BASTA
Enviado por yazyaz225 • 16 de Abril de 2015 • Tesis • 1.448 Palabras (6 Páginas) • 151 Visitas
BASTA
Imaginé mi horror por un momento
que Dios, el solo vivo, no existiera,
o que, existiendo, sólo consistiera
en tierra, en agua, en fuego, en sombra, en viento.
Y que la muerte, oh estremecimiento,
fuese el hueco sin luz de una escalera,
un colosal vacío que se hundiera
en un silencio desolado, liento.
Entonces ¿para qué vivir, oh hijos
de madre, a qué vidrieras, crucifijos
y todo lo demás? Basta la muerte.
Basta. Termina, oh Dios, de maltratarnos.
O si no, déjanos precipitarnos
sobre Ti —ronco río que revierte.
Localización del poema
Basta es uno de los poemas que integran Redoble de conciencia, segundo libro de poesía de Blas de Otero con el que el poeta bilbaíno obtuvo el Premio Boscán de poesía en 1950, año de su publicación. Redoble de conciencia viene a ser una continuación del libro anterior, Ángel fieramente humano, con el que comparte temas como el amor, la aguda conciencia de la condición mortal del hombre, la angustia existencial, la soledad y el enfrentamiento con el poder implacable de Dios, un Dios identificable con el Yahvé del Antiguo Testamento, distante, inescrutable y silencioso. Aparece, sin embargo, como novedad una preocupación solidaria por la humanidad que se irá acentuando en obras posteriores. En ello tuvo mucho que ver el impacto que los desastres de la Segunda Guerra Mundial causaron en el poeta. La presencia de refugiados centroeuropeos en Bilbao acercó a Blas de Otero a la realidad aterradora de una humanidad al borde de la destrucción.
Tema
En Basta, el poeta vuelve a tratar una vez más el tema de la angustia que provoca la posibilidad de que Dios no exista y que la muerte conduzca a la nada, posibilidad que se plantea ante el silencio desolador de un Dios que no se manifiesta. Dicha angustia sitúa al hombre entre la rebeldía y una esperanza desgarrada. Se trata, por lo tanto, de una composición de carácter reflexivo y, más que filosófico, religioso.
Estructura externa
Basta adopta la forma de un soneto, estructura estrófica que Blas de Otero utilizó en muchas de sus composiciones. El gusto por el soneto proviene en parte de su gran interés por la poesía española del Siglo de Oro y, en particular, por la obra de poetas como Góngora o Quevedo con los que sintoniza por sus preocupaciones existenciales. El soneto, además, le permite con su estructura cerrada dar un cauce preciso a su inspiración. En ocasiones lo utilizó de forma muy innovadora, añadiéndole versos o descoyuntándolo rítmicamente. No es este el caso. El soneto que nos ocupa es clásico, compuesto por dos cuartetos en los que se plantea el tema y dos tercetos con rima CCD EED en los que se resuelve.
Los dos cuartetos están unidos sintácticamente. En realidad dan cabida a una única oración que se inicia con el verbo en forma de imperativo imagine. De aquí que haya encabalgamientos entre todos los versos y también entre las estrofas. El punto que aparece al final del primer cuarteto es puramente prosódico. La conjunción y que abre el segundo cuarteto une dos proposiciones subordinadas coordinadas. Lo que desarrollan los dos cuartetos es una serie de suposiciones cuya consecuencia viene dada por el primer terceto. De ahí que se inicie con el adverbio entonces y siga con una interrogación retórica que responde de forma tajante la oración Basta la muerte del último verso del terceto.
El segundo terceto se abre con un nuevo Basta, que enfatiza un cambio en el discurrir de la reflexión.
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