Actividades Lectura: Método TEACCH

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Lectura: Método TEACCH

Objetivos de la actividad: 

Conocer la técnica TEACCH y poder proponer actividades para realizar en el aula.

Descripción de la actividad:

La actividad consiste en primer lugar leer el siguiente artículo:

Gándara Rossi, C.C. (2007). Principios y estrategias de intervención educativa en comunicación para personas con autismo: TEACCH. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología 2007, Vol. 27, No. 4, 173-186.

Accede al artículo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:

Tras la lectura, proponemos al alumno que utilizando las descripciones y la información del artículo, proponga una actividad de comunicación utilizando el método TEACCH. Se valorará la adecuada realización de la actividad.

Criterios de evaluación: 

Se valorará la adecuada realización de la actividad práctica y su viabilidad en el aula ordinaria para todo el grupo clase.

Extensión máxima: 3 páginas. Fuente: Georgia 11. Interlineado

La actividad que quiero proponer es una calendario, que por sus características es de fácil aplicación en toda y para toda la clase y que permite al niño con trastorno del espectro autista saber cada día a que tareas se tiene que enfrentar conociendo en cada momento el orden de las mismas y su principio y final. Además, tal y como la he pensado, se puede extender a toda la clase y puede ayudar a otros niños también a implicarse en la actividad.

El programa TEACCH incorpora calendarios individualizados y pensados para las características de cada niño. Siendo esta una forma muy interesante de atender a las necesidades de cada individuo, algo que finalmente se traducirá en un comportamiento más tranquilo y colaborador. Y es que gracias a los calendarios, los niños con trastorno del espectro autista sabrán en cada momento qué es lo que deben hacer. Además, gracias a este mecanismo, y siempre y cuando el mismo esté organizado de manera que tenga significado, el niño comprenderá las habilidades individuales que tiene que tener, consiguiendo así que su vida acabe teniendo cierto orden y predictibilidad.

Las calendarios son interesantes también para ganar autonomía. Puesto que al saber en todo momento qué es lo que deben hacer, los niños dejarán de depender de las indicaciones de sus mayores.

La actividad que presento se trata de un tablero dividido en celdas en las que cada niño pueda ver una sucesión de actividades que tendrá que ir realizando en cada momento. La construcción de la misma permitirá los cambios y la continua adaptación a las necesidades de cada niño. El panel estará hecho con varias celdas. En una primera caja aparecerá la foto del niño y su nombre. En una segunda -más larga- se podrá ver de izquierda a derecha (tal y como recomienda el método TEACCH), la sucesión de actividades que cada niño tendrá que hacer. Esta tira estará realizada con velcro, permitiendo así que se pongan y se quiten las diferentes actividades. Estas estarán representadas por pequeños cuadrados plastificados en los que se verá un dibujo muy esquemático que muestre la actividad a realizar (jugar, ir a casa, saludar a los compañeros, comer...) y debajo la descripción de la misma escrita con una palabra o una sencilla frase («Jugar», «Decir hola», «Comer», «Cepillarse los dientes»...).

Las tareas -que serán muy variadas- se guardarán en pequeñas bolsas plásticas en la zona de arriba del tablero, quedando siempre al alcance del menor y permitiéndole participar en la actividad. La colocación del propio calendario en el espacio de la clase también es de vital importancia. Mi propuesta es colocarla cerca de la puerta de entrada. De esta forma, se considerará el calendario como una forma de comenzar el día y establecer ya en un primer momento la rutina de toda la jornada.

El profesor cambiará antes de que lleguen los alumnos la ficha que marca el día de la semana, que también tendrá un velcro. De esta forma, el calendario se resumirá a un solo día y se irá cambiando minimizando la información a un período corto de tiempo.

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