“El perro que quería ser auténtico”

“El perro que quería ser auténtico”

Autor:Augusto Monterroso

Adaptación: Ana Ximena Lozano Sotelo

Había una vez un perro que quería ser como todos los demás, fuerte y grande, en vez de eso era muy pequeño y muy frágil, peroademás de todo había un problema, él solo tenia tres patas y por eso  se sentia despreciado  por todos ya que el nunca pudo tener lo que todos tenian, quería ser rápido y autosuficiente, los otros perros se sentian los dueños de todo el lugar. Siempre se reian de él por sus tres patas tan cortas que tenia, se ocultaba de todos,pues se sentia muy acomplejado,  un día sus dueños lo vieron muy triste y decidieron llevarlo a todos los lugares posibles para animarlo un poco, pero nada funcionaba,  no queria comer, jugar y en especial salir.

Al otro día era la hora de que lo llevaran a la veterinaria para que lo checaran, como siempre tímido pero muy afectuoso con los demás,  se sentia tan torpe con tres patitas , y ya que el había nacido así, le tenian una sorpresa,  el médico le tenia un carro ortopédico especial para él, se alegro mucho y el veterinario le dijo “¡Mira Nippi ya podras hacer todas las actividades que antes no podias!” , al escuchar esas palabras se puso muy emocionado y feliz, de inmediato empezó con sus terapias para recuperar el movimiento normal de sus patitas, pasaron varios meses y se encontraba muy contento jugaba con sus amigos.

Cierto dia correteaba a su amigo Goliat,  cuando de pronto paso un carro y lo atropello, al escuchar el golpe sus dueños salieron corriendo;  su ama lloraba y le decia “por favor no te mueras, te quiero mucho y a mi no me importa que tengas solamente tres patitas,  te compre tu silla ortopédica para que tu fueras feliz pero quizas te perdere por ello”.

Lo llevaron al hospital,  pero con tristeza el veterinario les dijo “esta grave esperemos y pase la noche” en su gravedad Nippi pensaba, “nunca me imagine que me quisieran tanto, a pesar de mis tres patitas tengo que luchar y salir adelante”.

Al dia siguiente su dueña se presento a la clínica y el médico le dijo,”señora es sorprendente, Nippi se salvo,  no se que  fue lo que le ayudo, tiene una fuerza interna de querer vivir”.  Así pasaron los dias y el perrito se recupero y volvio a casa, no así su sillita, ya que había quedado destrozada, sin embargo al perrito ya no le importaba tanto, pues pensaba que a él lo amaban como era, sabía que recuperaria su movilidad pero el no tenia prisa, era hermoso sentirse tan amado.    

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