El rey codicioso.

El rey codicioso

Hace muchos había un reino que era gobernada por un rey codicioso que no le gustaba compartir y otro reino que era gobernado por otro rey que era muy generoso y amable con todos. El rey codicioso envidaba a rey generoso por la prosperidad de su reino y lo maldecía cada vez que era posible pero eso nunca cambio la suerte de aquel rey. Un día, el rey generoso se calló en cuenta que su reino vecino sufría una crisis y debía ayudarlo. Inmediatamente el rey ordeno la redacción de una carta para organizar una reunión para así poder ayudar el reino en su crisis.

El rey codicioso al leer la carta la tomo en sus manos y la hizo en forma de bola, después la arrojó hacia un cesto de basura. Este rey no tomo muy bien las intenciones de aquel rey generoso dispuesto a ayudar, la tomo como un insulto hacia su forma de gobernar. El rey furioso llamo a su consejo y les platico lo que había sucedido. El consejo confundido no entendió por que el rey estaba tan enojado por la propuesta del rey vecino que quería ayudar y aprobó la junta. El rey codicioso no tuvo opción más que invitar al rey generoso a una gran cena para hablar de negocios.

Llego el día tan esperado por ambos reyes. El rey codicioso no podía creer lo que miraban sus ojos al ver la llegada del rey  generoso. Este rey viajaba en un carruaje distinto al de él, este carruaje no tenía muchos lujos pues era bastante común. La vestidura del rey generoso era distinta también. Mientras el rey codicioso vestía de sedas caras y pieles raras, el rey generoso vestía de manta y usaba una corona bastante discreta. El rey codicioso pensó que tal vez el rey generoso vestía de trajes elegantes y se paseaba en los mejores carruajes considerando la gran prosperidad de su reino pero se dio cuenta de la gran diferencia que había entre los dos. Antes de que el rey generoso hablara con él empezó a preguntarse el porqué de su careza de lujos.

Inicio al fin la junta y ahí es cuando las preguntas se empezaron a aclarar. El rey generoso hablo mucho sobre sus tratados de comercio con otros reinos y como su reino fue creciendo con prosperidad. Después de un rato de charla de negocios el rey codicioso no aguanto en preguntarle el porqué de su carencia de lujo. El rey generoso explicó que a él le gustaba sentirse como parte del pueblo y no solo como su rey y para eso debía de vestir lo más cercano a un plebeyo posible y así conocer más a fondo las necesidades de su gente. Aparte no le gustaba muchos los lujos porque era bastante dinero el que se invertía en cosas que salían sobrando y mejor le gustaba invertir su tiempo y dinero en cosas beneficiaras al pueblo.

Así fue entonces como el rey codicioso sacó a su pueblo de la ruina y se convirtió en un rey generoso y humilde.

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