Análisis Literario "El monte de las ánimas" de Gustavo Adolfo Bequer Introducció

Introducción del tema

Duración total:  

MÚSICA de fondo.

IMÁGENES.

(citar según las indicaciones)

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Cuándo García comienza a hablar.

Créditos a su autor

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EFECTOS (OPCIONALES)

TITULO: Un viaje al Monte de las Animas.

TEXTO para el LOCUTOR(es).

Guzmán: Bienvenidos al programa Un Viaje a... El día de hoy recorreremos el maravilloso mundo de  Gustavo Adolfo Bécquer analizando su leyenda “El monte de las animas”

García: Gustavo Adolfo Bécquer Poeta español. Fue el máximo representante de la poesía posromántica, tendencia que tuvo como rasgos distintivos la temática intimista y una aparente sencillez expresiva, alejada de la retórica vehemencia del romanticismo. La obra de Bécquer ejerció un fuerte influjo en figuras posteriores como los poetas de la generación del 27, y la crítica lo juzga el iniciador de la poesía española contemporánea. Pero más que un gran nombre de la historia literaria, Bécquer es sobre todo un poeta vivo, popular en todos los sentidos de la palabra, cuyos versos, de conmovida voz y alada belleza, han gozado y siguen gozando de la predilección de millones de lectores. Después de la pausa recorreremos el monte de las ánimas.

PAUSAS

TIEMPO APROXIMADO PARA CADA APARTADO.

Desarrollo del tema

Duración total:   

MÚSICA de fondo.

IMÁGENES.

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Cuándo Guzmán diga “El joyel”

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Créditos a su autor

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TEXTO para el LOCUTOR(es).

Ramírez: Estamos de vuelta en Un Viaje a… Comenzaremos con el análisis de está, por favor Fernanda.

Manríquez: Bécquer escribió esta historia en 1861 mientras se encontraba en Soria, lugar en donde se desarrolla la historia Todas sus leyendas son un conjunto de relatos en prosa, las cuales son las de mayor coherencia en cuanto a género literario, estructura y Bécquer era total y plenamente en cualquiera de sus escritos. Aranza, Podrías comentarnos algo sobre el argumento de la historia, por favor.

Bernal: Gracias Fernanda, bueno el argumento de “El monte de las animas” La historia transcurre en Soria, en el llamado Monte de las Ánimas, en el día de los difuntos. Los Condes de Borges y de Alcudiel, junto a sus hijos Beatriz y Alonso iniciaban el camino hacia la cacería, montados a caballo. Alonso, empezó a relatar una leyenda, la del Monte de las Ánimas. Al parecer, a este monte que llamaban de las ánimas pertenecía a los Templarios, que eran guerreros y religiosos a la vez. Cuenta la leyenda que cuando cae la noche en el Día de todos los Santos las almas de los muertos corren junto con los lobos que habitan el monte y nadie quiere estar ahí en dicha fecha.                                                        Guzmán: La obra está dividida en cinco partes, una pequeña introducción en la que Bécquer explica por qué escribió la obra, cito “La noche de difuntos me despertó a no sé qué hora el doble de las campanas; su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria.

     Intenté dormir de nuevo; ¡imposible! Una vez aguijoneada, la imaginación es un caballo que se desboca y al que no sirve tirarle de la rienda. Por pasar el rato me decidí a escribirla, como en efecto lo hice.”, el inicio es cuando Alonso comienza a contar la leyenda del misterioso monte de las animas, cito “-Ese monte que hoy llaman de las Ánimas, pertenecía a los Templarios, cuyo convento vez allí, a la margen del río […] La cacería se llevó a cabo. No se acordaron de ella las fieras; […] Aquello no fue una cacería, fue una batalla espantosa: el monte quedó sembrado de cadáveres, los lobos a quienes se quiso exterminar tuvieron un sangriento festín. […] El monte, maldita ocasión de tantas desgracias, se declaró abandonado, y la capilla de los religiosos, situada en el mismo monte y en cuyo atrio se enterraron juntos amigos y enemigos, comenzó a arruinarse.                                  

