Brujas De Salen
Enviado por 0706198100109 • 9 de Julio de 2014 • 909 Palabras (4 Páginas) • 244 Visitas
PERDIDOS EN TOKIO
(Lost In Translation)
Estados Unidos, 2003
Dirigida por Sofia Coppola, con Bill Murray, Scarlett Johansson, Giovanni Ribisi, Anna Faris, Fumihiro Hayashi, Ryuichiro Baba.
Qué escribir sobre un film nominado a tantos premios en tantas categorías: al mejor actor, con toda justicia, para Bill Murray; a la mejor actriz, la expresiva Scarlett Johansson, toda una revelación; al mejor director, en este caso la directora Sofia Coppola, y claro, a la mejor película, también considerada por muchos críticos una de las mejores de 2003. Pesada carga, de algún modo, para un film tan pequeño y sutil, no por ello menos extraordinario, y que no parece haber sido gestado con la pretensión de obtener galardones. En cierto sentido, es un film mínimo, con un guión limitado, de escasa acción, de aun más escasos diálogos ampulosos. Un film de climas y atmósferas. Por eso sorprende su candidatura al Oscar, que suele privilegiar grandilocuencias más o menos obvias, como El retorno del rey o el último film de Peter Weir.
Bill Murray interpreta al actor Bob Harris, un alter ego de sí mismo. Todo lo que sabemos de él lo revelan un par de frases y, sobre todo, la expresividad de este maravilloso actor que es Murray. El es la elección adecuada para este film que no se ajusta a ningún clisé de género, y en él descansa buena parte del peso del film. Desde la comedia que despliega en una sesión de fotografías para la campaña publicitaria de una marca de whisky que está desarrollando en Tokyo, hasta el drama de ese hombre que no se halla a sí mismo en la soledad de su cuarto de hotel, su registro interpretativo es tan amplio que no necesitamos más explicaciones para saber de su ocaso profesional, de su melancolía, de su autoconmiseración traducida en ironía, de la incomunicación en su gastado matrimonio, de su crisis de hombre adulto y sabio, que parece estar evaluando su vida, ante esa joven que encuentra en el hotel y que atraviesa también una crisis, en su caso de iniciación a la madurez.
Charlotte está perdida después de sus graduación, perdida en ese país que no la recibe, en esos templos donde no siente nada, y en su matrimonio donde empieza también a sentirse fuera de lugar. Ambos están perdidos en lo que va de Occidente a Oriente, en una ciudad hostil, perdidos en un lenguaje incomprensible, perdidos en su insomnio, y cada uno encuentra en el otro a quien podrá acompañarlo en ese estado de desorientación: el otro es el alma que Charlotte busca en los textos de autoayuda.
Entre otras, Perdidos en Tokyo narra una historia de amor. No hay mapas para orientarse en esa relación sin nombre que nace de miradas, de encuentros en el bar, y se desarrolla entre silencios, escapadas cómplices, recorridas por esos espacios ajenos, hasta llegar a un entendimiento,
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