Alta Gente Mas Efectiva
Enviado por negra71 • 23 de Enero de 2014 • 1.531 Palabras (7 Páginas) • 287 Visitas
Séptimo hábito. Afile la sierra.
El séptimo hábito consiste en tomar tiempo para afilar la sierra, es decir, para parar un momento y pensar en cómo mejorar. Engloba a todos los otros hábitos del modelo de los siete hábitos porque es el que los hace posibles.
Afilar la sierra significa preservar y realzar el mejor activo que tienen las personas: uno mismo.
Significa tener un programa equilibrado para la renovación propia en las cuatro áreas de la vida de las personas: física, social/emocional, mental y espiritual.
Covey denomina a este hábito afilar la sierra en alusión a la historia de un leñador que se encuentra en pleno bosque tratando con mucho afán de derribar árboles con su hacha y que -a pesar de estar totalmente exhausto- dice que no tiene tiempo de tomarse una pausa para afilar su sierra, sin darse cuenta que, dedicar unos minutos a afilar la misma le ahorraría muchas horas de esfuerzo.
Aplicado a nuestra vida, afilar la sierra es el hábito de la mejora continua (renovarse). Significa usar la capacidad que tenemos para expresar las cuatro dimensiones de nuestra naturaleza (física, mental, socio-emocional y espiritual), ejercerlas regular y congruentemente de manera sabia y equilibrada, y establecer un balance en todas las dimensiones de nuestro ser, a fin de ser efectivos en los diversos roles que desempeñamos en nuestras vidas.
Este hábito es el hábito de la renovación, es el principio y el proceso que nos permite ascender en una espiral de crecimiento y cambio, de perfeccionamiento continuo hacia la efectividad personal.
Así, a través de la renovación, las personas pueden incrementar su capacidad de producir y gestionar los desafíos a su alrededor. Sin esta renovación, el cuerpo se torna débil y la mente mecánica, las emociones no se procesan, el espíritu se vuelve insensible y la persona, egoísta.
Como se puede entender esto ocurre en todos los ámbitos de la vida de las personas, tanto en el profesional como en el personal.
El sentirse bien no ocurre sin nuestra ayuda. Vivir una vida equilibrada significa tomar el tiempo necesario para renovarse. No hacer este ejercicio puede desgastar y “quemar” a las personas por agotamiento y por sobrecarga.
Cada día es una nueva oportunidad para renovarse.
Primer hábito. Sea Proactivo.
La proactividad significa que, como seres humanos, somos responsables de nuestras vidas. Nuestra conducta es una función de nuestras decisiones, no de nuestras condiciones.
Podemos subordinar los sentimientos a los valores. Tenemos la iniciativa y la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan.
Reactividad = Estímulo y respuesta inmediata (como animales irracionales)
Proactividad = Estímulo, espacio para elegir y respuesta basada en nuestros valores.
Nosotros, como personas, tenemos la capacidad de elegir nuestra respuesta, da igual cuales hayan sido nuestros condicionamientos (ambientales, genéticos, sociales, educacionales, etc), la responsabilidad última de nuestros actos sólo recae en nosotros mismos, nosotros tenemos la capacidad de elegir nuestra respuesta ante cierto estímulo.
Por ello, como nuestra respuesta la elegimos nosotros, nadie puede herirte sin tu consentimiento o como diría Gandhi: "Ellos no pueden quitarnos nuestro autorrespeto si nosotros no se lo damos". Lo que nos hiere o nos daña no es lo que nos sucede, es nuestra respuesta a lo que nos sucede. Desde luego, las cosas pueden dañarnos físicamente o perjudicarnos económicamente, y producirnos dolor por ello. Pero nuestro carácter, nuestra identidad básica, en modo alguno tiene que quedar herida.
De hecho, nuestras experiencias más difíciles se convierten en los recipientes donde se moldea nuestro carácter y se desarrollan las fuerzas internas, la libertad para abordar las circunstancias difíciles en el futuro puede inspirar a otros la misma conducta.
Lo que más importa es el modo en que respondemos a lo que experimentamos en la vida. De nosotros depende reaccionar como animales irracionales o como personas racionales.
Las personas muy proactivas reconocen esa responsabilidad.
La persona proactiva toma la iniciativa y está alerta para influir en las soluciones.
Segundo hábito. Empiece con un fin en mente.
Empezar con un fin en mente significa comenzar con una clara comprensión de su destino, con una visión clara y concisa de ‘para donde queremos ir’ de modo que se pueda comprender mejor dónde se está, para dar siempre los pasos adecuados en la dirección correcta. ‘saber donde esta el norte‘.
El hábito de “empezar con un fin en mente” se basa en el principio de que todas las cosas se crean dos veces. Siempre hay primero una creación mental, y luego una creación física. Se escriben los discursos antes de pronunciarlos; se hace primero un borrador antes de empezar con el original.
Todas las
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