Lenguaje como reflejo de una sociedad estructurada

Lenguaje como reflejo de una estructurada sociedad

Claudia Alejandra Contreras Martínez

Colegio Cooperativo San José de Peralta

Lenguaje como reflejo de una estructurada sociedad

El humano siempre ha caminado y ha vivido en un entorno social, quizás es difícil imaginar el lenguaje sin tener en cuenta el individuo social que da paso a una interacción de signos verbales. Sin embargo, a través de los años es notorio que no somos una comunidad lingüística idealizada, por lo contrario, nuestra lengua ha adquirido variantes ya sea dialectales. Y aunque se eleve una montaña que separe los procesos lingüísticos entre el ambiente rural y urbano, se evidenciaría que la diversidad aumenta, debido a que está correlacionada con el aspecto social y lo anterior se puede apreciar en los diversos estudios hechos por William Labov, donde el habla de una comunidad norteamericana varía de acuerdo con la clase social y en cada miembro de acuerdo a una escala de estilo. Por tanto, en este ensayo partiremos de la pregunta ¿es el lenguaje un reflejo de la estructura jerárquica de la sociedad?

“Nadie les enseña los principios de acuerdo con los cuales están organizados los grupos sociales (…) sucede indirectamente, mediante la experiencia acumulada de numerosos hechos pequeños” (Halliday, 1978, p.18). Como semilla se encuentra el desarrollo del niño, y a su alrededor el uso cotidiano del lenguaje que sus familiares transmiten al pequeño y lo acopla a un ser social determinado, por consiguiente, se puede considerar que el lenguaje es condicionado por una estructura política ya establecida en la sociedad, donde emerge una diversidad dialectal que expresa este mismo carácter jerárquico. Del mismo modo las evoluciones de dichas variantes y la cierta diferenciación en el dialecto, expresaría de una u otra manera, un lenguaje de resistencia pasiva o un lenguaje de protesta hacía una realidad dividida en el que las variedades lingüísticas “altas” tienen mayor prestigio que las variedades “bajas” ¿estas variaciones igualmente son un reflejo de prestigio económico?

De un “somos parceros” a un “somos amigos” se permite discernir un lenguaje que implícitamente tienden a una opresión social, competencia y alardes verbales tal como un “fuimos de compras” a “fuimos de shoping”

Neologismos que a la superficie son una muestra de evolución en la practicidad y facilidad del lenguaje, pero en su raíz deriva un complejo jerárquico, una expresión simbólica; de igual manera, en la literatura ya nos han dilucidado de manera distópica en “1984” la idea “el pensamiento depende de las palabras” y sí, hoy en día el vocabulario es reducido y las palabras superfluas poco a poco son extinguidas en el habla, en tanto que las palabras fáciles expresan pensamientos simples y objetivos. Y en esta secuencia, es necesario tener en cuenta las maneras del habla que se ven influenciadas por diferentes momentos (culto, coloquial, vulgar), y en el cual esa gama de interacciones viene dada primordialmente por la posición del individuo en los escalafones sociales; un “campesino” no hará parte propiamente de una conversación a base de lenguaje culto y así tal posición impide o da paso respectivamente a nuevos registros y expresa una diversidad de procesos sociales.

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