Analisis De La Santa, Gabriel García Márquez

El cuento “La Santa”, escrito en 1981, pertenece al compendio “Doce Cuentos Peregrinos” publicado en 1991 por el autor colombiano Gabriel García Márquez. Es de apenas dieciocho paginas, y cuarentainueve párrafos. Se trata de un cuento del genero llamado el “realismo mágico”, que consiste en la realidad con sucesos mágicos, ante una percepción normal dentro de su ambiente. El tema principal podría ser la hipocresía de la iglesia y la impunidad de la religión, que se puede ver en casos como cuando el papa Pío XII no puede atender a sus súbditos por un ataque de hipo y acude a los mejores médicos y hechiceros; se demuestra la hipocresía cuando acude con algo tan “falso” ante los católicos como lo es hechicero, pues va contra las normas de estos, y la impunidad cuando exagera un simple hipo. Esta misma situación demuestra una ironía: el máximo representante de la iglesia recibe la mejor atención, mientras que sus súbditos, a los que le deben todo su éxito, no se les da la mas mínima atención. También se muestran otros temas, como la superstición del latino y el poder socioeconómico de la iglesia.

La gran referencia a la religión se debe al contexto de la historia: tienen base en sucesos que vivió el autor, receptor del premio nobel y perteneciente al movimiento literario llamado el “boom latinoamericano” de los años sesenta y setenta. El cuento era originalmente una película de los años ochenta, en la cual Márquez participó como guionista; fue reescrita como un cuento, alterando de forma significativa su final tiempo después. Comprende temas de la religión y sus políticas, ante los ojos de un latino (como Márquez). Suele escribir con estos elementos en sus cuentos. El mismo autor relató en sus notas de prensa haberse instalado en Roma, al sur del vaticano, en el sector conocido como Trastevere. Tanto en sus notas como en el cuento habla de la burocracia católica y sus problemas.

Las oraciones dentro de la historia son muy descriptivas y ayudan a concretar el tono y el ambiente, en una forma de escritura tipo estándar, con un narrador protagonista y a veces omnisciente. En cuanto al dialogo, este es informal y de vez en cuando presenta términos coloquiales. La mayoría de la historia se presenta desde afuera. La trama es cerrada y tiene un tono de esperanza, seguido por uno melancólico, y de nuevo al primero y consiguiente; pasa de un tono a otro, pues el protagonista llega cerca de su meta pero siempre falla. Se podría decir, por lo tanto, que el ambiente es inconsistente. La mayoría del tiempo el espacio es abierto; la historia se basa en el sur del Vaticano en el distrito conocido como Trastevere; trasciende que cuando los personajes se trasladan a lugares confinados, como sus habitaciones y los párrocos, se muestra el tono melancólico, y estando en las plazas y parques se muestra el tono de la esperanza. El tiempo es lineal, aunque durante su progresión se utiliza el recurso de la prospección.

El lenguaje estándar toma mucho apoyo de las figuras literarias, el recurso mas distintivo de Márquez; el mas utilizado evidentemente es la descripción, que se usa para presentar los símbolos y la historia en sí con claridad. Presenta la hipérbole cuando se menciona: “…Pio XII padecía de una crisis de hipo que ni las buenas ni las malas artes de médicos y hechiceros habían logrado remediar” (Márquez, p.60); refleja la exageración de los mandatarios católicos ante situaciones mínimas. El símil se usa en esta cita: “Empezó

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