Conducta en los velorios, de Julio Cortázar - Resumen

Resumen- Conducta en los velorios

Comienza el relato, narrado en primera persona. En este caso, el personaje principal comienza a relatar cómo la familia decide ir al velorio de un vecino. En general, si el duelo es de verdad y llorar es la única opción, la familia no se toma la molestia de asistir y acompaña desde la distancia. En cambio, si la situación parece más llamativa, la familia no dura un momento en salir con sus mejorar vestidos. En Pacífico normalmente los velorios se llevan a cabo en los patios caseros. La familia llega lentamente y procede a saludar a los deudos. Poco tiempo después están todos reunidos, y, aunque se conocen, no hablan entre ellos, es como si hubieran ido por su cuenta.

La primera en actuar es la hermana, quien, al principio, comienza a llorar. El llanto va creciendo progresivamente hasta el punto de que tiene que acostarse y contagia a los parientes cercanos con el mismo sentimiento. Pasa un rato en el que hay mucha gente reunida, hablando en voz baja, transmitiendo noticias y preguntas. En el momento en que los deudos superan la etapa de llanto, las primas segundas comienzan a llorar tan conmovedoramente, que afecta a todos los parientes y vecinos. Normalmente, el personaje principal y sus hermanos se hacen a lado del ataúd para aparentar el duelo. Pero realmente se ponen a llorar cuando ven las manos cruzadas del difunto. Los deudos tratan de igualar su llanto como si quisieran demostrar que el velorio es de ellos. El padre y el tío los relevan. Luego, algunos parientes que lloraron con todas sus fuerzas duermen profundamente. A las seis de la mañana ya los vecinos se han ido a dormir a sus casas, los parientes descansan en diferentes niveles de abotagamiento, las tías organizan comida y café para la mañana. Cuando llega el carro fúnebre la familia se organiza de tal forma que las hermanas llevan a los parientes a que den el último adiós al difunto, los consuelan. Los deudos ya se ven incapaces de reaccionar y aceptan cualquier cosa que les ofrezcan. Cuando ya van a salir y la casa está llena de gente, los movimientos se hacen bajo las órdenes del padre. La procesión de carros tiene un orden determinado en la familia y va adornada por pañuelos negros y morados. Cuando el cajón llega al peristilo, los hermanos rodean a un orador previamente designado. El tío menor sube a la tribuna y abre el discurso del orador. Da un discurso corto, habla exclusivamente del muerto. Por lo general la familia no acompaña al muerto hasta la sepultura, sino que salen del lugar y pueden ver, desde lejos, cómo las personas se rebuscan uno de los cordones del ataúd y pelean con los vecinos, quienes ya se han hecho a los cordones y prefieren llevarlos.

...