Aura Y Mexico
Enviado por • 9 de Marzo de 2014 • 911 Palabras (4 Páginas) • 235 Visitas
“Hay que morir antes de renacer” - Aura, Carlos Fuentes (1962)
No se tiene que ir muy lejos, para tratar de entender Aura, bastará con leer la frase “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y como la recuerda para contarla” (García Marques, 2002)Los personajes recuerdan su viada pasado y tratan de recrearlas . Fuentes le da vida a la obra en 1962, en México, “Lees ese anuncio: una oferta de esa naturaleza no se hace todos los días. Lees y relees el aviso. Parece dirigido a ti, a nadie más.” Fuentes crea cuatro personajes a raíz de la eternidad de un amor. El amor de Consuelo y Llorente. El amor que el General Llorente escribió en sus memorias, la pasión que inspiro sus palabras, “Ma jeune poupeée aux yeux verts, je t’ai comblée d’amour”. Sin embargo se parece más a un cuento de brujas que de hadas, Consuelo busca ser fértil la razón por la que se vuelve hechicera y recurre a la brujería, la indagación de esa trascendencia en el mundo. El fruto de esta brujería es Aura. Una cautivadora muchacha de ojos y vestido verdes, la supuesta sobrina de Consuelo. Ellas dos, Aura y Consuelo, desde su oscuro, tenebroso, sombrío, exánime claustro, invocan a Felipe Montero profesor auxiliar en escuelas particulares, antiguo becario en la Sorbona para que penetre en la oscuridad de sus vidas y plazca a Consuelo y Aura en todos sus quereres, en los vacíos de sus almas que se dieron a sí mismas. En esta obra se puede identificar un paralelismo de tiempo, no solo en el tiempo de Consuelo y Montero, pero también con la situación que vivía Fuentes en México en 1962.
En México de la década de los sesenta, la nación se encontraba en el periodo conocido como el milagro mexicano. Todo parecía estar muy bien, fue una época de crecimiento económico, la estabilidad política y se destaca entre los países en vías de desarrollo Latinoamericanos. De alguna forma en la identidad Mexicana del momento existía esa imagen de idealidad y perfección, porque pudieron salir de lo que era una depresión económica, política y cultural a una luz de renacimiento y de prosperidad. Consuelo representa esa desgracia y oscuridad mientras Aura es ese milagro que trae bienestar y dicha a su vida, a esa vida estancada en la esterilidad y el deseo de eternizarse. Sumergida en ese esfuerzo de surgir y dar a luz vida, incluso a través de un aquelarre incluso más allá del ámbito de la humanidad y de los confines del universo.
Llorente conoció a Consuelo en 1867, cuando solo tenía 15 años, se la llevo a vivir a Paris, al exilio, tenía ojos verdes, los ojos verdes que eran su perdición, para el Consuelo era su muñeca. Con ella paseo, bailo, soporto sus gatos, disfrutaba de su inocencia y acciones grotescas, le juro su amor eterno, enamorado irremediablemente no solo en ella sino en el bailar de su falda, la manera como se movía, como sus hermosos ojos verdes lo cautivaron y demás cosas.
...