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Análisis del cuento "Es que somos tan pobres" de Juan Rulfo


Enviado por   •  9 de Noviembre de 2019  •  Trabajo  •  1.940 Palabras (8 Páginas)  •  2.682 Visitas

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Análisis del cuento Es que somos tan pobres de Juan Rulfo

 Introducción

La primera lectura del relato “Es que somos muy pobres” de Juan Rulfo[1]1 resulta problemática para el lector, ya que éste enfrenta una gran variación de tiempos verbales. Por el hecho de usar el presente indicativo y el deíctico espacial “aquí” en la primera frase del cuento, el lector ya cree haberse ubicado en el material narrativo. No obstante, como se mostrará en el primer capítulo del análisis, a partir de la segunda frase el narrador hace saltos bruscos en el tiempo recordando hechos pasados. Dichos saltos provocan un cambio en el ritmo de la narración. El lector empieza a sentirse apartado del tema central y trata de buscar puntos de referencia que le ayudan a encontrar el hilo de la historia.

Por consiguiente, este trabajo consiste en mostrar la importancia que tienen los términos “aquí” y “ahora” para recuperar la linealidad de lo narrado e impedir, asimismo, la desorientación del lector. Dichos términos se vincularán con la frecuencia, es decir, con “la relación entre el número de veces que un suceso aparece en la historia y el número de veces que se narra en el relato” (Rimmon,1996:175). Se mostrará que aquellas referencias espaciales y temporales, según la relación que establezcan con la frecuencia en determinadas partes del texto, le ayudan al lector a orientarse en el material narrativo.

 La frecuencia en “Es que somos muy pobres”

“Aquí todo va de mal en peor.” (p. 55)

Mediante esta frase, el narrador empieza a enumerar varios acontecimientos pasados que redundan en su malestar. Entre éstos se encuentran, por un lado, la muerte de la tía Jacinta y, por otro, la caída de un aguacero que parece haber destruido toda la cosecha. Es más, en el segundo apartado del texto, el narrador considera las lluvias intensas como causa primordial para la muerte de una vaca que ha sido regalado a su hermana Tacha. Como se narran- en indefinido- los hechos que han sucedido una vez en la historia, se puede concluir que el texto ofrece un relato singulativo. Al respecto, cabe citar un pasaje que alude a todas las desgracias mencionadas anteriormente:

La semana pasada se murió mi tía Jacinta, y el sábado, […] comenzó a llover como nunca. A mi papá eso le dio coraje, porque toda la cosecha de cebada estaba asoleándose en el solar. Y el aguacero llegó de repente, en grandes olas de agua, […]. Y apenas ayer, cuando mi hermana Tacha acababa de cumplir doce años, supimos que la vaca que mi papá le regaló para el día de su santo se la había llevado el río. (p. 55)

Sin embargo, dentro del relato singulativo aparecen indicios de otros tipos de relato. Términos como “nunca” o “muchas veces” (ambos extraídos de la p. 57), por ejemplo, aluden a un relato iterativo, ya que se cuenta “una vez (o en una vez) lo que pasó n veces” (Rimmon,1996: 181). Pero, aparte de las escasas manifestaciones iterativas, destaca una repetitiva, que cabe citar a continuación: “Allí fue donde supimos que el río se había llevado a la Serpentina, la vaca esa que era de mi hermana Tacha porque mi papá se la regaló para el día de su cumpleaños [...] ” (p. 56).

La escena del regalo de la vaca, narrada por segunda vez, no toma la posición primordial. Es decir, aunque se trata de un hecho que ya ha sido mencionado en la introducción de la historia, se desconoce el porqué de su repetición. Predomina, por

tanto, el relato singulativo, en el cual se habla de un señor que ha sido testimonio de la muerte de la vaca:

[…] Sólo dijo que la vaca manchada pasó patas arriba muy cerquita de donde él estaba y que allí dio una voltereta y luego no volvió a ver ni los cuernos ni las patas ni ninguna señal de vaca. Por el río rodaban muchos troncos de árboles con todo y raíces y él estaba muy ocupado en sacar leña, de modo que no podía fijarse si eran animales o troncos los que arrastraba. (p. 57)

Con respecto al papel que desempeña la vaca muerta en la historia, esta anacronía hacia el pasado recién citada no aporta ninguna información en particular. Es más, por el hecho de que el narrador alude a varios acontecimientos pasados, el lector queda apartado del tema central, este es, el porqué del  “aquí va todo de mal en peor.” (p. 55)

Resumiendo se puede decir que el “aquí” (p. 55) introduce un cuento narrado en relato singulativo. No obstante, las manifestaciones iterativas y repetitivas citadas anteriormente impiden el progreso de la acción, deleitan y obligan al lector a buscar otros puntos de referencia para ubicarse en el texto.

El relato repetitivo

Ahora bien, el cambio realmente importante se presenta en el último párrafo de la página 57, cuando el relato singulativo cede el paso al relato repetitivo. Como se señalará a continuación, el narrador alude por tercera vez al regalo de Tacha:

[…] Porque mi papá con muchos trabajos había conseguido a la Serpentina, desde que era una vaquilla, para dársela a mi hermana, con el fin de que ella tuviera un capitalito y no se fuera a ir de piruja[2]2 como lo hicieron mis otras dos hermanas, las más grandes. (p. 57; la numeración de la nota de pie es mía)

 

Esta repetición es diferente. El narrador menciona de nuevo que la vaca ha sido un regalo pero explica, además, la consecuencia de su pérdida para el futuro de Tacha. Es más, este párrafo destaca, no tan sólo por dar un nuevo significado a la pérdida del animal, sino también por hacer descubrir al lector el nudo de la historia. Dicho nudo en

forma de relato repetitivo se introduce mediante el deíctico temporal “ahora” (p. 57): “La apuración que tienen en mi casa es lo que pueda suceder el día de mañana, ahora que mi hermana Tacha se quedó sin nada.” (p. 57; énfasis mío).

Al igual que el “aquí” (p. 55) en la primera cita del análisis, el “ahora” (p. 57) sirve como punto de referencia, ya que le ayuda al lector a ubicarse de nuevo en el material narrativo. El cambio en el tiempo verbal – pasando del indefinido al presente indicativo- refuerza la ubicación espacio-temporal en la que se hará hincapié más detalladamente en el tercer capítulo de este trabajo.

En esta parte del texto, el narrador expone otra vez la pérdida de un ideal, ya que al fallecer la vaca , su “capitalito” (p. 57), Tacha pierde la oportunidad de salir de la pobreza y se incrementa la posibilidad de seguir los pasos de sus hermanas. La técnica del narrador no ha cambiado. Su insistencia en el vínculo entre la muerte de la vaca y la consecuencia para el futuro de Tacha, se manifiesta mediante la repetición. En suma, las menciones reiteradas, que se han citado en este capítulo, constituyen una prueba de cómo el pasado sigue influyendo en el presente de los personajes.

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