La lectura habla sobre la historia de la crianza de un animal salvaje

Juan Darién[pic 1]

La lectura habla sobre la historia de la crianza de un animal salvaje, específicamente un tigre, bajo los cuidados de su madre, una mujer joven y viuda la cual no se le conoce su nombre, que luego de los sucesos que le ocurren a lo largo de la historia, tanto buenos, como malos, fue aprendiendo que una vida equivale a otra vida.

 Esta mujer había perdido a su hijo luego del contagio severo de una ‘’viruela’’ que había llegado desde un país muy lejano hasta su pueblo donde ella habitaba. Esta enfermedad terminó por hacerse muy contagiosa entre le gente del pueblo, a tal grado que empezó a matar a muchas personas, tal fue que los hermanos, perdían a sus hermanas,  y la madres perdían a sus hijos. Esta mujer fue una de las desafortunadas que tuvo que pasar por esta situación; su hijo, que al parecer era lo único que le quedaba en el  mundo, murió por la viruela; ella misma lo llevó a enterrar.  Frustrada por la desgracia que había pasado y lamentándose a Dios por la pérdida de su hijo, se encontraba sentada en lo más profundo de su casa, viendo hacia el portoncito donde podía apreciar la selva que se veía a lo lejos. La  mujer se dio cuenta que en la oscuridad de la selva una cosa ‘’chiquita y vacilante’’, como un gatito, se acercaba hacia ella, con una lentitud que era de esperarse por el tamaño que presentaba dicho animal. Cuando el gatito llego hasta ella, se dio cuenta que aun no abría los ojos y que se trataba de un tigre que tenía poco o nada de haber nacido.

La mujer pensó que se encontraba perdido, y sin familia, seguramente todos habían muerto por la misma situación que conocía, entonces, el tigrecito era un sobreviviente más. Cuando sintió el calor de sus manos, el tigre runruneó de felicidad, pues sabía que ya no estaba sólo. Se encontraba a salvo bajo los cuidados de la mujer que más tarde encontró consuelo en el pequeño tigre, a tal grado que lo llegó a considerar su ‘’propio hijo’’. La mujer sabía que si el pueblo se enterara que es madre de un tigre o como se le conoce, un animal salvaje, se lo iban a arrebatar y eso era lo que más temía. Cuando un hombre que pasaba cerca de la casa de la mujer, escuchó el gemir del tigre, enseguida buscó su revólver para ir en busca del animalito, pero la madre lo refugió en el jardín, poniéndolo a salvo de cualquier amenaza.  Cuando se dio cuenta que en el jardín donde estaba su tigre, se encontraba acompañado de una serpiente mansa y vieja, la mujer sentía ganas de gritar de terror, pero la serpiente la calmó diciéndole palabras tranquilizadoras cómo: ‘’Nada temas, mujer. Tu corazón de madre te ha permitido salvar una vida del Universo, donde todas las vidas tienen el mismo valor, pero los hombres no comprenderán y querrán matar a tu hijo, nada temas, ve tranquila’’. Entonces la serpiente le dio forma humana al tigre, confiándole a la mujer que ella misma lo iba  a criar toda la vida, sin que saber que no era un hombre en realidad. La serpiente le advirtió que ‘’A menos que una madre de entre los hombres lo acuse, ni le exige que lo devuelva con su sangre’’, el siempre será digno de ella. La mujer le creyó a la serpiente, por cuestiones de que Las serpientes conocen el misterio de las vidas que pueblan mundos. Cuando revisó el rebozo donde se encontraba el tigre, este ya era un niño que dormía tranquilo al que se llamó Juan Darién. Su madre trabajaba para darle todo lo que le necesitaba, ropa y zapatos, de todo, hasta iba a la escuela, en donde no era muy listo, pero le tenía un gran amor al estudio. Cuando Juan Derién tenía diez años su madre murió, y esto hizo que se tornara triste hasta el momento en que se había resignado. Un día normal en la escuela donde Juan iba, un inspector de clase puso especial atención en él, creyendo que era un animal salvaje por ciertos aspectos que había notado. Luego de varias preguntas, el inspector concluyó en que efectivamente, se trataba de un tigre en vida pasada. Se lo informó al maestro  de  clase y estos llegaron a la decisión en que Juan debía morir, porque en cualquier momento, podía dañar a la gente del pueblo, por su pasado salvaje. Juan se enteró de todo en poco tiempo, pero no hizo nada. Un día normal, cuando se encontraba en su casa, la gente del pueblo llego hacia el, arrastrándolo fuera de su casa, y lo llevaban camino a su muerte con un domador que era el que se encargaría de todo.

En ese proceso, el domador le decía que ‘’quería ver sus líneas de tigre’’, y también le decía al pueblo palabras como: ‘’Marquémoslo con rayas de fuego’’. Y fue así como entre tantas chispas y nubes de humo por el fuego, Juan pasó de ser un niño, a un tigre. El castigo fue muy duro, pero aun así, el seguía vivo. Con las fuerzas que le quedaban, se refugió en la selva, esperando un mes para que sus heridas sanaran, todas lo hicieron, menos una. Cuando se recuperó, decidió tomar ‘’venganza’’ de lo que le había hecho el domador. Una noche, cuando lo vio pasar, saltó sobre él desde un árbol y cuando cayó desmayado, lo llevo hasta la selva, donde con ayuda de otros tigres, lo ató junto a dos bambús, y prendió fuego junto a las hojas secas que se encontraban en la selva, haciendo así, que la llamarada ascendiera muy rápido. A lo lejos, se oían los lamentos del domador diciendo: ‘’Perdoname, Juan Darién’’, a lo que le tigre dijo: ‘’No conozco a Juan Darién y aquí todos somos tigres’’. Finalmente el domador murió entre las llamas.  Al tigre aun le faltaba algo por hacer, así le dijo a sus hermanos tigres, que para ‘’romper el lazo que lo liga al pasado’’. Fue camino al pueblo a la tumba de su madre, conversó con ella y le dio el último adiós, dándole también las gracias por todo su amor que le dio en vida, sin marcar diferencias. Con la herida que aun no sanaba, escribió con su propia sangre, debajo del nombre de su madre ‘’Y Juan Darién’’.

...