ARGUEDAS: EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS

ARGUEDAS: EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS

José María Arguedas Altamirano (1911-1969) fue un escritor, poeta y preceptor peruano. Es considerado junto con Ciro Alegría y Manuel Scorza los representantes más connotados del indigenismo peruano. Como tal, este brillante escritor, amante de los campesinos, nos hizo ver con claridad las complejas culturas y las diversas sociedades del Perú en el siglo XX. Arguedas en sus obras nos muestra la convivencia del mundo andino y el mundo occidental, el campesino y el blanco, el dominado y el dominante, el iletrado y el letrado, el pobre y el rico. En pocas palabras, a esto se llama, Arguedas: el encuentro de dos mundos.

En realidad, el Perú es un país formado por diversos grupos humanos, los blancos, los andinos, los aimaras y más de cuarenta etnias de nuestra Amazonía. Todos ellos son integrantes de diferentes culturas, por lo que se dice que el Perú es país multilingüe y pluricultural. De ninguna manera la existencia de muchas culturas debe significar el atraso y el subdesarrollo de nuestro país, más por el contrario, los conocimientos, las experiencias, las estrategias que aportan cada uno de estos grupos humanos deben servir para resolver con eficiencia cualquier problema que se le presenta a nuestro pueblo peruano. En este sentido, en la vida del escritor peruano, José María Arguedas Altamirano, encontramos la convivencia y la comprensión entre el campesino y el blanco. Los campesinos son los hombres andinos que labran la tierra y el blanco es el mismo Arguedas, descendiente de grandes hacendados. Este encuentro y convivencia de dos clases de personas es muy importante para el desarrollo de un nuevo Perú, porque tendrían los mismos intereses y las mismas necesidades por ser peruanos.  

Arguedas: el encuentro de dos mundos, es un concepto descubierto por los lectores en la vida infantil del escritor indigenista, amante y defensor de los campesinos andinos, mal llamados indios. Este, por la situación de orfandad en la que quedó después de la muerte de su madre, fue encargado bajo la tutela y amparo de su madrastra, una viuda hacendada de Puquio.  Pero, esta señora, en vez de proteger y cuidar al entenado huérfano maltrató, despreció, humilló, marginó igual que su hijo. Al verse en esta situación, el niño José María, se acercó a los campesinos sirvientes, donde encontró abrigo, comida y cariño. Esta es la razón para aprender el quechua como una lengua materna. A través de esta lengua de nuestros abuelos asimiló la cultura de los campesinos: la forma de trabajar, pensar, vestir, comer, celebrar fiestas. Y de adulto se identificó plenamente con esta gente honesta, trabajadora y defendió sus intereses como un verdadero hermano de los campesinos.  

Esta afirmación encontramos en muchos pasajes de la novela, El sexto, por ejemplo, “–¡Te conozco! […]. Han hablado de ti acá. Suerte que hayga (sic) sido yo tu compañero para vivir en el Sexto. ¡Suerte mía!” (Arguedas, J. M., 2012, p. 12). Esta es una expresión de Alejandro Cámac, campesino andino, carpintero de la mina que se encontraba encarcelado en El sexto. Con estas palabras recibe a Gabriel (José María) cuando cae preso en la misma cárcel. Por qué le dice, te conozco, porque era un joven universitario que luchaba y defendía a los trabajadores, a los campesinos, a los desposeídos. Esta actitud de Arguedas es porque ha vivido con los campesinos en los andes ayacuchanos y apurimeños cuando era niño y púber, y siente que ellos son partes de su vida, a pesar que él es blanco o mestizo descendiente de grandes gamonales de Cusco y Apurímac.  

REFERENCIAS:

Arguedas, J. M. (2012). El sexto. Lima.

Arguedas, J. M. (2017). Los ríos profundos. Lima. Cátedra.

En el transcurso del tiempo Gabriel aprende y se da cuenta que no es nada fácil estar en la prisión, nunca se imaginó de las atrocidades que podría a ver ahí, o experimentar la perdidas de sus seres queridos dentro del sexto,

Grabiel depués de a ver convivido un tiempo en el sexto, nunca imagino de lo dura que puede ser vivir en el sexto, al presenciar estos actos Grabiel aprende y se da cuenta, de las atrocidades que pueda a ver, y como tenia que lidiar con la perdida de sus seres queridos que nunca imagino, un claro ejemplo de esta afirmación la encontramos en:

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