LOS SIN NOMBRE

LOS SIN NOMBRE

Aquí comienza esta lucha, la lucha de los sin nombre por la memoria de los olvidados, que nadie sabe quiénes son porque nadie los recuerda.

Aquel día, todos lo recuerdan, cuando se unieron las voces del silencio para ser escuchadas, cuando se unieron las partes del pueblo para ser cuerpo y su lucha ser alma, para no ser viento que vuela sin rumbo y pasa desapercibido, sino para ser tormenta que arrasa con todo y se impone a su paso, para ser ellos mismo el rumbo por donde se emprende el camino para soñar, pero también para hacer esos sueños realidad.

En gobierno de los capitales donde se vivía la explotación en esos momentos estaban alarmados, se oían por hay comentarios de que el pueblo de los sin nombre estaban empezando una revolución, en aquel momento uno de los consejeros del gobierno dijo frente a todos que no había de que preocuparse los sin nombre no sabían de lucha ni de revolución, era un pueblo sin educación y sin conocimientos. Tal vez el quiso decir saberes, pues los conocimientos no se enseñan, solo se aprenden, y ellos conocían muy bien el por qué luchar, conocían su propio sufrimiento, e iban a conocer el poder de su lucha, el poder de la revolución.

Pues el pueblo de los sin nombre era un pueblo que en un pasado nunca se interesaron por la búsqueda de la verdad y decidieron creer en las mentiras que les comunicaban por un medio el cual ya no se les permite verlo, la televisión. que era en ese entonces y también en el momento controlada por los grandes líderes del capital y sus políticos, la ignorancia y su falta de interés les hicieron confiar en la publicidad que les ofrecían los medios y así dejaron su lucha por falta de saber que estaba en verdad sucediendo y así fue como lo perdieron todo, y también su educación.

La educación en aquel entonces era un negocio más, al cual asedian todos aquellos que podían pagarla, la clase alta, y quienes no, eran sometidos a arduas jornadas de trabajo por un mísero plato de comida, y un inhospedable lugar de alojo. Como iban a estar haciendo una revolución los sin nombre, si ellos no saben de eso, ellos nunca aprendieron como hacer una revolución, y nunca se les enseño ni les intereso siquiera aprender a luchar por mejores condiciones, ellos se conformaron en un pasado, ellos lo seguirán haciendo el resto de sus vidas.

Pero lo que ellos no sabían era que la lucha no se enseña, la lucha es eso que llevamos en el corazón y la emprendemos con el alma, ellos no sabían que era revolución, lo que ellos siempre supieron fueron métodos de dominación al pueblo, a los sin nombre a quienes consideraban los más débiles, pero la fortaleza no está en lo que unos hagan, sino en la fuerza con que lo hagan, y cuando se sufre las fuerzas, las razones y los motivos son más grandes y más poderosos, y cuando un pueblo se une no hay nada que lo detenga, entre más fuerzas se unan el poder será mayor, como esa tormenta que antes fue viento y decido unirse para arrasar con todo demostrando así todo su poder.

En el pueblo de los sin nombre, había emprendido la idea de revolución, de lucha, uno de esos tantos soñadores, pues la revolución no es más que ese sueño de lucha convertido en realidad. Y con ese soñador se unieron más soñadores y sus sueños, formando así una cadena que los dejaba más cerca de la meta, de hacer sus sueños realidad, y esos soñadores que emprendieron aquella lucha un día, que emprendieron la revolución tenían algo que los hizo ser capaces. No tenían solo un corazón que sueña, sino un corazón que habla, una mirada que los pierde de este mundo y los lleva a su alma donde nacen los sueños, y también tenían una mente que los hacia volar entre sus ideas y sus sueños pudiendo ver así sus pensamientos con más detalle, y dejando a un lado todas esas ideas para convertirlas en claros ideales. Ellos supieron ver más allá de donde estaban, de su realidad, para ver su camino y poder avanzar, llegando así más lejos, llegando así a sus metas y a sus sueños.

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