EL PESCADITO DE MARGARITA.
Enviado por BALVINACARLOTA • 8 de Diciembre de 2015 • Reseña • 735 Palabras (3 Páginas) • 111 Visitas
EL PESCADITO DE MARGARITA
Hoy Margarita y su hermana María, han salido muy temprano como de costumbre, se dirigen al bosque para buscar leña; su madre, que en realidad no es su madre sino su madrastra, una vez más las regañó por no perder la rutina y les pidió que volvieran temprano, ya que necesita la leña para cocinar. Caminan un buen trecho a oscuras y a medida que la luz se aclara también se ilumina el rostro de ambas niñas, están felices a pesar de todo; pues a los siete años siempre hay motivos para reír. Esta vez ellas ríen porque encontraron a una pequeña lagartija sin cola, seguramente la perdió en alguna batalla y se la veía tan graciosa, sobre todo cuando a María se le ocurrió colocarle una hoja de mora encima y Margarita creyó que se trataba de una minúscula tortuga, igual a la del libro de zoología que le heredó su papá.
Ambas recogen la leña y la colocan en la manta que cada una debe llevar a la espalda, es hora de regresar a casa, ya debe ser las siete y ellas a más tardar deben estar a las siete y treinta y hay mucho camino por recorrer, regresan cantando la canción que la maestra les enseñó en el colegio el día anterior:
- Juanita se llamaba, era muy distraída, todo al revés lo hacía tralalalala. Un día fue al colegio con guantes en los pies, las medias en las manos y el vestido al revés. Llevaba en su canasta, dulces y caramelos, dulces y caramelos, chorreándole la miel…
Se las ve contentas, esta vez seguro que su madrastra se alegrará con ellas; en eso Margarita no se percata y tropieza con una piedra y por no caer con todo lo conseguido, hace un movimiento casi acrobático y pone el pie derecho con fuerza sobre un pequeño tronco caído al que le sobresalen muchas astillas, incrustándosele la más larga en medio de la planta del pie, (no lo he mencionado antes pero ellas no usaban zapato más que para ir al colegio), por eso fue fácil que se le meta la astilla, Margarita grita y llama a su hermanita que se le había adelantado unos quince pasos; María desesperada voltea y va en su ayuda, no sabe qué hacer, se siente desesperada, se quita la manta de la espalda y se la quita a su hermana e intenta sacarle el palo incrustado y no puede. Ella se pone a llorar abrazando a Margarita para aliviar en algo su dolor.
Margarita no puede caminar, el dolor es insoportable; María trata de ayudarla pero les resulta difícil avanzar y más con la carga que tienen que llevar, dejan la leña para proseguir, sabiendo que la madrastra se molestará y posiblemente las maltrate otra vez. Los animalitos del bosque son mudos observadores de toda la travesía y ayudan en lo que pueden; obviamente no es mucho lo que pueden hacer. Lamentablemente el tiempo pasa y ellas ya se tardaron demasiado.
Son las doce del mediodía y las niñas llegan por fin a la casa y como lo habían supuesto, la madrastra está muy molesta, y no le importa mucho lo que le pasó a Margarita, a ella le importa la leña que no pudieron traer; las agrede y piensa que le sucedió el accidente por estar jugando con quién sabe quién. No escucha explicaciones y simplemente hace lo de siempre.
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