La palabra noche aparece cargada de sentido si se le mira desde el contexto pleno del poema
Enviado por maybd • 18 de Mayo de 2013 • 8.458 Palabras (34 Páginas) • 589 Visitas
La palabra noche aparece cargada de sentido si se le mira desde el contexto pleno del poema. Venir de la noche hacia la noche implica una exteriorización de los sentidos humanos. La noche es símbolo de oscuridad y, por extensión, de lo desconocido. Venir de lo desconocido anuncia la realidad de todos los hombres y parece que el poeta no solo se conforma con saber que venimos de donde no sabemos sino que, además, se encarga de recordar el destino fugaz de la humanidad, cuando llega la muerte repentinamente. El hombre y la tierra yacen envueltos en vapores, en recuerdos, en imágenes olvidadas, aunque sigan presentes. El poeta escribe lo siguiente: Atrás quedan las puertas quejándose en el viento/ atrás queda la angustia con espejos celestes/ atrás el tiempo queda como drama en el hombre/ engendrador de vida, engendrador de muerte. La puerta es símbolo de la entrada de los hombres a su territorio desconocido. Las puertas que se quejan en el viento pueden ser la representación del hombre insatisfecho ante su destino, y por eso lo asedia la angustia, la desesperación. La cuestión del tiempo es tema central en la mayoría de escritores que han obtenido en este acontecimiento la materia prima para la creación artística y la promoción del pensamiento poético y filosófico. El periodo que transcurre entre momentos consecutivos, que se proyectan desde un pasado hacia el futuro, constituye una secuencia tormentosa, dramática. El paso del tiempo y sus consecuencias marcan una pauta. Gerbasi conoce bien este asunto y reconoce en el tiempo de los hombres una ruta doliente, generadora de vida y de muerte. Por eso escribe el poeta: el tiempo que levanta y desgasta columnas/ y murmura en olas milenarias del mar/ atrás queda la luz bañando las montañas/ los parques de los niños y los blancos alteres.
La palabra noche aparece cargada de sentido si se le mira desde el contexto pleno del poema. Venir de la noche hacia la noche implica una exteriorización de los sentidos humanos. La noche es símbolo de oscuridad y, por extensión, de lo desconocido. Venir de lo desconocido anuncia la realidad de todos los hombres y parece que el poeta no solo se conforma con saber que venimos de donde no sabemos sino que, además, se encarga de recordar el destino fugaz de la humanidad, cuando llega la muerte repentinamente. El hombre y la tierra yacen envueltos en vapores, en recuerdos, en imágenes olvidadas, aunque sigan presentes. El poeta escribe lo siguiente: Atrás quedan las puertas quejándose en el viento/ atrás queda la angustia con espejos celestes/ atrás el tiempo queda como drama en el hombre/ engendrador de vida, engendrador de muerte. La puerta es símbolo de la entrada de los hombres a su territorio desconocido. Las puertas que se quejan en el viento pueden ser la representación del hombre insatisfecho ante su destino, y por eso lo asedia la angustia, la desesperación. La cuestión del tiempo es tema central en la mayoría de escritores que han obtenido en este acontecimiento la materia prima para la creación artística y la promoción del pensamiento poético y filosófico. El periodo que transcurre entre momentos consecutivos, que se proyectan desde un pasado hacia el futuro, constituye una secuencia tormentosa, dramática. El paso del tiempo y sus consecuencias marcan una pauta. Gerbasi conoce bien este asunto y reconoce en el tiempo de los hombres una ruta doliente, generadora de vida y de muerte. Por eso escribe el poeta: el tiempo que levanta y desgasta columnas/ y murmura en olas milenarias del mar/ atrás queda la luz bañando las montañas/ los parques de los niños y los blancos alteres.La palabra noche aparece cargada de sentido si se le mira desde el contexto pleno del poema. Venir de la noche hacia la noche implica una exteriorización de los sentidos humanos. La noche es símbolo de oscuridad y, por extensión, de lo desconocido. Venir de lo desconocido anuncia la realidad de todos los hombres y parece que el poeta no solo se conforma con saber que venimos de donde no sabemos sino que, además, se encarga de recordar el destino fugaz de la humanidad, cuando llega la muerte repentinamente. El hombre y la tierra yacen envueltos en vapores, en recuerdos, en imágenes olvidadas, aunque sigan presentes. El poeta escribe lo siguiente: Atrás quedan las puertas quejándose en el viento/ atrás queda la angustia con espejos celestes/ atrás el tiempo queda como drama en el hombre/ engendrador de vida, engendrador de muerte. La puerta es símbolo de la entrada de los hombres a su territorio desconocido. Las puertas que se quejan en el viento pueden ser la representación del hombre insatisfecho ante su destino, y por eso lo asedia la angustia, la desesperación. La cuestión del tiempo es tema central en la mayoría de escritores que han obtenido en este acontecimiento la materia prima para la creación artística y la promoción del pensamiento poético y filosófico. El periodo que transcurre entre momentos consecutivos, que se proyectan desde un pasado hacia el futuro, constituye una secuencia tormentosa, dramática. El paso del tiempo y sus consecuencias marcan una pauta. Gerbasi conoce bien este asunto y reconoce en el tiempo de los hombres una ruta doliente, generadora de vida y de muerte. Por eso escribe el poeta: el tiempo que levanta y desgasta columnas/ y murmura en olas milenarias del mar/ atrás queda la luz bañando las montañas/ los parques de los niños y los blancos alteres.La palabra noche aparece cargada de sentido si se le mira desde el contexto pleno del poema. Venir de la noche hacia la noche implica una exteriorización de los sentidos humanos. La noche es símbolo de oscuridad y, por extensión, de lo desconocido. Venir de lo desconocido anuncia la realidad de todos los hombres y parece que el poeta no solo se conforma con saber que venimos de donde no sabemos sino que, además, se encarga de recordar el destino fugaz de la humanidad, cuando llega la muerte repentinamente. El hombre y la tierra yacen envueltos en vapores, en recuerdos, en imágenes olvidadas, aunque sigan presentes. El poeta escribe lo siguiente: Atrás quedan las puertas quejándose en el viento/ atrás queda la angustia con espejos celestes/ atrás el tiempo queda como drama en el hombre/ engendrador de vida, engendrador de muerte. La puerta es símbolo de la entrada de los hombres a su territorio desconocido. Las puertas que se quejan en el viento pueden ser la representación del hombre insatisfecho ante su destino, y por eso lo asedia la angustia, la desesperación. La cuestión del tiempo es tema central en la mayoría de escritores que han obtenido en este acontecimiento la materia prima para la creación artística y la promoción del pensamiento poético y filosófico. El periodo que transcurre entre momentos consecutivos, que se proyectan desde un pasado hacia el futuro, constituye una secuencia tormentosa, dramática. El paso del tiempo y sus
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