Mundos narrativos

MUNDOS NARRATIVOS, IMAGINARIOS Y ARTISTICOS

En este ensayo se hablara sobre la educación estética, mediante ésta el estudiante aprende a disfrutar la experiencia artística y con la naturaleza de manera desinteresada, sin despreciar la importancia de la interpretación, estudio y descodificación. El centrarse en la percepción y la creación implica el involucramiento emocional con el proceso y producto de dichas creaciones constituyendo una fuente de salud e inteligencia emocional.

Asimismo para que nos llame la atención un libro, nos debe gustar ya sea el título, los dibujos en la portada o la sinopsis de éste. Ya que lo empezamos a leer, lo comprendemos y posteriormente nos adentramos al desarrollo del libro.
Algunas veces los autores escriben tan detalladamente que la lectura no se nos dificulta; la entendemos, comprendemos y seguimos leyendo.
Pero hay autores que su forma de escribir no es explícita, o utilizan palabras que no están en nuestro acervo cultural y este es un motivo por el cual no entendemos la lectura y nos desmotiva a continuar con ella.

El lector entra en el mundo del autor, no sin exigir al texto todo lo que promete. Este por otro lado podrá imaginar e involucrarse en la lectura, incluyendo su historia, mundo real, lenguaje, compresión y cultura. Dependiendo de ello el lector podrá interpretar correcta o incorrectamente lo que el autor quiere trasmitir.
También va a depender de cómo haya sido educado el lector, ya que si este sólo ha sido educado en el sentido de interpretar sólo lo que el autor nos dice y que cualquier otra interpretación sería in necesaria o inútil. Por otro lado si el lector ha sido instruido en ver las palabras “los secretos más profundos, e incluso deducirá contenidos que el autor no había querido transmitir o había mencionado por pura casualidad” (Gennari, 1997). Así el lector por medio de sus interpretaciones revive el texto, y lo transforma en algo verdadero.

El texto narrativo nos lleva a conocer como es interpretada la obra en distintos contextos; en como un texto del otro lado del mundo nos da una idea de cómo son las personas de aquel lugar, nos transmite un poco sus emociones sentimientos, ideas, realidades e incluso mundos imaginarios.
Mencionando que no se deben de perder de vista las reglas para que el mensaje pueda ser trasmitido. Y que “solo una selección determinada de los signos y de las clases de signos, unida a una combinación correlativa, producen las estructura textual inédita”.

El acto de la lectura provoca que el lector y autor se involucren en un acto reciproco, rompiendo con el tiempo, espacio; estableciendo así una comunicación entre ambos. Este “juego de presuposiciones, arboles interpretativos, descubrimientos de capítulos fantasma e inferencias textuales” (Gennari, 1997). Hacen que el lector pueda ver las cosas desde un punto de vista nuevo para él. Rompiendo así con el único objetivo del intérprete que era penetrar y vivir en el texto.

La cooperación textual tiene que ver con el conocimiento del lector primeramente, en cómo él interpreta o se remonta a situaciones conocidas para él; o mediante su conocimiento él interpreta lo que el autor le está mostrando, por medio del uso de los signos.
El autor en cambio debe “no sólo presupone las competencias que el lector tiene, sino que también debe establecer nuevas” (Gennari, 1997).
El texto narrativo en la infancia y sus niveles de interpretación, nos pone a reflexionar en lo sumergidos que nos encontramos en el que dirán, en el querer hacer “bien” las cosas, solo por quedar bien con alguien o con los demás. Nos evoca a cuan influenciados estado por los adultos, la sociedad; el que hayamos dejado de ser niños con una inagotable imaginación.

En analizarnos a nosotros como futuros docentes e interrogarnos, si está bien el preguntar ¿Si todos los alumnos han “entendido” de igual manera un texto? El darnos cuenta que nos conformado y, seguimos apagando el carácter interpretativo que las palabras evocan en los jóvenes o niños. En cómo nos contentamos con el conocimiento de la técnica de la lectura. Y comprender que el cambio está en “incitar al lector a adentrarse en el texto significa introducirlo en una operación intelectual y cultural compleja, pero cautivadora” (Gennari, 1997). En el permitir al niño que ponga en práctica su modo de ver sentir e interpretar las cosas.

La estructura de la narración consiste en que el lector va interpretando o anticipando acontecimientos en la trama, sin que haya una descripción explicita por parte del autor. Ya que este va realizando saltos temporales, advierte al lector de hechos que sucederán; alertando así al lector de acontecimientos concretos.
Así que “el momento en que el lector pasa de la comprensión de la trama a la re-codificación de la fábula. Nace el juego de las previsiones, de las inferencias y, finalmente, el de la invención” (Gennari, 1997). Y sólo son posibles cuando el lector ha resuelto situarse en el interior de la fábula.

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