 Desde entonces dicen que cuando llega la noche de difuntos se oye doblar sola la campana de la capilla, y que las ánimas de los muertos […] corren como en una cacería fantástica por entre las breñas y los zarzales. […] Al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los descarnados pies de los esqueletos. Por eso en Soria le llamamos el Monte de las Ánimas […]

En el desarrollo de la historia Alonso le regala una joya a Beatriz, ya que el presiente que tendrán que separarse muy pronto, cito “[…] -De un modo o de otro, presiento que no tardaré en perderte... Al separarnos, quisiera que llevases una memoria mía [...] El joyel que sujetaba la pluma de mi gorra cautivó tu atención. ¡Qué hermoso estaría sujetando un velo sobre tu oscura cabellera! […]¿Lo quieres?

     -No sé en el tuyo -contestó la hermosa-, pero en mi país una prenda recibida compromete una voluntad. Sólo en un día de ceremonia debe aceptarse un presente de manos de un deudo[...] El acento helado con que Beatriz pronunció estas palabras turbó un momento al joven, que después de serenarse dijo con tristeza:

     -Lo sé prima; […] ¿Quieres aceptar el mío?”

Después de ese momento Alonso que quiere ver a su prima feliz parte al monte de las animas en busca de la cinta color azul, cito “[…]  -Y antes de que concluya el día de Todos los Santos, […] sin atar tu voluntad, puedes dejarme un recuerdo, ¿no lo harás? -dijo él clavando una mirada en la de su prima, que brilló como un relámpago, iluminada por un pensamiento diabólico.

     -¿Por qué no? -exclamó ésta llevándose la mano al hombro derecho como para buscar alguna cosa entre las pliegues de su ancha manga [...] Después, […] añadió:

     -¿Te acuerdas de la banda azul que llevé hoy a la cacería, y que por no sé qué emblema de su color me dijiste que era la divisa de tu alma?

 […]

          -Pues... ¡se ha perdido! Se ha perdido, y pensaba dejártela como un recuerdo.

     -¡Se ha perdido!, ¿y dónde? -preguntó Alonso incorporándose de su asiento y con una indescriptible expresión de temor y esperanza.

[…]

     -¡En el Monte de las Ánimas -murmuró palideciendo y dejándose caer sobre el sitial-; en el Monte de las Ánimas!

     Luego prosiguió con voz entrecortada y sorda:

[…] -Otra noche volaría por esa banda, y volaría gozoso como a una fiesta; y, sin embargo, esta noche... esta noche. ¿A qué ocultártelo?, tengo miedo. ¿Oyes? […] ¡Las ánimas!, cuya sola vista puede helar de horror la sangre del más valiente […]

[…]     -¡Oh! Eso de ningún modo. ¡Qué locura! ¡Ir ahora al monte por semejante friolera! ¡Una noche tan oscura, noche de difuntos, y cuajado el camino de lobos!

          -Adiós Beatriz, adiós... Hasta pronto.

[…]     A los pocos minutos se oyó el rumor de un caballo que se alejaba al galope. […] Las viejas, en tanto, continuaban en sus cuentos de ánimas aparecidas; el aire zumbaba en los vidrios del balcón y las campanas de la ciudad doblaban a lo lejos.”

  El clímax; Cuando Beatriz intenta dormirse  “[…] la media noche estaba a punto de sonar, y Beatriz se retiró a su oratorio. Alonso no volvía, […] en menos de una hora pudiera haberlo hecho.

     -¡Habrá tenido miedo! -exclamó la joven […]

     Después de haber apagado la lámpara y cruzado las dobles cortinas de seda, se durmió; se durmió con un sueño inquieto, ligero, nervioso.

     Las doce sonaron […] Beatriz oyó entre sueños las vibraciones de la campana, lentas, sordas, tristísimas, y entreabrió los ojos. Creía haber oído a par de ellas pronunciar su nombre; pero lejos, muy lejos, y por una voz ahogada y doliente. El viento gemía en los vidrios de la ventana.

     -Será el viento -dijo; […] Pero su corazón latía cada vez con más violencia. Las puertas de alerce del oratorio habían crujido sobre sus goznes, con un chirrido agudo prolongado y estridente.

