Alfabetizacion Inicial

Comunicarnos es una acción de gran importancia en la vida del hombre, pero para realizarlo de manera pertinente es necesario estar alfabetizados. A través de la historia y de acuerdo a las últimas investigaciones realizadas, la alfabetización se define como el proceso en el que un individuo se apropia de la lectoescritura, pero no solo descifrando los códigos gráficos, sino, desarrollando de manera simultánea las habilidades superiores del pensamiento: capacidad de análisis y síntesis, así como el desarrollo del pensamiento crítico y complejo.

Sin embargo el proceso de alfabetización requiere un sinfín de recursos entre los cuales están un entorno socio-económico favorable, estrategias eficaces, pertinentes, así como el deseo y la voluntad por incorporarse en la cultura.

Así mismo, la alfabetización es concebida por Paulo Freire como el proceso mediante el cual el hombre se ocupa de ir formando poco a poco su conocimiento mediante palabras que son utilizadas a diario por el individuo, debe girar en torno a problemas concretos. Mientras que la UNESCO la concibe como un derecho humano que constituye la base del aprendizaje ya que es un instrumento que otorga autonomía con el fin de mejorar el desarrollo humano y social, por ejemplo la salud, los ingresos.

En base a estas se redefine como un proceso mediante el cual el sujeto no sólo aprende a leer y escribir, sino que lo hace en forma reflexiva, accediendo a la cultura, siendo capaz de comunicarse autónomamente e interactuar con su medio; de lo contrario quedaría excluido del mismo.

Se dice que es un derecho porque estar alfabetizados es respetar el derecho básico a la no discriminación, es innato a todos los hombres, debe ser promovido y protegido por encima de las diferentes perspectivas culturales.

El desarrollo de la alfabetización constituye un proceso que se inserta en las relaciones sociales sobre todo con las personas más cercanas de su entorno. Estos procesos se centran principalmente en cuatro corrientes teóricas que rigen las formas del aprendizaje. Regularmente son utilizadas como punto de partida para lograr la alfabetización.

Se comienza con la psicogenética que se fundamenta en el desarrollo del proceso de aprendizaje a partir de capacidades genéticas que el individuo utiliza como recurso para aprender. Posteriormente la psicolingüística donde los procesos mentales son el reflejo de la lengua y busca el ¿Cómo se adquiere y utiliza la lengua?, resultando como consecuencia la comprensión de estos aspectos.

Más tarde la sociolingüística, se da en el quehacer diario durante el reconocimiento de las habilidades lingüísticas que son dependientes de cuatro factores: contexto, función, ubicación geográfica y la sociedad. Por último la pragmática que pretende llevar a la práctica la acción de socializar e intercambiar ideas, busca relaciones entre el pensamiento y el objeto, además de una mejora en sus diversas condiciones sociales.

Todas estas buscan, en conjunto, que el pensamiento y el lenguaje tengan concordancia y congruencia para que puedan ser llevados a la práctica de una manera más eficiente y satisfactoria, pues cada una estudia la influencia de diversos factores como el social, cultural, genético, el contexto al que están expuestos, para con esto, determinar el avance en los procesos de aprendizaje del lenguaje, con la condición de tener en cuenta que cada individuo es diferente y que, por consiguiente, aprenden a un ritmo distinto, es por eso que la mayoría de las veces es más sencillo realizar este aprendizaje por medio de la repetición.

En cambio, desde la psicología cognitiva se replantea la manera de entender la acción y los procesos que se ponen en juego, como una manera de procesar la información que se ofrece construyendo un significado. Los procesos mentales se ponen en acción para comprender de mejor manera los conceptos.

En contraste, desde la psicolingüística se trabaja en el desarrollo de las habilidades sociales, hábitos, la psicomotricidad y el lenguaje, con el fin de compartir, como individuos, los conocimientos adquiridos con la sociedad en general.

Una vez que los procesos de alfabetización son satisfactorios y eficientes se genera lengua, pues según Raúl Ávila es un producto del ser humano que nos sirve para interpretar los hechos culturales, es parte de cada persona, comunidad, país, y parte de la necesidad de comunicación entre todos los individuos.

Raúl también nos dice que la lengua se adquiere, no se aprende, hasta cierto punto coincido en esa idea pues a través del desarrollo que tenemos dentro de un entorno físico los hablantes tendemos a la repetición de todo aquello que escuchamos o que nos hacen repetir, sin embargo considero que no se establece del todo una relación concreta entre el nombre y el objeto, en cambio se aprende en el momento en el que comenzamos a mejorar estas relaciones, a conocer las reglas gramaticales que le dan un mejor sentido a todo aquello que expresamos ya sea de manera oral o escrita.

También hace mención de que se adquiere mediante preguntas, ordenes, correcciones, regaños, peticiones, promesas, etc., pues con todo esto cada individuo sabe cómo comportarse en cada

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