Como funciona el Consumo responsable
Enviado por e233 • 2 de Abril de 2017 • Trabajo • 1.335 Palabras (6 Páginas) • 331 Visitas
Ejercicio 3: Consumo responsable
Como paso previo a la realización de una valoración ética sobre el consumo responsable, y sus repercusiones en la sociedad, creo correspondiente indagar y recabar información sobre dicho término, para tener una idea concreta a lo que se refiere y el impacto que supone el hecho de realizar, o no, un consumo responsable.
Consumir no es sólo satisfacer una necesidad o un deseo individual, aunque ésta es la percepción que solemos tener habitualmente. Al consumir estamos colaborando en todos los procesos que hacen posible el bien o servicio consumido, seamos o no conscientes de ello. Estos procesos tienen implicaciones de carácter económico, social y medioambiental. El consumo responsable consiste en tener en cuenta estas repercusiones al momento de elegir entre las distintas opciones que ofrece el mercado. Teniendo en cuenta algunos puntos a considerar como, el impacto ambiental de los productos que compramos, valorando los procesos de producción, transporte, distribución, consumo y residuos que deja el producto; la huella ecológica que determinados estilos de vida y consumismo producen; afianzarnos de que el producto seleccionado cumpla los requisitos de calidad y sanidad; y que las empresas encargadas de la fabricación de los productos respeten el medioambiente y los derechos humanos de los trabajadores de las fábricas.
Ya que, el concepto de consumo responsable es muy amplio, podríamos sintetizarlo en 3 grandes bloques:
- Consumo ético: en este tipo de consumo, introduciríamos nuestros propios valores morales como filtro a la hora de elegir un producto u otro. Siempre, tratando de valorar como mejor opción, la más solidaria y justa, y no la que nos beneficie personalmente. Este tipo de consumo, implicaría que hiciéramos fundamentalmente dos reflexiones antes de realizar la compra de un producto.
Por un lado, una búsqueda de información sobre la situación que nos rodea, para posteriormente, realizar una valoración crítica de si esa elección es la más apropiada. De esta forma, nos cuestionaríamos que hay detrás de cada cosa que consumimos y cuáles son sus consecuencias.
Por otro lado, la reducción de nuestros niveles de consumo como solución ética.
- Consumo ecológico: implicaría que tanto por parte de la empresa como del consumidor, un consumo más ecológico respetando las “3 erres”, reducir, reutilizar y reciclar.
También, se realiza un hincapié en el consumo de productos orgánicos, optando de esta manera, a los ganaderos y agricultores, que tratan a sus productos de forma totalmente ecológica, la producción artesanal, y todas aquellas formas de producción que, a diferencia de muchas empresas, no deterioran las condiciones medioambientales.
- Consumo social o solidario: en este caso nos referimos a bajo qué condiciones laborales se ha elaborado ese producto o producido un servicio. En este ámbito, entraría el comercio justo, tratando siempre de pagar un precio justo por un trabajo realizado, tanto a gente de otros países, como a las más cercanas en nuestro ámbito local. Eliminar la discriminación ya sea a causa del color de la piel o por diferente origen, o por razón de género o religión, y potenciar alternativas sociales y de integración en sociedad.
No obstante, podemos entender por consumo responsable, no solo a la procedencia de un producto y el hecho que conlleva la compra de ese producto, sino al consumo del mismo, en mayor o menor medida. Este punto, es un tema interesante a tratar ya que, hoy en día, cada vez gente más joven abusa del consumo sobre ciertos productos que encuentran de manera accesible y de fácil compra, en su propio entorno. Efectivamente, estamos hablando del consumo de sustancias estupefacientes, bebidas alcohólicas, sustancias psicotrópicas, estimulantes musculares, etc…
Una vez vistos, los puntos en los que basamos el concepto de “consumo responsable”, tanto desde la perspectiva de la elección de compra de un producto u otro, en cuanto a los factores que influyen en su procedencia, fabricación, procesos de producción, transporte,… y al propio consumo que le damos al mismo, daremos inicio a una valoración ética de la temática en cuestión.
Nuestra cultura principalmente consumista soporta y justifica en buena parte nuestro actual modelo de sociedad. Así, en este modelo social se considera que una mayor oferta de productos o bienes de consumo puestos al alcance de los ciudadanos es fundamental para lograr un mayor bienestar, y que un nivel de consumo más elevado nos ofrece, a su vez, un grado superior de felicidad individual y colectiva.
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