    […] todas las puertas que daban paso a su habitación iban sonando por su orden, éstas con un ruido sordo y grave, aquéllas con un lamento largo y crispado. […] un silencio lleno de rumores extraños, […] con un murmullo monótono de agua distante; lejanos ladridos de perros, voces confusas, palabras ininteligibles; ecos de pasos que van y vienen, crujir de ropas que se arrastran, suspiros que se ahogan, respiraciones fatigosas que casi se sienten, estremecimientos involuntarios que anuncian la presencia de algo que no se ve y cuya aproximación se nota no obstante en la oscuridad.

     Beatriz, inmóvil, temblorosa, adelantó la cabeza fuera de las cortinillas [...] Oía mil ruidos diversos; se pasaba la mano por la frente, tornaba a escuchar: nada, silencio.

     Veía, con esa fosforescencia de la pupila en las crisis nerviosas, como bultos que se movían en todas direcciones; y cuando dilatándolas las fijaba en un punto, nada, oscuridad, las sombras impenetrables.

     -¡Bah! -exclamó, volviendo a recostar su hermosa cabeza sobre la almohada de raso azul del lecho-; ¿soy yo tan miedosa como esas pobres gentes, cuyo corazón palpita de terror bajo una armadura, al oír una conseja de aparecidos?

     Y cerrando los ojos intentó dormir...; pero en vano había hecho un esfuerzo sobre sí misma. Pronto volvió a incorporarse más pálida, más inquieta, más aterrada. Ya no era una ilusión: las colgaduras de brocado de la puerta habían rozado al separarse, y unas pisadas lentas sonaban sobre la alfombra; el rumor de aquellas pisadas era sordo, casi imperceptible, pero continuado, y a su compás se oía crujir una cosa como madera o hueso. Y se acercaban, se acercaban, y se movió el reclinatorio que estaba a la orilla de su lecho. Beatriz lanzó un grito agudo, y arrebujándose en la ropa que la cubría, escondió la cabeza y contuvo el aliento.

     El aire azotaba los vidrios del balcón; el agua de la fuente lejana caía y caía con un rumor eterno y monótono; los ladridos de los perros se dilataban en las ráfagas del aire, y las campanas de la ciudad de Soria, una cerca, otras distantes, doblan tristemente por las ánimas de los difuntos.

     Así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la noche aquella pareció eterna a Beatriz. Al fin despuntó la aurora: vuelta de su temor, entreabrió los ojos a los primeros rayos de la luz. Después de una noche de insomnio y de terrores, ¡es tan hermosa la luz clara y blanca del día! […] cuando de repente un sudor frío cubrió su cuerpo, sus ojos se desencajaron y una palidez mortal descoloró sus mejillas: sobre el reclinatorio había visto sangrienta y desgarrada la banda azul que perdiera en el monte, la banda azul que fue a buscar Alonso.[pic 8]

     Cuando sus servidores llegaron despavoridos a noticiarle la muerte del primogénito de Alcudiel, que a la mañana había aparecido devorado por los lobos entre las malezas del Monte de las Ánimas, la encontraron, […] muerta; ¡muerta de horror!”

y el desenlace que es lo que se dice el cazador Cito:

Ramírez: Los personajes principales son Beatriz y Alonso.

Beatriz es físicamente hermosa, “La hermosa, con una radiante expresión de orgullo satisfecho que coloreó sus mejillas, prestó atento oído a aquel rumor que se debilitaba, que se perdía, que se desvaneció por último.”

Pero por dentro es una persona fría, interesada y manipuladora, cito “Mientras el joven hablaba, una sonrisa imperceptible se dibujó en los labios de Beatriz, que cuando hubo concluido exclamó con un tono indiferente y mientras atizaba el fuego del hogar, donde saltaba y crujía la leña, arrojando chispas de mil colores […]”,

 A  ella se debe el desenlace trágico de la historia.                                                                                                                                                        

Alonso es fuerte y no muy atractivo, además y valiente pero se deja llevar por el amor, lo que lo hace fácil de manipular Cito, “ […] Al decir esta última frase, la recargó de un modo tan especial, que Alonso no pudo menos de comprender toda su amarga ironía, movido como por un resorte se puso de pie, se pasó la mano por la frente, como para arrancarse el miedo que estaba en su cabeza y no en su corazón, y con voz firme exclamó, dirigiéndose a la hermosa, que estaba aún inclinada sobre el hogar entreteniéndose en revolver el fuego.”

