Análisis sobre la educacion que es del otro

Análisis sobre “La educación que es del otro” de Carlos Skliar

De acuerdo con los artículos de Skliar el racismo se genera con una construcción errónea acerca del otro como sinónimo de diferente ya que se concibe como una amenaza directa a nuestra existencia, la imagen del otro como enemigo real o potencial.

El racismo es un medio de segregación y discriminación que generan una sociedad en la cual la norma y la homogeneidad constituyen sus principales medios de opresión; esta problemática social nace con la concepción de “la pureza de la raza”, sustituyendo a la de “lucha de razas” se cambia la concepción plural por la singular de la raza.

Esta analogía entre el racismo y la educación del otro cumple una función directa en cuanto a sus implicaciones en la pedagogía, ya que se visualizan las dicotomías que se encuentran en ambos discursos.

Este libro pretende que el lector mostrar la relación que se tiene con la herencia y el papel que nos cabe como herederos de una serie de tradiciones pedagógicas, de las cuales considera que el lector debe reflexionar.

El texto instala, inicialmente, una discusión acerca de la consistencias e inconsistencias del sistema educativo y pone en el panorama los aspectos  argumentativos que parece sostener cierto sentido naturalizado del acto mismo de educar, ya que se cuestiona como la educación recae en diferenciaciones que someten al individuo a autoconcepciones erróneas de la sociedad que lo rodea ya que el exterior y específicamente el otro resulta ser lo diferente, el cual genera idealizaciones desacertadas a cerca de lo desconocido sin percatarse que también somos parte de una otredad que excluimos y nos excluye.

“La educación que es del otro” asume una posición ético- moral , ya que se expone la idea de tomar una decisión de asumir una posición responsable frente a la herencia educativa y a su distribución ; este texto complejiza el ejercicio asumiendo que no solamente el otro “está ahí” sino que, además, es suya la educación, esa otredad allí presente supone un yo y un nosotros, de manera directa es decir ambos forman parte de un sistema que los incluye.

El recorrer de sus páginas no es otra cosa que la tentativa para dudar de ciertos argumentos educativos, tales como: el completamiento del otro, la puesta en el futuro de los ideales pedagógicos, la instalación de una lógica explicativa, la configuración de un otro como diferente de lo “normal” (norma) y la imposición de una permanente e insistente necesidad de cambio educativo, que no suele ser sino una vuelta forzada al exceso de argumentación.

El texto visualiza los estereotipados, arquetípicos, modélicos que sostienen nuestra forma de pensar aquello que heredamos, de esta forma, se nos incita a “ser infieles con la herencia”, reconociendo y reflexionando su existencia pero aparcando el velo de todas aquellas ficciones que impiden un justo reparto, de la realidad que inevitablemente nos rodea.

La explícita intención de reconstruir los argumentos pedagógicos o al menos aquellos que más hacen sonar la cuestión de la diferencia, supone provocar una hendidura en la continuidad poco interrogada y autosuficiente del lenguaje sobre la educación; es por ello que replantea una serie de herramientas para reeducarse en los temas sobre el otro, el autor menciona que la diversidad no es sinónimo de frontera o límite de pensamiento sino un medio que pretende entender el yo propio y su experiencia para poder analizar el entorno de la atención al otro; es por ello que la inclusión e integración debería universalizarse a todas las áreas de la vida humana (política, económico, social, cultural, educativo) y nosotros ser conscientes que existen ordenes de pensamientos que pretenden tergiversar y descomponer el ideario colectivo con el fin de seguir manteniendo el poder y el control ya que con esto siguen profanando las mentes critico pensantes que no cuestionan que los limites y diferencias solo están en nuestra mente y no en un sistema que ha sido tergiversado y manipulado por unos pocos.

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