Cartas de amor y a distante
Enviado por mandymishell • 7 de Abril de 2016 • Tarea • 679 Palabras (3 Páginas) • 121 Visitas
Sabe algo? No hay peor cosa que tener a una persona al lado y verla tan distante, extrañarla teniéndola tan cerca, y aunque estuve extrañándote hoy, no me importaba tanto, era más fuerte la fascinación que me produce tu semblante, tan alegre, tan cálido, tan marcado, tan tuyo, ese mismo que logra matizar, poner color a una grisácea esfera, mi esfera, espero no me lo tome a mal señorita, pero es que usted, me gusta, mucho, quisiera no ser impertinente al decirle eso, no pecar de fastidioso, pero es así, usted me gusta, desde que la conozco, para mi ese tiempo de fugas a lugares tan comunes para todos pero tan triviales para mí, por su sola presencia, de cubículos en los que ruborizados rogábamos el final de la clase para poder ir a conversar de lo que fuera o ver en un bus la excusa perfecta para simplemente poder abrazarla en calma, sosegado por el tacto de sus brazos y el blondo color de su cabello, olvidándonos de todo el mundo, todo ese tiempo es invaluable y aunque sé que es un sacrilegio volver a lugares que experimentaron algo, aunque sea un poco, de perfección, sería mucha peor la abominación si los olvidara.
No sé si tenga algún compromiso, honestamente espero que no, deseo fielmente no estar faltando a su paciencia y a su sentir, pero es que me encanta su risa, es sutil y fuerte a la vez, es despreocupada y tan viva, me resulta tan contagiosa e irremplazable, es lo que motivaría a cualquiera a ser una payaso suyo con tal de complacerse con esa risa enardecida y aquietada a la vez, sé que usted es fácil de risa, pero si usted me lo permite, anhelo con poder provocarle una sonrisa, de esas que ya no se ven ni se sienten, de esas que hacen de la palabra el viento que marca el vaivén de sus dorados y extensos cabellos que simulan ser pan de oro, una sábana para refugiarse de la oscuridad, la claridad del que se guía por usted, un abrazo en la inmensa soledad de la distancia, un sonrojo en las mejillas que se conjugan con una nariz fruncida, unos ojos un poco chinos y una blanca hilera de dientes, armónicos en un rostro emocionado y tan campante, quisiera poder verla así, si usted me lo permite, claro, poder escribirle más cartas, poder cantarle en el placar de cualquier transitada calle, poder convertirme en un bufón con tal de verla feliz.
Y me disculpo por haberme desentendido de usted al terminar aquel periodo, no quiero excusarme de nada, más sí ofrecerle mis más sinceras disculpas, dicen que el infierno está lleno de ‘peros’ y excusas, más el mío se llena de desaire al saber que de usted quedó la ausencia, y quisiera poder bailar y disfrutar de mi infierno, pero no tengo pareja que quiera bailar conmigo o no quiero bailar solo, y no es por necesidad, es por eso que ustedes llaman amor, como un sentimiento que no es original ni loco, pero es sui generis y algo pertinaz, disculpe mi atrevimiento muchacha, pero es que es cada vez más y más febril la ansiedad de este insensato adolecente de expresarle tanto, y de poder expresarle aún más.
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