CUENTO DE LOS HERMANOS PINZON
Enviado por MIRIAMtiago • 25 de Mayo de 2014 • 871 Palabras (4 Páginas) • 1.112 Visitas
CUENTO DE LOS HERMANOS PINZONES
Jorge Ibargüengoitia
Cuando nació el mayor de los hermanos Pinzones se agrió la leche en la olla y se cayó el primer chayote de la enredadera. La tía Socorrito, a quien le gustaba hacer profecías, aprovechó el momento para decir:
–La leche agria y el chayote indican que este niño que acaba de nacer va a tener un carácter agrio y espinoso. Es decir, va a ser insoportable.
Se equivocaba. El niño nunca dio guerra y no lloró ni cuando le echaron el agua del bautismo. Le pusieron Manuel y en adelante todos los que lo conocieron le dijeron Meme Pinzón.
Cuando nació el menor de los hermanos Pinzones cantaron los pajaritos y el campo se llenó de flores. La tía Socorrito profetizó: –Este niño va a ser precioso y tan simpático que la gente se va a pelear por estar con él.
Los que la oyeron decir esto voltearon a donde estaba la cuna y en ella vieron al niño amoratado, abriendo la bocota y berreando.
Le pusieron Guillermo y le dijeron Memo.
Memo Pinzón lloraba de hambre y le daban de comer, lloraba de miedo y venían a consolarlo y lloraba de envidia cada vez que le tocaba a su hermano la naranja más grande o el bizcocho más bueno. Lloró y lloró, pero creció grande y fuerte, aunque sintiéndose desdichado.
Mientras Memo lloraba y crecía, Meme aprendió a leer sin que nadie le enseñara. Esto se descubrió el día en que la tía Socorrito entró en el cuarto y encontró al niño en la bacinica, leyendo el periódico.
–Este niño –profetizó la tía Socorrito al ver este espectáculo– va ser licenciado
Se equivocaba otra vez. Meme era tan bueno, tan dócil y todos lo querían tanto en su casa, que no se quisieron separar de él y nunca lo mandaron a la escuela. En vez de estudiar, entró de aprendiz en la zapatería de su padre y allí se quedó. Fue zapatero toda su vida.
Memo, en cambio, daba tanta lata, que apenas estuvo en edad de ser admitido, fue a la escuela.
Desde el primer día de clases se hizo famoso. La maestra le ordenó a un niño que pasara al pizarrón. Memo empezó a llorar.
– ¿Por qué lloras, niño Pinzón?
–Porque usted pasó a ese niño al pizarrón y a mí no.
La maestra hizo que el otro niño regresara a su lugar y le dijo a Memo que pasara al pizarrón.
Cuando Memo llegó junto al pizarrón, volvió a llorar.
– ¿Por qué lloras ahora, niño Pinzón? –preguntó la maestra.
–Porque me pasa a mí al pizarrón y a los demás niños no.
Sus compañeros le pusieron “Guillermina Lagrimotas”, y así le dijeron hasta que Memo creció y fue el alumno más alto y más fuerte de la clase y empezó a golpearlos a ellos y a hacerlos llorar. Dejaron de decirle Guillermina Lagrimotas y empezaron a decirle el Feroz.
Los alumnos le temían y los profesores lo detestaban
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