Natalia podrías hablarnos sobre el tiempo, por favor.                                                                                                                         García: Al inicio hay un narrador en primera persona, pero después es un narrador en tercera persona. Los lugares físicos en los que se desarrolla la historia son: el monte de las ánimas, el comedor donde cenan y los aposentos de Beatriz.

Manríquez: El ambiente psicológico fue suspenso, principalmente cuando Beatriz estaba acostada en su cama y comenzó a escuchar “[…] ruidos, ladridos, voces, pasos y la voz del viento rozando su ventana” El terror llegó cuando amaneció y ella descubrió la cinta azul sangrienta y desgarrada que Alonso había ido a buscar.

Bernal: Comentaremos un poco sobre los símbolos que consideramos importantes.

Campanas: son las que indican la hora y el momento en el que las almas se levantan

Azul: puede representar la tristeza y el trágico destino de las personas cuando están por morir.

Perros: son lo que se dan cuenta y dan la alerta de que los muertos se acercan

Muertos: ellos son el terror mis que inunda los corazones de las personas.

García: Al regresar cada uno dará su opinión sobre el texto.

PAUSA.

García: Bienvenidos al programa una vez más, ahora les presentaremos la opinión sobre esta espeluznante leyenda.

Guzmán: Elegimos este cuento porque nos gustó como el autor explica los hechos y la manera en que utiliza el azul como un símbolo, y personalmente me gustó como describió el sueño intranquilo de Beatriz y como a la mañana siguiente ve el listón azul cubierto de sangre en su escritorio.

Manríquez: la obra me gustó por qué le da un toque de suspenso, pero Beatriz no me agradó por qué considero que mandó a Alonso al monte de las ánimas sólo por diversión y para tratar de probar que él era cobarde y que no iba por cobardía no por creer en las ánimas.

También pienso que Alonso no debió ir solo para probar algo, pues si él estaba seguro de lo que pasaba en el monte de las ánimas no debía importarle lo que su prima pensará.

La muerte de Beatriz la consideró justa porque ella tuvo la mitad de culpa que Alonso muriera.

Ramírez: Me gusto personalmente por que el autor usa un lenguaje muy poco apegado a la época lo que hace que la historia al momento de leerla es muy fluida , también creo que los lugares escogidos por el autor para su historia son muy acertados ya que propician y se apegan mucho más al inminente final trágico que el mismo autor busca , también me gusto porque a pesar de su ambientación medieval plantea sentimientos que hoy en día siguen vigentes

García: Me ha gustado mucho esta historia porque ha resultado bastante interesante para mí porque no me esperaba el final: por una parte, Beatriz juega con el amor de Alonso provocándole para ver si él es capaz de hacer todo lo imposible por ella y lo que hace Alonso es ir al Monte de las Animas para demorar que él no tiene miedo. Por otra parte, me sorprende que Alonso sea tan inocente de ir al monte por el lazo azul de Beatriz y que le mataran los lobos. Por último, lo que menos me imagino es que ella muriera por volverse loca cuando ella no quería a Alonso.

Bernal: Lo que más me gustó fue después de que el reloj marca la media noche y comienza la noche de las animas, el cómo relata las sensaciones que tiene y como se siente, provoca una gran adrenalina en el lector y cada vez que lees la leyenda te das cuenta de detalles que pasan desapercibidos las primeras veces y un escalofrió recorre tu espalda cada que hablan de las ánimas.

TIEMPO.

Cierre

Duración total: 33

MÚSICA de fondo.

IMÁGENES.

TEXTO para el LOCUTOR 

Guzmán: Agradecemos la atención brindada al programa, nos vemos en la siguiente emisión.

TIEMPO.

Créditos

Duración total:

CRÉDITOS:

Locutores:

Bernal Silva Aranza.

García Sotelo Natalia de Jesús.

Guzmán Fuentes Jimena.

Manríquez Flores María Fernanda.

Ramírez Vilchis Eduardo.

Fuentes:

Cuento obtenido de:

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/becquer/rimyley/montede.htm

Imágenes rescatadas de:

weheartit.com

Tumbrl.com

TIEMPO.

Duración total del clip de video: