Aspectos Basicos De La Declamación
Enviado por juditharellano • 22 de Octubre de 2013 • 1.474 Palabras (6 Páginas) • 414 Visitas
ASPECTOS BÁSICOS DE LA DECLAMACIÓN
Si no dominamos la lectura con exactitud, corremos el riesgo de cambiar el
sentido de la idea que el poeta expresa en su obra. Un buen declamador debe ser
antes un mejor lector. Es indispensable no dislocar el ritmo; una sílaba de más o de
menos, produce el defecto auditivo de un tropezón en la musicalidad del verso: esto
se llama cojera en la técnica poética. Qué ofensa tan grande resulta para los
buenos poetas, cuando un lector o recitador osa no respetar el ritmo, la medida o el
buen sonido y musicalidad en sus poemas. Si el declamador sospechare sobre un
posible error en el poema, debe cotejar en otras versiones cuál fue la forma
genuina que produjo o quiso generar la creatividad del autor.
Sigue siendo el diccionario un libro básico para todo el que maneje el
lenguaje, y quien exprese sentimientos al decir un poema, debe acudir con la
frecuencia que sea necesaria a este recurso, si pretende ejercitar todos los
aspectos de la palabra. Para leer con claridad es necesario entender lo que leemos.
Entonces, a ti que pretendes la erudición en el tratado que aquí estudiamos, yo te
digo: encamínate a leer; lee mucho en voz alta, aprende a detenerte en cada signo
de puntuación, encuentra las pausas y los tiempos adecuados a esos elegantes
silencios que hacen los buenos lectores. Y, aunque se sepa leer, resulta un buen
ejercicio para quien desee adquirir soltura y elegancia.
El primer secreto del buen lector se refiere al tiempo que debe durar cada
pausa. Hay cuatro signos principales en nuestras lecturas con diferentes tiempos
en la pausa: La coma, que vale un tiempo. Cada vez que se encuentre una coma,
pensará en la palabra “uno” y aprovechará para respirar durante ese tiempo.
Cuando encuentre punto y coma pensará “uno, dos”. Si se trata de un punto, ya sea
punto y seguido, punto y aparte o algunos signos equivalentes como el cierre de
admiración o de interrogación, contará tres tiempos normalmente: “uno, dos, tres”.
Y en el caso de puntos suspensivos, contará cuatro tiempos: “uno, dos, tres,
cuatro”. Al novato, este ejercicio le permite comenzar a escucharse, se obliga a un
nuevo ritmo, a adquirir seguridad y a saber cuándo debe respirar.
Practiquemos lo anteriormente descrito con el siguiente texto:
La Oratoria es un hombre fuerte y la Declamación es una mujer muy
bella. (uno, dos, tres) Ciertamente, (uno) no podemos decir que una sea
más que la otra, (uno) ambas son arte excelso. (uno, dos, tres) Pero a mí,
(uno) ningún hombre me ha parecido bello; (uno, dos) en cambio, (uno)
existen mujeres sumamente hermosas y de una gran fuerza en todos
sentidos: (uno, dos, tres) Mi esposa es una de ellas.
Según sea el nivel, debemos buscar lecturas de nuestro interés para seguir
practicando el aspecto de las pausas, hasta conseguir la estatura que satisfaga
nuestro gusto.
Por último, referente a los signos y a sus pausas, los dos puntos (:) tienen su
entonación especial que previene para atender a lo que se dirá enseguida, y la
pausa correspondiente puede ser de dos o tres tiempos, ya que el objetivo del
signo es captar la atención del que escucha.
Al recomendar como primer paso leer con claridad, y al referirme a la lectura
en voz alta, deberemos atender en beneficio de esa claridad, a una pronunciación
adecuada para los vocablos que hayamos de manejar.
No está por demás insistir en que cada palabra debe ser comprendida en su
exacto significado. Si el trabajo se desarrolla colectivamente, es recomendable que
una vez consultado el vocabulario correspondiente a un poema o a una lectura, se
aplique en frases elaboradas por los alumnos; sería muy bueno que se
escribieran en el pizarrón para visualizarlas y afirmar, al mismo tiempo, el
conocimiento ortográfico, sobre todo si se aprovecha para observar además
algunas voces derivadas de las que se estén ejercitando, e indudablemente, estoy
seguro de que la habilidad del maestro o del lector, sabrá encontrar diversos
caminos para practicar al respecto.
Aspecto importantísimo es la DICCIÓN. Si nos proponemos declamar,
entonces somos responsables de que cada verso y cada palabra contenida en el
poema, llegue con claridad a los oídos de quienes escuchan. Una vez entendidos
los vocablos de un verso o estrofa, pronunciemos en voz alta y con toda claridad.
Como instructor de infantes, me he topado con que la mayoría de ellos no ha
alcanzado una óptima dicción, lo cual no tiene que ser alarmante. Me ha rendido
buenos resultados el ejercicio de la dicción exagerada en estos casos, el cual
consiste en pronunciar las palabras, separando con gran vehemencia y fuerza las
sílabas que las componen; -abre todo lo que puedas tu boquita-, le digo al
pequeño, y asegúrate de que se entienda perfectamente lo que
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