesidades (Cabrera, 2006, p.4)
Todas estas características solo las podrá llevar a cabo el docente, porque es él quien está al frente del aula, es quien conoce las necesidades de cada alumno, es el único que puede diseñar una proyección a futuro de las necesidades más importantes de sus alumnos, el único que podrá conocer y comprender los estilos de aprendizaje que son idóneos para cada estudiante a su cargo. En el docente recae esta gran responsabilidad, que a su vez se ve limitada por las características evaluativas que la institución educativa le exige, al momento de exigir la implementación de un examen y que a su vez este tenge un valor el cual no puede bajar y que se encuentra por encima del 50%, le será difícil al docente realizar una verdadera evaluación.
Por lo anterior es necesario que desde el momento de la evaluación se estimulen las habilidades metacognitivas porque gracias a estas el alumno tomará conciencia de su propio proceso de aprendizaje, avances que ha realizado y los momentos en que se ha visto estancado, las acciones que le hacen progresar y las que lo inducen al error, de esta manera la evaluación se convertirá en un instrumento en manos del estudiante ya que le permitirá conocer los procesos que le han permitido adquirir nuevos aprendizajes y a su vez regular los procesos que lo llevan al conocimiento y esto se logrará solo cuando la institución no tenga una forma preestablecida de evaluar a sus alumnos. Junto a estas estrategias metacognitivas, es necesario que el estudiante conozca los criterios e indicadores de evaluación que se han de tener en cuenta para valorar sus acciones: procedimientos y productos.
Las estrategias de evaluación de naturaleza metacognitiva tales como los diarios reflexivos, el portafolio, la autorregulación del aprendizaje mediante la elaboración de mapas conceptuales, la autoobservación y valoración de las adquisiciones mediante el uso de parrillas de evaluación (Juba y Sanmartí, 1996) esto nos lleva a una evaluación que se centra en el proceso más que en el resultado, es en el proceso donde el alumno verdaderamente adquirirá las herramientas que le permitirán salir bien en una evaluación.
En el contexto en que me desenvuelvo es frustrante ver las limitaciones que la misma institución nos pone como docentes, nos asignan un valor para el examen el cual es del 60% y el otro 40% es distribuido entre los trabajos, proyectos, exposiciones y entre otras cosas que podemos utilizar para evaluar a los alumnos. Es preocupante ver que a los alumnos les interesa más adquirir un porcentaje que un conocimiento, les interesa más un numero reflejado en la boleta de sus calificaciones que comprender aunque sea de manera general un tema, es angustiante el desinterés que muestran a las indicaciones del maestro.
Esto es solo el reflejo de un sistema que inició cuando en el campo educativo se pretendió medir el progreso del alumno cuantificando lo aprendido. Esto hace que lo que se intente evaluar se convierte en medir los conocimientos que son dominados por el estudiante y si le agregamos la aparición de los test y las escalas graduadas que se extienden aun hasta nuestros días, solo ayudan a reforzar la concepción que tenemos de que evaluar es medir, cuando evaluar es desarrollar en los estudiantes un proceso de aprendizaje que les permita ¨aprender a aprender¨ “Otros sistemas de control también equívocos, son las puntuaciones y los exámenes. (Galí, 1934, 34 y 37)
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