Capitán Montoya
Enviado por MJPG • 7 de Enero de 2015 • 606 Palabras (3 Páginas) • 312 Visitas
**PARÁFRASIS:
El capitán Montoya se encuentra en medio de la noche en una Iglesia sin saber lo que pasa ya que hay mucha gente de luto y un féretro en medio, todo estaba preparado para despedir el alma, la gente y monjes rezaban tristísimas oraciones. El Capitán Montoya intrigado por lo que estaba sucediendo, se acerca a una persona y le pregunta que quien es la persona que falleció, el hombre le contesta que quien falleció es el Capitán Montoya. Don Cesar estupefacto por lo que escucho piensa que ese hombre le conocía y era sólo una broma. Trato de reconocer al hombre que le había contestado a su pregunta, pero no le reconoció, de hecho no reconocía a nadie de los que se encontraban en la Iglesia, todos le parecían con apariencia extraña y rostro pálido. Decidió ir con otro hombre que también se encontraba orando y le pregunto lo mismo, el cual le dio la misma respuesta que le había dado el hombre anterior, Don Cesar lleno de ansiedad decidió ver el mismo quien era quien se encontraba en el féretro así que se abrió camino entre toda la gente y abrió el féretro en donde se encontró a el mismo, cegado por creer que era una ilusión y finalmente muy confundido se pregunta ¿quién soy yo? , no podía creerle así que miro muchas veces el cuerpo pero el resultado siempre fue el mismo.
Aquel en su mismo entierro, su mismo rostro, no había ya duda alguna era nada más y nada menos que su mismo cadáver, se tocaba ansioso, y cerraba los ojos pensando en que podía ser no más que una horrenda ilusión creada por sus ojos, moviendo desesperadamente a aquel hombre que no era más que si mismo, creyendo ansiosamente que era otro hombre y no él, y que al hacer eso se caería aquella mascara de los ojos y se revelaría que no era si no otro parecido a él, y con desesperados intentos se mueve esperando poder despertar de aquella pesadilla, y baja la mirada con el rostro alterado por el terror y sufrimiento, mas un nuevo suceso se presenta en la parte superior de la puerta, y ve que se despiden del suelo llenos de dolor y tristeza Don Fandrique y Doña Diana llenos de pena por él. El hombre desesperado se tiende a sus pies diciendo -- ¡Miradme! Montoya soy, mientras ellos sin conocerle, y con mirada perdida dicen -- ¡Montoya fue! El desesperado y con angustia preguntándose si ¿alguien puede salvarlo o reconocerlo?, y desde el altar mientras escucha una voz que le llama y le dice haberlo conocido, ella decía ser Inés y le invitaba a partir diciéndole que era su amor, mientras él la apartaba de sí repitiéndole – ¡Aparta, aparta! ¿Qué no vez que cadáver soy? , y apenas dicho eso vio llegarse aquel fantasma con gesto de repugnancia, a quien no pudo reconocer siquiera, contemplole con gran atención y sin perder detalle alguno, y con una horrible voz dijo -- Tu eres quien cambia conmigo, a mi sepultura ven, ante ese cambio como sentencia callo
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