COMO ENSEÑAR LA LECTURA Y LA ESCRITURA
Enviado por aralaletse • 4 de Septiembre de 2011 • 1.544 Palabras (7 Páginas) • 1.369 Visitas
CÓMO EMPEZAR LA ENSEÑANZA DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA
¿CÓMO INICIAR EL CICLO ESCOLAR?
Algunas sugerencias que toman como base el Programa de Estudios de Español 2009 (RIEB)
Introducción
El programa de Estudios de Español establece que, “para el logro de los propósitos establecidos en este programa (Español 2009) es necesario
El programa de Estudios de Español establece que, “para el logro de los propósitos establecidos en este programa (Español 2009) es necesario desarrollar dos modalidades de trabajo: los proyectos didácticos y las actividades permanentes”.
El documento curricular afirma también que “con el fin de apoyar el proceso de alfabetización inicial en primero y segundo grados, a las actividades permanentes se suman las actividades para reflexionar sobre el sistema de escritura, que tienen como propósito favorecer el conocimiento de las propiedades del mismo”.
Es decir, tenemos entonces, para iniciar el primer grado, tres opciones:
De manera que los maestros de primero y segundo grados tienen tres opciones para comenzar a trabajar el ciclo escolar:
a) Los Proyectos Didácticos
b) Las Actividades Permanentes y
c) Las Actividades para Reflexionar en el Sistema de Escritura.
Los programas de estudio no indican cuál es la mejor manera de empezar ni las razones para decidir el comienzo de una u otra manera; este manual propone iniciar por las Actividades para Reflexionar en el Sistema de Escritura. A continuación se explican las razones y se dan algunas sugerencias.
Empezar reflexionando: Lectura y escritura de nombres propios
"El nombre de una persona es para ella el sonido más dulce e importante que pueda escuchar".
Dale Carnegie
En el Bloque I del Programa de Español de Primer grado; en la sección “Actividades para reflexionar en el sistema de escritura”, aparece la actividad Lectura y escritura de nombres propios.
Esta actividad, de acuerdo con el Programa, consiste en lo siguiente:
Al inicio del bimestre el docente proporciona a cada niño su nombre, sin apellido, escrito en una tarjeta (cuida que todos los letreros sean iguales en color y tipo de letra). Los niños colocan sus nombres en algún lugar visible para usarlo como referencia constante. El docente se asegura de que cada niño sepa lo que está escrito en su tarjeta.
El desarrollo de esta estrategia contribuye a dos de los propósitos que la SEP plantea para este grado escolar:
• Identifica y escribe convencionalmente su nombre para ubicar su pertenencia.
• Identifica la forma escrita de los nombres de sus compañeros de aula. Emplea este conocimiento como una referencia específica de uso de las letras.
¿Por qué iniciar con esta actividad?
Desde el punto de vista de la psicogénesis de la lengua escrita, diversas investigaciones han demostrado que el nombre propio "[...] es una valiosa fuente de información para el niño: indica que no cualquier conjunto de letras sirve para cualquier nombre; le indica que el orden de las letras no es aleatorio; le ayuda a comprender que el comienzo del nombre escrito tiene algo que ver con el comienzo del nombre cuando lo dice; le ayuda a comprender el valor sonoro convencional de las letras. No puede, pues, minimizarse la importancia de esta adquisición" .
Estrategias para trabajar el nombre propio
La mayoría de las estrategias que aquí se describen han sido establecidas por la SEP en los Programas de Estudio, lo que hacemos es describirlas con mayor amplitud, agregar ejemplos y recomendaciones que pueden ayudar a comprenderlas mejor y a realizarlas de mejor manera dentro del salón de clases.
También se incluyen algunas estrategias que, de acuerdo con la experiencia de docentes o que hemos documentado en diversos textos especializados, pueden ayudar a que los niños avancen en el proceso de alfabetización inicial.
a. El primer día de clase: conozco mi nombre
El primer día de clase, entregar a cada niño una tarjeta con su nombre, como indica el programa: “sin apellido, escrito en una tarjeta (cuida que todos los letreros sean iguales en color y tipo de letra)”.
Estas indicaciones marcadas en el paréntesis son importantes, ya que se trata de que el niño se identifique con una sola palabra, una que le es familiar y con la cual le nombran todos los días. Se pide también que las tarjetas no tengan color ni tipo de letra distinto, de manera que el niño centre su atención y su esfuerzo en las letras que forman su nombre más que en los colores u otras señales gráficas.
Se trata, contrario a lo que proponen las prácticas tradicionales, no de facilitarle la tarea a los niños sino de plantearles una situación compleja que al tratar de resolverla
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